/ miércoles 18 de septiembre de 2024

Nada Personal / Usted disculpe...

Por donde se le vea, el caso de Pedro Francisco N. es una mancha para la procuración de justicia estatal. Penosamente, la opinión pública nacional supo que Tlaxcala sí existe, pero esta vez no por una buena referencia.

No sé usted, pero detener a una persona y mantenerla presa por dos años y seis días por un delito que no cometió, pone sobre la mesa muchas dudas sobre el desempeño del sistema de procuración de justicia.

Lo peor del caso es que, hasta hoy, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), que dirigirá Ernestina Carro Roldán hasta el 25 de julio de 2031, no ha dado la cara para siquiera ofrecer una disculpa pública por tan semejante error.

Como en muchos otros casos y por recomendación de sus pomposos asesores, la dependencia le apuesta al olvido, pero ante la resonancia nacional e internacional que tuvo el caso, todo indica que este tema será una loza muy pesada que cargará Carro Roldán no sólo durante los siete años que durará en el cargo, sino por el resto de su carrera profesional.

Además, deja en entredicho las palabras que la exprocuradora y hoy fiscal emitió tras rendir protesta en el Congreso del Estado el pasado 27 de julio al ofrecer: “una nueva era en la procuración de justicia en Tlaxcala y no continuismo”.

EL CASO

Para quienes no recuerden el caso, Pedro Francisco N. es el joven originario de Guanajuato detenido en aquel estado el 5 de septiembre de 2022.

¿Su delito? Llamarse igual -en nombre y apellidos- a un sujeto que hasta el momento permanece prófugo por asesinar a balazos a una persona la noche del 8 de noviembre de 2021, en la calle Guerrero Norte del municipio de Huamantla.

La entonces Procuraduría de Tlaxcala, encabezada por Ernestina Carro, emitió una ficha de búsqueda y colaboración y fue así que Pedro Francisco N. fue detenido por elementos de la Fiscalía de Guanajuato en el municipio de San Felipe, al salir de su trabajo en una funeraria, mostrándole para ello una orden de aprehensión emitida por un juez.

Al arribar a Tlaxcala, fue recluido en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Apizaco y aunque su familia desde ese momento manifestó que se trataba de una equivocación y demostró que el día del homicidio Pedro Francisco N. se encontraba en León, Guanajuato, trasladando a una víctima de Covid-19, no fueron escuchados.

El caso alcanzó niveles nacionales ante las denuncias de los familiares y las manifestaciones de habitantes de San Felipe que se solidarizaron para pedir su liberación, además de organizar rifas para captar recursos económicos.

Incluso, la tía del inculpado Cristian N. reveló que la jueza encargada del caso, Nancy M., desestimó las pruebas en descargo del encarcelado.

Además, la mamá de Pedro Francisco N., de nombre Lourdes, presentó pruebas para comprobar que su hijo nunca había estado en Tlaxcala.

El caso del llamado “inocente de Guanajuato” cobró relevancia en San Felipe al grado de que habitantes de ese lugar, incluido el párroco y diputados locales, sirvieron de testigos para sostener era inocente y que se trataba de una injusticia, pues en la fecha y hora en que ocurrió el homicidio en Huamantla, él se encontraba en su trabajo y era humanamente imposible que estuviera en dos sitios a la vez.

Lo anterior consta en la bitácora de la funeraria “Inhumaciones Rodríguez”, en la que Pedro Francisco N. trabajaba, así como en los registros del Hospital Regional de León, Guanajuato, al que acudió a brindar los servicios fúnebres para un hombre fallecido por Covid-19.

Pero no sólo eso, la hija de la víctima del Sars-Cov-2 acudió a Tlaxcala para sostener que Pedro Francisco N. recogió el cadáver de su padre en el hospital y lo entregó a los servicios funerarios. Mientras que los dueños de la funeraria confirmaron que el día del homicidio el joven estaba en su horario laboral.

El resto de la historia es conocida: las presiones de autoridades y ciudadanos de Guanajuato hicieron eco, incluido un exhorto del Congreso local de ese estado para que se diera puntual seguimiento al caso y fue así que la noche del 11 de septiembre pasado, tras ser repuesto el procedimiento penal y en medio del sigilo, Pedro Francisco N. fue absuelto del delito que se le acusaba y quedó en libertad.

La pesadilla para Pedro Francisco N. y su familia tuvo un final feliz; no obstante, deja muchas preguntas para la Fiscalía de Tlaxcala, entre ellas una muy importante: ¿cuántos Pedro Francisco N. más hay en los Ceresos de Tlaxcala?

Más allá de que se disculpe o no, la fiscal Ernestina Carro tendrá que demostrar, con hechos, que el cambio de Procuraduría a Fiscalía no sólo fue de nombre y que en realidad han quedado atrás las mismas prácticas deficientes que ya arrastraba desde antes.

Es cierto, todo cambio es paulatino y seis semanas son muy pocas para calificar su desempeño, pero también es cierto que en procuración de justicia la dependencia debe evitar caer en marcadas omisiones.

NOVATADA

A la par de recibir su primera quincena, los diputados locales también tuvieron su novatada como integrantes de la 65 Legislatura.

En su afán de quedar bien con la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros al aprobar por la vía rápida y sin moverle una coma a las reformas a la Ley de Deuda Pública del Estado de Tlaxcala y sus Municipios, ahora ya no saben cómo salir del embrollo en que se metieron.

Lo bueno que, a través de un comunicado “urgente”, casi una semana después aclararon que el Estado y los municipios no se van a endeudar, si no quieren, que lo único que hicieron fue una adecuación a la ley local y que los candados para el endeudamiento siguen vigentes.

Bien dicen: “no hagas cosas buenas que parezcan malas, o al revés”, o como decía Juan Gabriel: “pero qué necesidad, para qué tanto problema…”

ADIVINA ADIVINADOR…

¿A qué se deberá que la Secretaría de Movilidad y Transporte, que encabeza Marco Tulio Munive Temoltzin, aprovechó el relajamiento que generan las fiestas patrias para colocar radares que miden la velocidad en la carretera Vía Corta Chiautempan-Puebla?

A.- Forma parte de la campaña de prevención de accidentes.

B.- Es una política recaudatoria de recursos económicos.

C.- Ambas.


Por donde se le vea, el caso de Pedro Francisco N. es una mancha para la procuración de justicia estatal. Penosamente, la opinión pública nacional supo que Tlaxcala sí existe, pero esta vez no por una buena referencia.

No sé usted, pero detener a una persona y mantenerla presa por dos años y seis días por un delito que no cometió, pone sobre la mesa muchas dudas sobre el desempeño del sistema de procuración de justicia.

Lo peor del caso es que, hasta hoy, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), que dirigirá Ernestina Carro Roldán hasta el 25 de julio de 2031, no ha dado la cara para siquiera ofrecer una disculpa pública por tan semejante error.

Como en muchos otros casos y por recomendación de sus pomposos asesores, la dependencia le apuesta al olvido, pero ante la resonancia nacional e internacional que tuvo el caso, todo indica que este tema será una loza muy pesada que cargará Carro Roldán no sólo durante los siete años que durará en el cargo, sino por el resto de su carrera profesional.

Además, deja en entredicho las palabras que la exprocuradora y hoy fiscal emitió tras rendir protesta en el Congreso del Estado el pasado 27 de julio al ofrecer: “una nueva era en la procuración de justicia en Tlaxcala y no continuismo”.

EL CASO

Para quienes no recuerden el caso, Pedro Francisco N. es el joven originario de Guanajuato detenido en aquel estado el 5 de septiembre de 2022.

¿Su delito? Llamarse igual -en nombre y apellidos- a un sujeto que hasta el momento permanece prófugo por asesinar a balazos a una persona la noche del 8 de noviembre de 2021, en la calle Guerrero Norte del municipio de Huamantla.

La entonces Procuraduría de Tlaxcala, encabezada por Ernestina Carro, emitió una ficha de búsqueda y colaboración y fue así que Pedro Francisco N. fue detenido por elementos de la Fiscalía de Guanajuato en el municipio de San Felipe, al salir de su trabajo en una funeraria, mostrándole para ello una orden de aprehensión emitida por un juez.

Al arribar a Tlaxcala, fue recluido en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Apizaco y aunque su familia desde ese momento manifestó que se trataba de una equivocación y demostró que el día del homicidio Pedro Francisco N. se encontraba en León, Guanajuato, trasladando a una víctima de Covid-19, no fueron escuchados.

El caso alcanzó niveles nacionales ante las denuncias de los familiares y las manifestaciones de habitantes de San Felipe que se solidarizaron para pedir su liberación, además de organizar rifas para captar recursos económicos.

Incluso, la tía del inculpado Cristian N. reveló que la jueza encargada del caso, Nancy M., desestimó las pruebas en descargo del encarcelado.

Además, la mamá de Pedro Francisco N., de nombre Lourdes, presentó pruebas para comprobar que su hijo nunca había estado en Tlaxcala.

El caso del llamado “inocente de Guanajuato” cobró relevancia en San Felipe al grado de que habitantes de ese lugar, incluido el párroco y diputados locales, sirvieron de testigos para sostener era inocente y que se trataba de una injusticia, pues en la fecha y hora en que ocurrió el homicidio en Huamantla, él se encontraba en su trabajo y era humanamente imposible que estuviera en dos sitios a la vez.

Lo anterior consta en la bitácora de la funeraria “Inhumaciones Rodríguez”, en la que Pedro Francisco N. trabajaba, así como en los registros del Hospital Regional de León, Guanajuato, al que acudió a brindar los servicios fúnebres para un hombre fallecido por Covid-19.

Pero no sólo eso, la hija de la víctima del Sars-Cov-2 acudió a Tlaxcala para sostener que Pedro Francisco N. recogió el cadáver de su padre en el hospital y lo entregó a los servicios funerarios. Mientras que los dueños de la funeraria confirmaron que el día del homicidio el joven estaba en su horario laboral.

El resto de la historia es conocida: las presiones de autoridades y ciudadanos de Guanajuato hicieron eco, incluido un exhorto del Congreso local de ese estado para que se diera puntual seguimiento al caso y fue así que la noche del 11 de septiembre pasado, tras ser repuesto el procedimiento penal y en medio del sigilo, Pedro Francisco N. fue absuelto del delito que se le acusaba y quedó en libertad.

La pesadilla para Pedro Francisco N. y su familia tuvo un final feliz; no obstante, deja muchas preguntas para la Fiscalía de Tlaxcala, entre ellas una muy importante: ¿cuántos Pedro Francisco N. más hay en los Ceresos de Tlaxcala?

Más allá de que se disculpe o no, la fiscal Ernestina Carro tendrá que demostrar, con hechos, que el cambio de Procuraduría a Fiscalía no sólo fue de nombre y que en realidad han quedado atrás las mismas prácticas deficientes que ya arrastraba desde antes.

Es cierto, todo cambio es paulatino y seis semanas son muy pocas para calificar su desempeño, pero también es cierto que en procuración de justicia la dependencia debe evitar caer en marcadas omisiones.

NOVATADA

A la par de recibir su primera quincena, los diputados locales también tuvieron su novatada como integrantes de la 65 Legislatura.

En su afán de quedar bien con la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros al aprobar por la vía rápida y sin moverle una coma a las reformas a la Ley de Deuda Pública del Estado de Tlaxcala y sus Municipios, ahora ya no saben cómo salir del embrollo en que se metieron.

Lo bueno que, a través de un comunicado “urgente”, casi una semana después aclararon que el Estado y los municipios no se van a endeudar, si no quieren, que lo único que hicieron fue una adecuación a la ley local y que los candados para el endeudamiento siguen vigentes.

Bien dicen: “no hagas cosas buenas que parezcan malas, o al revés”, o como decía Juan Gabriel: “pero qué necesidad, para qué tanto problema…”

ADIVINA ADIVINADOR…

¿A qué se deberá que la Secretaría de Movilidad y Transporte, que encabeza Marco Tulio Munive Temoltzin, aprovechó el relajamiento que generan las fiestas patrias para colocar radares que miden la velocidad en la carretera Vía Corta Chiautempan-Puebla?

A.- Forma parte de la campaña de prevención de accidentes.

B.- Es una política recaudatoria de recursos económicos.

C.- Ambas.