/ lunes 16 de agosto de 2021

Parejas felices

Convivir en pareja logrando una relación positiva en la que se viva cercanía, intimidad, empatía, agrado mutuo, pasión y que acepten un compromiso común es un anhelo y búsqueda que se estima hasta del 95% de las personas.

La ciencia que estudia la conducta humana ha evolucionado de manera importante e investigadores como John M. Gottman, y Nan Silver comparten descubrimientos al grado de poder prever cuando una pareja tiene futuro y cuando éste se vislumbra plagado de nubes borrascosas. Aquí las 7 reglas de oro que ellos han descubierto como infalibles para el éxito:

Mejorar los Mapas de Amor.- Del conocimiento, surge el amor y la fortaleza para capear dificultades y conflictos. Se debe prestar atención a los detalles de la vida del cónyuge, de sus miedos, alegrías y gustos, del nombre de sus amigos, de toda la información relevante sobre la vida de la pareja, en fin, del mundo íntimo del compañero.

Cultivar el Cariño y la Admiración.- Los buenos recuerdos se construyen con un sistema de cariño y admiración y esto permite desenterrar sentimientos positivos y ponerlos al servicio de la felicidad de ambos.

Estos elementos permiten mantener la sensación de que es gratificante seguir tratando a la pareja con dignidad, respeto y cariño.

Cuando esta sensación desaparece la relación no puede reavivarse. La amistad es la base de cualquier matrimonio feliz y para sostener esta amistad, es fundamental mantener cariño y admiración por la pareja.

Acercarse al otro.- Los mitos del amor romántico distorsionan drásticamente nuestra idea de romance y pasión. La pasión se aviva mediante el proceso de estar conectados, cada vez que hacemos saber a la pareja que es valorada en la vida cotidiana, momentos poco dramátios pero fundamentales para permanecer emocionalmente conectados.

Así se crea y mantiene la “cuenta bancaria” emocional de la pareja, donde se crean ahorros emocionales que les servirán en tiempos de crisis o conflicto. Cuando se han almacenado altas cantidades de buena voluntad, se puede ser tolerante en tiempos difíciles además de ser clave para una pasión duradera.

Dejar que la pareja te influya.- La pareja considera al cónyuge como equipo a la hora de tomar decisiones; se esté en disposición de compartir el poder y la toma de decisiones. Los matrimonios en que el esposo se resiste a compartir el poder tienen cuatro veces mas probabilidades de destruirse o ser infelices que aquellos en que sí lo hace. Esta clase de esposo es el siguiente paso en la evolución social; ha aprendido a honrar y respetar a su mujer y a demostrarlo. Se relaciona mejor emocionalmente y está mas abierto a aprender de ella, hijos y amigos. Elige el “nosotros” por encima del “yo”; este concepto de compartir el poder matrimonial es relativamente nuevo y ha surgido como consecuencia de los grandes cambios sociales de las últimas décadas.

Resolver los problemas solubles.- A pesar de lo que puedan decir muchos terapeutas, para que un matrimonio prospere no es necesario que resuelvas tus grandes conflictos, pero sí los pequeños. En los matrimonios inestables, los problemas que no se solucionan acaban por matar la relación. Sea cual sea el tema que se discute, ambos en la pareja deben recibir el mensaje de que son amados y aceptados, con defectos incluidos. Se deben perdonar uno al otro y dejar atrás resentimientos pasados. Los típicos problemas solubles son estrés laboral, familia política, dinero, sexo, trabajo doméstico e hijos.

Salir del Estancamiento.- Si la pareja se siente estancada en problemas que no pueden resolver, lo adecuado es que se manejen con aplomo, pasando del estancamiento al diálogo. Aunque el conflicto estancado sea perpetuo, el objetivo es ser capaces de hablar de él sin hacerse mutuo daño, primero comprendiendo la causa del mismo, como lo es tener sueños que no se han realizado, esperanzas, aspiraciones y deseos que forman parte de la identidad y que dan propósito y sentido a la vida.

Crear un Sentido de Trascendencia.- El matrimonio no consiste unicamente en educar a los hijos, dividir tareas y hacer el amor; tiene también dimensiones espirituales que se refieren a la posibilidad de crear una vida interior juntos, una cultura plena de símbolos y rituales y apreciación del papel que cada quien tiene en la relación y los objetivos que les unen para sentir plenamente lo que significa ser parte de una familia. Crear cultura es una mezcla de respeto a los sueños mutuos para incorporar los de ambos en la construcción de un camino común, aun si no se comparten. Esta cultura va construyendo un sentido de trascendencia, atenuando la beligerancia de los conflictos y creando condiciones para que los problemas irresolubles no se estanquen.

Lo ideal es construir día a día un modelo de relación en el que se AME sin DEPENDER del otro, sin tener miedo de expresar lo que se siente y piensa, sin agredir ni permitir maltrato, con respeto ante todo.

Convivir en pareja logrando una relación positiva en la que se viva cercanía, intimidad, empatía, agrado mutuo, pasión y que acepten un compromiso común es un anhelo y búsqueda que se estima hasta del 95% de las personas.

La ciencia que estudia la conducta humana ha evolucionado de manera importante e investigadores como John M. Gottman, y Nan Silver comparten descubrimientos al grado de poder prever cuando una pareja tiene futuro y cuando éste se vislumbra plagado de nubes borrascosas. Aquí las 7 reglas de oro que ellos han descubierto como infalibles para el éxito:

Mejorar los Mapas de Amor.- Del conocimiento, surge el amor y la fortaleza para capear dificultades y conflictos. Se debe prestar atención a los detalles de la vida del cónyuge, de sus miedos, alegrías y gustos, del nombre de sus amigos, de toda la información relevante sobre la vida de la pareja, en fin, del mundo íntimo del compañero.

Cultivar el Cariño y la Admiración.- Los buenos recuerdos se construyen con un sistema de cariño y admiración y esto permite desenterrar sentimientos positivos y ponerlos al servicio de la felicidad de ambos.

Estos elementos permiten mantener la sensación de que es gratificante seguir tratando a la pareja con dignidad, respeto y cariño.

Cuando esta sensación desaparece la relación no puede reavivarse. La amistad es la base de cualquier matrimonio feliz y para sostener esta amistad, es fundamental mantener cariño y admiración por la pareja.

Acercarse al otro.- Los mitos del amor romántico distorsionan drásticamente nuestra idea de romance y pasión. La pasión se aviva mediante el proceso de estar conectados, cada vez que hacemos saber a la pareja que es valorada en la vida cotidiana, momentos poco dramátios pero fundamentales para permanecer emocionalmente conectados.

Así se crea y mantiene la “cuenta bancaria” emocional de la pareja, donde se crean ahorros emocionales que les servirán en tiempos de crisis o conflicto. Cuando se han almacenado altas cantidades de buena voluntad, se puede ser tolerante en tiempos difíciles además de ser clave para una pasión duradera.

Dejar que la pareja te influya.- La pareja considera al cónyuge como equipo a la hora de tomar decisiones; se esté en disposición de compartir el poder y la toma de decisiones. Los matrimonios en que el esposo se resiste a compartir el poder tienen cuatro veces mas probabilidades de destruirse o ser infelices que aquellos en que sí lo hace. Esta clase de esposo es el siguiente paso en la evolución social; ha aprendido a honrar y respetar a su mujer y a demostrarlo. Se relaciona mejor emocionalmente y está mas abierto a aprender de ella, hijos y amigos. Elige el “nosotros” por encima del “yo”; este concepto de compartir el poder matrimonial es relativamente nuevo y ha surgido como consecuencia de los grandes cambios sociales de las últimas décadas.

Resolver los problemas solubles.- A pesar de lo que puedan decir muchos terapeutas, para que un matrimonio prospere no es necesario que resuelvas tus grandes conflictos, pero sí los pequeños. En los matrimonios inestables, los problemas que no se solucionan acaban por matar la relación. Sea cual sea el tema que se discute, ambos en la pareja deben recibir el mensaje de que son amados y aceptados, con defectos incluidos. Se deben perdonar uno al otro y dejar atrás resentimientos pasados. Los típicos problemas solubles son estrés laboral, familia política, dinero, sexo, trabajo doméstico e hijos.

Salir del Estancamiento.- Si la pareja se siente estancada en problemas que no pueden resolver, lo adecuado es que se manejen con aplomo, pasando del estancamiento al diálogo. Aunque el conflicto estancado sea perpetuo, el objetivo es ser capaces de hablar de él sin hacerse mutuo daño, primero comprendiendo la causa del mismo, como lo es tener sueños que no se han realizado, esperanzas, aspiraciones y deseos que forman parte de la identidad y que dan propósito y sentido a la vida.

Crear un Sentido de Trascendencia.- El matrimonio no consiste unicamente en educar a los hijos, dividir tareas y hacer el amor; tiene también dimensiones espirituales que se refieren a la posibilidad de crear una vida interior juntos, una cultura plena de símbolos y rituales y apreciación del papel que cada quien tiene en la relación y los objetivos que les unen para sentir plenamente lo que significa ser parte de una familia. Crear cultura es una mezcla de respeto a los sueños mutuos para incorporar los de ambos en la construcción de un camino común, aun si no se comparten. Esta cultura va construyendo un sentido de trascendencia, atenuando la beligerancia de los conflictos y creando condiciones para que los problemas irresolubles no se estanquen.

Lo ideal es construir día a día un modelo de relación en el que se AME sin DEPENDER del otro, sin tener miedo de expresar lo que se siente y piensa, sin agredir ni permitir maltrato, con respeto ante todo.