/ lunes 16 de diciembre de 2019

Nada Personal | Violadores

Ha pasado un año y la justicia no ha llegado para Lizbeth, la joven que a sus 15 años de edad fue víctima de abuso sexual por parte de dos policías de Chiautempan.

El Sol de Tlaxcala publicó el jueves 20 de diciembre de 2018 que el entonces comandante Zahit P. y su escolta Marco Antonio Q., enfrentan una denuncia penal por violación.

Ambos efectivos de la corporación, que dirige Raymundo Fragoso Muñoz, violaron a la menor de edad al hacer un rondín en la Unidad Habitacional Santa Cruz y observarla junto a su novio en las inmediaciones de la zona boscosa, a quien golpearon, le robaron su teléfono celular y amenazaron de muerte si revelaba algo.

Desde esa fecha ambos expolicías están prófugos de la justicia y el resto de la historia es ampliamente conocido, incluido el presunto encubrimiento que el mismo Raymundo Fragoso y el subdirector, Luis Arcángel Morales, hicieron a sus compañeros.

De Zahit P. se sabe que huyó hacia el norte del país, mientras que Marco Antonio Q. se oculta en otra entidad para evitar ser detenidos por la Procuraduría General de Justicia del Estado que continúa con las pesquisas.

Se acerca el tercer informe de gobierno de Héctor Domínguez Rugerio y cualquier cosa que diga sobre el tema de seguridad, no será suficiente hasta que no haya justicia para Lizbeth, pues “la culpa no era suya, ni dónde estaba ni cómo vestía”, como dice el famoso performance nacido en Chile y que se ha esparcido a nivel mundial para clamar justicia para las mujeres víctimas de abuso sexual.

¿Y EL PANTEÓN?

Lo dicho. Al alcalde de Chiautempan algunas cosas le salen mal, pero otras le salen peor.

Después de anunciar con bombo y platillo la construcción del nuevo panteón “San Nicolás” -como se llamaba su difunto padre-, pobladores de San Pedro Muñoztla se oponen.

La molestia es que el presidente de comunidad, Gustavo Muñoz Muñoz, autorizó la instalación del panteón sin consultar a la población que se rige por usos y costumbres. La colocación de la primera piedra estaba prevista para el pasado 5 de diciembre, evento que fue suspendido porque dos días antes hubo una reunión entre habitantes de Muñoztla con Héctor Domínguez Rugerio, en la que no llegaron a ningún acuerdo y el munícipe prácticamente fue corrido del lugar.

La molestia llegó a tal grado que ciudadanos de Muñoztla encerraron en los separos a su presidente de comunidad, al acusarlo de malversación de los recursos públicos y salir a la luz otras problemáticas, entre ellas la del agua potable.

Gustavo Muñoz recobró su libertad 24 horas después, pero le dieron 10 días para que entregue un informe detallado de su gestión, antes de dejar el cargo a finales de este mes y cederlo a la nueva autoridad, Gregorio Muñoz, elegido el pasado 24 de noviembre y quien asumirá el cargo a partir del 1 de enero de 2020.

Se avizoran mayores conflictos en Muñoztla y, mientras tanto, la obra magna del nuevo Panteón Municipal quedará detenida.

moisoltlax33@gmail.com

Ha pasado un año y la justicia no ha llegado para Lizbeth, la joven que a sus 15 años de edad fue víctima de abuso sexual por parte de dos policías de Chiautempan.

El Sol de Tlaxcala publicó el jueves 20 de diciembre de 2018 que el entonces comandante Zahit P. y su escolta Marco Antonio Q., enfrentan una denuncia penal por violación.

Ambos efectivos de la corporación, que dirige Raymundo Fragoso Muñoz, violaron a la menor de edad al hacer un rondín en la Unidad Habitacional Santa Cruz y observarla junto a su novio en las inmediaciones de la zona boscosa, a quien golpearon, le robaron su teléfono celular y amenazaron de muerte si revelaba algo.

Desde esa fecha ambos expolicías están prófugos de la justicia y el resto de la historia es ampliamente conocido, incluido el presunto encubrimiento que el mismo Raymundo Fragoso y el subdirector, Luis Arcángel Morales, hicieron a sus compañeros.

De Zahit P. se sabe que huyó hacia el norte del país, mientras que Marco Antonio Q. se oculta en otra entidad para evitar ser detenidos por la Procuraduría General de Justicia del Estado que continúa con las pesquisas.

Se acerca el tercer informe de gobierno de Héctor Domínguez Rugerio y cualquier cosa que diga sobre el tema de seguridad, no será suficiente hasta que no haya justicia para Lizbeth, pues “la culpa no era suya, ni dónde estaba ni cómo vestía”, como dice el famoso performance nacido en Chile y que se ha esparcido a nivel mundial para clamar justicia para las mujeres víctimas de abuso sexual.

¿Y EL PANTEÓN?

Lo dicho. Al alcalde de Chiautempan algunas cosas le salen mal, pero otras le salen peor.

Después de anunciar con bombo y platillo la construcción del nuevo panteón “San Nicolás” -como se llamaba su difunto padre-, pobladores de San Pedro Muñoztla se oponen.

La molestia es que el presidente de comunidad, Gustavo Muñoz Muñoz, autorizó la instalación del panteón sin consultar a la población que se rige por usos y costumbres. La colocación de la primera piedra estaba prevista para el pasado 5 de diciembre, evento que fue suspendido porque dos días antes hubo una reunión entre habitantes de Muñoztla con Héctor Domínguez Rugerio, en la que no llegaron a ningún acuerdo y el munícipe prácticamente fue corrido del lugar.

La molestia llegó a tal grado que ciudadanos de Muñoztla encerraron en los separos a su presidente de comunidad, al acusarlo de malversación de los recursos públicos y salir a la luz otras problemáticas, entre ellas la del agua potable.

Gustavo Muñoz recobró su libertad 24 horas después, pero le dieron 10 días para que entregue un informe detallado de su gestión, antes de dejar el cargo a finales de este mes y cederlo a la nueva autoridad, Gregorio Muñoz, elegido el pasado 24 de noviembre y quien asumirá el cargo a partir del 1 de enero de 2020.

Se avizoran mayores conflictos en Muñoztla y, mientras tanto, la obra magna del nuevo Panteón Municipal quedará detenida.

moisoltlax33@gmail.com