/ lunes 6 de julio de 2020

Nada Personal | ¿Quién pompó?

Si en estos difíciles tiempos económicos y de salud hay una canción que le queda “como anillo al dedo” a Héctor Domínguez Rugerio es aquella del inolvidable Chico Che: “¿Quién pompó?”

Y es que mientras más se le rasca, más propiedades le salen al alcalde de Chiautempan y mucha gente se pregunta exactamente lo mismo: ¿Quién pompó?

Cuentan quienes lo conocen “de cabo a rabo” que 2020 será un año que nunca olvidará, no solo porque familiares y algunos empleados adquirieron el nuevo coronavirus, sino porque es el año que más propiedades ha acumulado.

Dice el dicho que “Dios aprieta, pero no ahorca” y mientras la mayoría de los ciudadanos se preocupan en no perder su empleo o salir con riesgo a la calle para obtener el sustento diario, el munícipe ha estado más centrado en adquirir maquinaria pesada en la frontera norte para su nuevo negocio de construcción.

Se trata de dos máquinas retroexcavadoras; tres camiones de volteo de 14 metros cúbicos (uno retenido por la Procuraduría de Tlaxcala por resultar “chocolate”); un tráiler color gris acoplado a una tolva nueva de 40 metros cúbicos de capacidad, un rodillo-vibrador y dos revolvedoras. Curiosamente es la misma maquinaria que trabaja en la remodelación de la Avenida La Paz y que todos los días es resguardada en la explanada del recinto ferial de Chiautempan.

¿Héctor Domínguez creó una empresa para ejecutar con su propia maquinaria la obra de 9.6 millones de pesos en La Paz? ¿El recinto ferial ahora es su pensión? Son preguntas que el todavía priista deberá aclarar porque esa maquinaria resguardada en un inmueble público no está dada de alta en el inventario municipal.

Algunos perfiles falsos de Facebook defienden que la crítica hacia el alcalde sarapero, a sus hermanas y demás familiares que a todas luces han incrementado su patrimonio es por envidia, pero ¿en verdad ustedes creen que su salario y ganancias en sus carnicerías es suficiente como para construir modernas y costosas casas, rastros, adquirir terrenos, un selecto restaurante y ahora comprar costosa maquinaria en tan poco tiempo? Sinceramente yo lo dudo, sobre todo porque el resto de comercios se queja por sus bajas ventas. La pregunta ahora ya no será ¿quién pompó? sino: ¿con qué pompó? Por cierto, se sabe que entre los motivos de la renuncia del director de Obras Públicas, Jonathan Sánchez, está el no seguir siendo comparsa de negocios.

Lo más sorprendente es que los actores políticos de Chiautempan actúan como si fueran avestruces y esconden la cabeza al no decir nada, pero ya vendrán los tiempos electorales y los ciudadanos les cobrarán la factura.

ADIVINA ADIVINADOR

¿Será verdad que por culpa del subdirector de Seguridad, Enrique Zecua, la policía Ana N. fue despedida al dejar su turno para ingerir bebidas embriagantes con su exjefe y “amigo”?

Si en estos difíciles tiempos económicos y de salud hay una canción que le queda “como anillo al dedo” a Héctor Domínguez Rugerio es aquella del inolvidable Chico Che: “¿Quién pompó?”

Y es que mientras más se le rasca, más propiedades le salen al alcalde de Chiautempan y mucha gente se pregunta exactamente lo mismo: ¿Quién pompó?

Cuentan quienes lo conocen “de cabo a rabo” que 2020 será un año que nunca olvidará, no solo porque familiares y algunos empleados adquirieron el nuevo coronavirus, sino porque es el año que más propiedades ha acumulado.

Dice el dicho que “Dios aprieta, pero no ahorca” y mientras la mayoría de los ciudadanos se preocupan en no perder su empleo o salir con riesgo a la calle para obtener el sustento diario, el munícipe ha estado más centrado en adquirir maquinaria pesada en la frontera norte para su nuevo negocio de construcción.

Se trata de dos máquinas retroexcavadoras; tres camiones de volteo de 14 metros cúbicos (uno retenido por la Procuraduría de Tlaxcala por resultar “chocolate”); un tráiler color gris acoplado a una tolva nueva de 40 metros cúbicos de capacidad, un rodillo-vibrador y dos revolvedoras. Curiosamente es la misma maquinaria que trabaja en la remodelación de la Avenida La Paz y que todos los días es resguardada en la explanada del recinto ferial de Chiautempan.

¿Héctor Domínguez creó una empresa para ejecutar con su propia maquinaria la obra de 9.6 millones de pesos en La Paz? ¿El recinto ferial ahora es su pensión? Son preguntas que el todavía priista deberá aclarar porque esa maquinaria resguardada en un inmueble público no está dada de alta en el inventario municipal.

Algunos perfiles falsos de Facebook defienden que la crítica hacia el alcalde sarapero, a sus hermanas y demás familiares que a todas luces han incrementado su patrimonio es por envidia, pero ¿en verdad ustedes creen que su salario y ganancias en sus carnicerías es suficiente como para construir modernas y costosas casas, rastros, adquirir terrenos, un selecto restaurante y ahora comprar costosa maquinaria en tan poco tiempo? Sinceramente yo lo dudo, sobre todo porque el resto de comercios se queja por sus bajas ventas. La pregunta ahora ya no será ¿quién pompó? sino: ¿con qué pompó? Por cierto, se sabe que entre los motivos de la renuncia del director de Obras Públicas, Jonathan Sánchez, está el no seguir siendo comparsa de negocios.

Lo más sorprendente es que los actores políticos de Chiautempan actúan como si fueran avestruces y esconden la cabeza al no decir nada, pero ya vendrán los tiempos electorales y los ciudadanos les cobrarán la factura.

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¿Será verdad que por culpa del subdirector de Seguridad, Enrique Zecua, la policía Ana N. fue despedida al dejar su turno para ingerir bebidas embriagantes con su exjefe y “amigo”?