/ viernes 6 de mayo de 2022

"¡Pásele marchanta…!"

¿Por qué tan desmedido el encarecimiento en el costo de la vida, de frutas, vegetales y básicos? "Que tan guapos" se verían los siguientes precios: "¡pásele marchantita…! ¡Pásele!, a $2.70 el kilo de nopal para que no lo pague a $30.00. A $9.00 el tomate y la calabacita cuarenteña, el brócoli a $11.00, la fresa a $7.00, el plátano y pepino a $9.00, el jitomate saladett a $9.00 y la zanahoria a $4.00"…. Parecería broma nefasta, pero esos son los precios prevalecientes ayer jueves a las tres de la mañana, en la central de abastos de la ciudad de México.

De noche y de madrugada, llegan ahí, de treinta a cuarenta y cinco mil toneladas de frutas, verduras y chiles. Esos perecederos marcan el ritmo de los precios. Lo que pagamos al menudeo son de reventa. Antes fueron los coyotes del campo, prestamistas y compradores de cosecha anticipada, los que primero "rebanaron el pastel". Después los intermediarios, bodegueros, expertos, según la temporada, las lluvias, oferta y demanda, lo fresco y lo oreado, en ajustar, "en tironeos", en "sube y baja los precios", hasta que como a las cinco de la mañana se estabilizan. No son los supermercados los que venden ni más barato, ni más fresco, sino las centrales de abasto como México, Tecamachalco y Puebla capital. Los intermediaros especulan incrementando los precios hasta en un 700%. Pero una lechuga debe venderse fresca, oreada ya no vale lo mismo. Es solo un caso, millones de compradores desfilan en un frenesí, en donde unos son "diableros", otros "regatean", otros amontonan billetes y otros pepenan su sustento diario, entre los desperdicios. Hacen ahí, su despensa sin gastar un peso. Esa locura se prolonga hasta las diez u once de la mañana en que los bodegueros, vencidos por el cansancio dormitan, recargados en un bulto, y los diableros batallan, para que por la tarde sean las "chicas de la vida contenta", quien les esquilme parte de la ganancia. La especulación es el pan de todos los días: el frijol nayarita, en el campo vale $12.00 pesos, al público $35.00; la miel papantleca, de $45.00 hasta $220.00: la naranja de $2.00 hasta $7.00 y $8.00 y el limón michoacano de $5.00 hasta $30.00. o $60.00. Pero en el campo, es el coyote quien dicta las reglas. El campesino ve poca ganancia, ya que, entre semillas, abonos, gasolina y mantener a su familia, acaba lo de la venta anticipada. Muchos trabajan por cariño al campo y para que la tierra "este viva". Pero como siempre, desde que el mundo es mundo, los vivales "tarasquean" como hambrientos leones y las migajas son para los desposeídos, los vulnerables.

¿Cree usted que exagero?, Diario salen de Tecamachalco y Puebla capital, cientos de camiones Torton hacia el sureste, carga cubierta de alfalfa, para que fruta y verduras no pierdan frescura. Rechinan de pesados. En su destino, la cebolla que llevan de a $100.00 el bulto, la menudearán a $80.00 pesos el kilo. En Tierra Blanca, por ejemplo, la gente ya no compra por kilo, sino por dos jitomates o tres limones. ¿Cómo exterminar a coyotes e intermediarios?, son generaciones que, desde siempre, medran y lucran con el hambre y la necesidad de los demás, ¿Habrá algún "guapo" y valiente que ponga orden en todo esto?

¡Pásele marchantita… Pásele!

¿Por qué tan desmedido el encarecimiento en el costo de la vida, de frutas, vegetales y básicos? "Que tan guapos" se verían los siguientes precios: "¡pásele marchantita…! ¡Pásele!, a $2.70 el kilo de nopal para que no lo pague a $30.00. A $9.00 el tomate y la calabacita cuarenteña, el brócoli a $11.00, la fresa a $7.00, el plátano y pepino a $9.00, el jitomate saladett a $9.00 y la zanahoria a $4.00"…. Parecería broma nefasta, pero esos son los precios prevalecientes ayer jueves a las tres de la mañana, en la central de abastos de la ciudad de México.

De noche y de madrugada, llegan ahí, de treinta a cuarenta y cinco mil toneladas de frutas, verduras y chiles. Esos perecederos marcan el ritmo de los precios. Lo que pagamos al menudeo son de reventa. Antes fueron los coyotes del campo, prestamistas y compradores de cosecha anticipada, los que primero "rebanaron el pastel". Después los intermediarios, bodegueros, expertos, según la temporada, las lluvias, oferta y demanda, lo fresco y lo oreado, en ajustar, "en tironeos", en "sube y baja los precios", hasta que como a las cinco de la mañana se estabilizan. No son los supermercados los que venden ni más barato, ni más fresco, sino las centrales de abasto como México, Tecamachalco y Puebla capital. Los intermediaros especulan incrementando los precios hasta en un 700%. Pero una lechuga debe venderse fresca, oreada ya no vale lo mismo. Es solo un caso, millones de compradores desfilan en un frenesí, en donde unos son "diableros", otros "regatean", otros amontonan billetes y otros pepenan su sustento diario, entre los desperdicios. Hacen ahí, su despensa sin gastar un peso. Esa locura se prolonga hasta las diez u once de la mañana en que los bodegueros, vencidos por el cansancio dormitan, recargados en un bulto, y los diableros batallan, para que por la tarde sean las "chicas de la vida contenta", quien les esquilme parte de la ganancia. La especulación es el pan de todos los días: el frijol nayarita, en el campo vale $12.00 pesos, al público $35.00; la miel papantleca, de $45.00 hasta $220.00: la naranja de $2.00 hasta $7.00 y $8.00 y el limón michoacano de $5.00 hasta $30.00. o $60.00. Pero en el campo, es el coyote quien dicta las reglas. El campesino ve poca ganancia, ya que, entre semillas, abonos, gasolina y mantener a su familia, acaba lo de la venta anticipada. Muchos trabajan por cariño al campo y para que la tierra "este viva". Pero como siempre, desde que el mundo es mundo, los vivales "tarasquean" como hambrientos leones y las migajas son para los desposeídos, los vulnerables.

¿Cree usted que exagero?, Diario salen de Tecamachalco y Puebla capital, cientos de camiones Torton hacia el sureste, carga cubierta de alfalfa, para que fruta y verduras no pierdan frescura. Rechinan de pesados. En su destino, la cebolla que llevan de a $100.00 el bulto, la menudearán a $80.00 pesos el kilo. En Tierra Blanca, por ejemplo, la gente ya no compra por kilo, sino por dos jitomates o tres limones. ¿Cómo exterminar a coyotes e intermediarios?, son generaciones que, desde siempre, medran y lucran con el hambre y la necesidad de los demás, ¿Habrá algún "guapo" y valiente que ponga orden en todo esto?

¡Pásele marchantita… Pásele!