/ martes 7 de septiembre de 2021

Nuevo Gobierno

Los inicios de cualquier administración causan expectativa y esperanza entre los ciudadanos, sobre todo después de una jornada electoral ejemplar, en la que salieron a votar con libertad los tlaxcaltecas, y decidieron sobre el rumbo que debe seguir nuestra entidad para los próximos seis años.

Para nadie son desconocidas las diferencias sustanciales que tengo con la forma de gobernar de la llamada Cuarta Transformación: no creo en la austeridad republicana que limita de medicamentos a niños con cáncer, no creo en la opacidad ni en las cortinas presidenciales disfrazadas de ocurrencias, no creo en un Gobierno que tolera, comparte y provoca la corrupción, ni en un Gobierno que conduce en reversa a toda velocidad atropellando a quien se ponga en su camino.

En resumen, estimado lector, ese es el Gobierno con el que jamás coincidiré ni como política ni como ciudadana; Sin embargo, debemos dar un voto de confianza al nuevo Gobierno de Tlaxcala, porque de nada nos sirve la polarización ni el enfrentamiento.

Considero que el ejercicio político debe ser de puertas abiertas, no ser indiferente frente a la oposición, ni sordo ante el llamado de quienes tienen esperanza de contar con un mejor Gobierno.

Hoy desde este espacio reitero mi compromiso con el pueblo de Tlaxcala para trabajar en favor de nuestro estado, impulsarlo y hacer de él una verdadera potencia, aprovechando su ubicación estratégica y su fuerza de trabajo capacitada y comprometida.

Revocación sin simulación

La semana pasada en el Senado de la República discutimos la revocación de mandato; como era de esperarse, Morena y sus aliados intentaron hacer de este espacio de participación ciudadana, una simple simulación y circo mediático, con la finalidad de que el presidente apareciera una vez más en las boletas electorales.

Cabe señalar que tras una larga sesión que culminó hasta entrada la madrugada, la mayoría de las y los senadores logramos un consenso para diseñar la pregunta que se realizará para la revocación de mandato.

La revocación de mandato debe ser una herramienta que permita calificar verdaderamente a cualquier Gobierno, y no como simple elemento propagandístico, como se planteó desde un principio.

Sin lugar a dudas, celebro que el Senado funcione como un verdadero contrapeso, y que deje de ser esa ventanilla de trámite donde los senadores de Morena y sus aliados, no estaban dispuestos a modificar ‘ni con el pétalo de una coma’ a las iniciativas que envía el ejecutivo a esta soberanía.

Agradezco el favor de su lectura.

Los inicios de cualquier administración causan expectativa y esperanza entre los ciudadanos, sobre todo después de una jornada electoral ejemplar, en la que salieron a votar con libertad los tlaxcaltecas, y decidieron sobre el rumbo que debe seguir nuestra entidad para los próximos seis años.

Para nadie son desconocidas las diferencias sustanciales que tengo con la forma de gobernar de la llamada Cuarta Transformación: no creo en la austeridad republicana que limita de medicamentos a niños con cáncer, no creo en la opacidad ni en las cortinas presidenciales disfrazadas de ocurrencias, no creo en un Gobierno que tolera, comparte y provoca la corrupción, ni en un Gobierno que conduce en reversa a toda velocidad atropellando a quien se ponga en su camino.

En resumen, estimado lector, ese es el Gobierno con el que jamás coincidiré ni como política ni como ciudadana; Sin embargo, debemos dar un voto de confianza al nuevo Gobierno de Tlaxcala, porque de nada nos sirve la polarización ni el enfrentamiento.

Considero que el ejercicio político debe ser de puertas abiertas, no ser indiferente frente a la oposición, ni sordo ante el llamado de quienes tienen esperanza de contar con un mejor Gobierno.

Hoy desde este espacio reitero mi compromiso con el pueblo de Tlaxcala para trabajar en favor de nuestro estado, impulsarlo y hacer de él una verdadera potencia, aprovechando su ubicación estratégica y su fuerza de trabajo capacitada y comprometida.

Revocación sin simulación

La semana pasada en el Senado de la República discutimos la revocación de mandato; como era de esperarse, Morena y sus aliados intentaron hacer de este espacio de participación ciudadana, una simple simulación y circo mediático, con la finalidad de que el presidente apareciera una vez más en las boletas electorales.

Cabe señalar que tras una larga sesión que culminó hasta entrada la madrugada, la mayoría de las y los senadores logramos un consenso para diseñar la pregunta que se realizará para la revocación de mandato.

La revocación de mandato debe ser una herramienta que permita calificar verdaderamente a cualquier Gobierno, y no como simple elemento propagandístico, como se planteó desde un principio.

Sin lugar a dudas, celebro que el Senado funcione como un verdadero contrapeso, y que deje de ser esa ventanilla de trámite donde los senadores de Morena y sus aliados, no estaban dispuestos a modificar ‘ni con el pétalo de una coma’ a las iniciativas que envía el ejecutivo a esta soberanía.

Agradezco el favor de su lectura.