/ miércoles 19 de abril de 2023

Nada Personal | ¿Quién miente?

En el caso de la presunta investigación de la FGR hacia Ramón Celaya Gamboa y la aparición de una manta con un amenazante mensaje en Tizatlán hay algo que no cuadra y, hasta hoy, la única certeza es que alguien miente o pretende crear confusión.

Al verse presionado por la prensa horas después de darse a conocer un supuesto oficio en el que se revela que la Fiscalía Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada tiene abierta una carpeta de investigación en contra del funcionario de primer nivel del gobierno de Tlaxcala, el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana salió al paso con respuestas evasivas.

Lo único que el quinto titular de esa dependencia dejó claro es que es víctima de “ataques” y de una campaña de desprestigio por los “resultados” que ha dado a tres meses de asumir el cargo, además culpó directamente a policías estatales “resentidos” al quitarles privilegios.

Si los responsables de la “narcomanta” aparecida el lunes son parte de los 48 policías que mantienen procesos administrativos desde la llegada de Celaya Gamboa a la SSC deberían ser investigados y llevados a juicio por atentar contra la estabilidad del estado.

En contraparte, si en Tlaxcala ya operan grupos de delincuencia organizada y la Secretaría de Seguridad Ciudadana trata de ocultarlo al argumentar que “no hay registro oficial de su presencia”, mienten y pondrían en total vulnerabilidad a la población.

Será cuestión de días para saber si el documento membretado y con sellos de la FGR, en el que el Agente del Ministerio Público de la Federación pide al titular de la Policía Federal Ministerial avocarse a investigar el modus vivendi y operandi, así como vínculos de familiares, vehículos y personas allegadas a Ramón Celaya Gamboa es falso, o bien, resulta ser cierto y una vez más quedará en evidencia que se faltó a la confianza de los tlaxcaltecas.

Protagonista

A quién ya le gustó agarrar como pera de box a Celaya Gamboa es al diputado Juan Manuel Cambrón Soria.

En su afán protagónico para posicionarse ante la opinión pública con tal de hacerse de la candidatura de su partido al Senado de la República para las elecciones de 2024, el exdirigente perredista le echa tirria a todo lo que se mueva del gobierno morenista y con el mínimo pretexto pide renuncias, pero jamás se pone la camiseta de Tlaxcala ni propone posibles soluciones a las problemáticas que enfrenta la entidad.

‘Ora’ que si Cambrón Soria en verdad quisiera abrir la cloaca de la descomposición social que vive el estado, debería ir más atrás y decir que cuando el PRD gobernó de 1999 a 2005, con Alfonso Sánchez Anaya como titular del Ejecutivo, se vivió la peor etapa de secuestros de la que se tenga registro en los últimos 25 años.

Quienes tenemos memoria recordamos que en la época perredista se denunció que integrantes del gobierno pactaron con personas relacionadas con el crimen organizado para cometer delitos.

De hecho, información oficial que obra en la Procuraduría General de Justicia del Estado indica que durante el sexenio de Sánchez Anaya hubo un total de 130 casos de privación ilegal de la libertad tan solo en 1999. En el año 2000 se elevó a 154 casos; en 2001 pasó a 130; en 2002 llegó a 160; en 2003 fueron 76; mientras que para 2004 se llegó a 57.

En aquel entonces, el titular de la PGJE era Eduardo Medel Quiroz y el Subprocurador contratado por Sánchez Anaya era el extinto Edgar Bayardo del Villar, quien años más tarde se volvió testigo protegido de la extinta PGR hasta ser asesinado en un Starbucks de la Colonia del Valle de la Ciudad de México, cuyo nombre salió a relucir recientemente en el juicio que se le siguió a Genaro García Luna en Nueva York, pero de eso ni Manuel Cambrón ni ningún otro perredista habla.

RETRÓGRADA

Si alguien conoce a un buen cirujano plástico, recomiéndenselo al presidente municipal de Tlaltelulco, Antonio Pluma, pues debe caérsele la cara de vergüenza después de las torpes recomendaciones que hizo a sus gobernados de linchar a ladrones ¡pero sin grabar!

No solo eso, al alcalde emanado del Partido Verde Ecologista, que se supone debe defender la vida de todo ser que habita el planeta, se le fue la lengua al culpar a los medios de comunicación de sus males. Con ese pensamiento, ahora se entiende porque Tlaltelulco está como está.

  • moises.morales@elsoldetlaxcala.com.mx

En el caso de la presunta investigación de la FGR hacia Ramón Celaya Gamboa y la aparición de una manta con un amenazante mensaje en Tizatlán hay algo que no cuadra y, hasta hoy, la única certeza es que alguien miente o pretende crear confusión.

Al verse presionado por la prensa horas después de darse a conocer un supuesto oficio en el que se revela que la Fiscalía Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada tiene abierta una carpeta de investigación en contra del funcionario de primer nivel del gobierno de Tlaxcala, el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana salió al paso con respuestas evasivas.

Lo único que el quinto titular de esa dependencia dejó claro es que es víctima de “ataques” y de una campaña de desprestigio por los “resultados” que ha dado a tres meses de asumir el cargo, además culpó directamente a policías estatales “resentidos” al quitarles privilegios.

Si los responsables de la “narcomanta” aparecida el lunes son parte de los 48 policías que mantienen procesos administrativos desde la llegada de Celaya Gamboa a la SSC deberían ser investigados y llevados a juicio por atentar contra la estabilidad del estado.

En contraparte, si en Tlaxcala ya operan grupos de delincuencia organizada y la Secretaría de Seguridad Ciudadana trata de ocultarlo al argumentar que “no hay registro oficial de su presencia”, mienten y pondrían en total vulnerabilidad a la población.

Será cuestión de días para saber si el documento membretado y con sellos de la FGR, en el que el Agente del Ministerio Público de la Federación pide al titular de la Policía Federal Ministerial avocarse a investigar el modus vivendi y operandi, así como vínculos de familiares, vehículos y personas allegadas a Ramón Celaya Gamboa es falso, o bien, resulta ser cierto y una vez más quedará en evidencia que se faltó a la confianza de los tlaxcaltecas.

Protagonista

A quién ya le gustó agarrar como pera de box a Celaya Gamboa es al diputado Juan Manuel Cambrón Soria.

En su afán protagónico para posicionarse ante la opinión pública con tal de hacerse de la candidatura de su partido al Senado de la República para las elecciones de 2024, el exdirigente perredista le echa tirria a todo lo que se mueva del gobierno morenista y con el mínimo pretexto pide renuncias, pero jamás se pone la camiseta de Tlaxcala ni propone posibles soluciones a las problemáticas que enfrenta la entidad.

‘Ora’ que si Cambrón Soria en verdad quisiera abrir la cloaca de la descomposición social que vive el estado, debería ir más atrás y decir que cuando el PRD gobernó de 1999 a 2005, con Alfonso Sánchez Anaya como titular del Ejecutivo, se vivió la peor etapa de secuestros de la que se tenga registro en los últimos 25 años.

Quienes tenemos memoria recordamos que en la época perredista se denunció que integrantes del gobierno pactaron con personas relacionadas con el crimen organizado para cometer delitos.

De hecho, información oficial que obra en la Procuraduría General de Justicia del Estado indica que durante el sexenio de Sánchez Anaya hubo un total de 130 casos de privación ilegal de la libertad tan solo en 1999. En el año 2000 se elevó a 154 casos; en 2001 pasó a 130; en 2002 llegó a 160; en 2003 fueron 76; mientras que para 2004 se llegó a 57.

En aquel entonces, el titular de la PGJE era Eduardo Medel Quiroz y el Subprocurador contratado por Sánchez Anaya era el extinto Edgar Bayardo del Villar, quien años más tarde se volvió testigo protegido de la extinta PGR hasta ser asesinado en un Starbucks de la Colonia del Valle de la Ciudad de México, cuyo nombre salió a relucir recientemente en el juicio que se le siguió a Genaro García Luna en Nueva York, pero de eso ni Manuel Cambrón ni ningún otro perredista habla.

RETRÓGRADA

Si alguien conoce a un buen cirujano plástico, recomiéndenselo al presidente municipal de Tlaltelulco, Antonio Pluma, pues debe caérsele la cara de vergüenza después de las torpes recomendaciones que hizo a sus gobernados de linchar a ladrones ¡pero sin grabar!

No solo eso, al alcalde emanado del Partido Verde Ecologista, que se supone debe defender la vida de todo ser que habita el planeta, se le fue la lengua al culpar a los medios de comunicación de sus males. Con ese pensamiento, ahora se entiende porque Tlaltelulco está como está.

  • moises.morales@elsoldetlaxcala.com.mx