/ lunes 24 de diciembre de 2018

¡Patria deshilachada!

“Patria mía, tan deshilachada, tan pobre, tan saqueada, con tanto político corrupto y con tanto muerto regado por su territorio…”, del discurso que don Carlos Payan Velver pronunció en el acto, al premiarlo con la medalla “BELISARIO DOMINGUEZ” en el Senado de la Republica, he tomado esta frase.

Sentencia de profundo impacto del maestro del periodismo nacional. Hombre íntegro y valeroso cuya probidad, en él se convirtió en forma de vida. Personalidad cotidiana ejecutante de los más enaltecidos valores y creencias.

Patria deshilachada… que con López de Santa Ana le arrebataron la mitad de su geografía. ¡Patria ensangrentada! que, a la búsqueda de su esencia, vivió en la violencia convulsiva en el siglo XIX y segunda década del XX. Patria, cuya mezcla originaria se amasó con la sangre de millones de sus hijos, lo mismo en conflictos fratricidas que en guerras con extraños. Patria, que aun en estas últimas décadas en la guerra contra el narco vio morir a cientos de miles y desaparecer a otros tantos, en un conflicto que cualquiera pensaría sirvió para afianzar al régimen imperante y controlar inconformes.

Patria desgarrada y ensangrentada… El tejido de tu sociedad hecho girones y “deshilachado”, violencia por doquier, asaltos, homicidios, secuestros. La diaria violencia parece ya natural a nuestras vidas.

Patria tan “pobre” siento tan “rica”, “el niño dios te regaló un establo y los veneros de petróleo el diablo”, cantaba el poeta velardiano. Desde la etapa colonial, docenas y docenas de galeones apretados de plata y oro y las riquezas de oriente, surcaban hacia Europa, algunos por el enorme peso se hundieron en el golfo. Minas del norte, del centro y del sur de tu territorio, fueron explotadas hasta su agotamiento, para hartar los intestinos de esas naves en un interminable saqueo que desde entonces hasta hoy no ha cesado y ha sido consentido por quienes dirigen México, cuya principal tarea debiera ser “construir”. Empobrecimiento sin piedad de un territorio rico de origen, costas, mares, minas, petróleo. Que ha engrosado las incalculables fortunas de nuestros demagogos.

Patria tan “pobre” que sigue enriqueciendo al extranjero. Patria tan “pobre” pudiendo ser “rica” con sus repletas cavernas petrolíferas, pero he aquí, que sus neoliberales hijos le han regalado al extranjero. Patria tan saqueada, los pozos “potrero del llano” y “faja de oro” en los años treinta eran los de mayor producción mundial y a ellos, el patriota Cárdenas, los rescató para que esa riqueza social propiciara el desarrollo nacional. Se las quito a las “siete hermanas” petroleras mundiales que ahora están de regreso y se apuran a quitar de cientos de miles de gasolineras los letreros de PEMEX, para poner los propios. Los desleales hijos tuyos patria, también han entregado la producción eléctrica a los foráneos, convirtiendo a la empresa estatal CFE, en simple revendedora de lo que aquellas producen. Los pobres de México pagaron hasta con sus “broquelitos” de oro, sus puerquitos y gallinas, su aporte a la nacionalización del oro negro.

Patria que ha mirado absorta el desmantelamiento de aquel estado de bienestar para todos que produjo la prolongada guerra entre hermanos llamada revolución. Estado protector que prohijó cientos de empresas del estado, muchas de ellas para proteger al campo, productores de maíz, de café, de trigo. Riqueza social como CONASUPO, bodegas de la CEIMSA, etc, etc; que los hijos de su neoliberal progenitora desgajaron para entregar a los privados.

Patria con dirigentes “sociales”, faltos de emoción por México, de discurso convincente pero demagógico y al fin y al cabo de un actuar contrario. Derrochadores hasta el cansancio, que regalaron las riquezas sociales, pero endeudaron a México hasta lo imposible. Que decían proteger a los migrantes, pero los exterminaban y sepultaban en grandes fosas, que festejaban a los periodistas, pero se desentendían de sus homicidios. Que decían respetar libertades de expresión pero que consintieron matazones colectivas, asesinatos de luchadores sociales y persecución de líderes del pueblo.

“Patria con tanto muerto regado por su territorio…”, he seguido esta fragmentada lectura de lo “deshilachado”, a la cual hace alusión Carlos Payan. Quien con su discurso resuelto y arrojado nos regala verdades que otros no se atreven a pronunciar. Su enaltecido mensaje rasga la profunda penumbra de la falsedad y la mentira con la cegadora luz de la autenticidad. El galardonado afirmó de paso que abriga la esperanza de que ahora que gobierna un demócrata, la patria recupere su esplendor.

De vez en cuando, entre tanta podredumbre vuela el ave de la inteligencia y de la luz. Carlos Payan dictó en el senado catedra de su vasta experiencia, su honestidad, su creencia y fe en México.

Patria deshilachada… que quizás se reconstruya. Tarea de todos, desde ministros de la corte hasta simples mexicanos de a pie.

¡Porqué este México le pertenezca a nuestros hijos!

A todos los que lean este mensaje, ¡Feliz Navidad!


Frase lapidaria de Carlos Payan Velver

19 de diciembre de 2018

Al recibir la medalla “Belisario Domínguez” en el Senado de la República.

“Patria mía, tan deshilachada, tan pobre, tan saqueada, con tanto político corrupto y con tanto muerto regado por su territorio…”, del discurso que don Carlos Payan Velver pronunció en el acto, al premiarlo con la medalla “BELISARIO DOMINGUEZ” en el Senado de la Republica, he tomado esta frase.

Sentencia de profundo impacto del maestro del periodismo nacional. Hombre íntegro y valeroso cuya probidad, en él se convirtió en forma de vida. Personalidad cotidiana ejecutante de los más enaltecidos valores y creencias.

Patria deshilachada… que con López de Santa Ana le arrebataron la mitad de su geografía. ¡Patria ensangrentada! que, a la búsqueda de su esencia, vivió en la violencia convulsiva en el siglo XIX y segunda década del XX. Patria, cuya mezcla originaria se amasó con la sangre de millones de sus hijos, lo mismo en conflictos fratricidas que en guerras con extraños. Patria, que aun en estas últimas décadas en la guerra contra el narco vio morir a cientos de miles y desaparecer a otros tantos, en un conflicto que cualquiera pensaría sirvió para afianzar al régimen imperante y controlar inconformes.

Patria desgarrada y ensangrentada… El tejido de tu sociedad hecho girones y “deshilachado”, violencia por doquier, asaltos, homicidios, secuestros. La diaria violencia parece ya natural a nuestras vidas.

Patria tan “pobre” siento tan “rica”, “el niño dios te regaló un establo y los veneros de petróleo el diablo”, cantaba el poeta velardiano. Desde la etapa colonial, docenas y docenas de galeones apretados de plata y oro y las riquezas de oriente, surcaban hacia Europa, algunos por el enorme peso se hundieron en el golfo. Minas del norte, del centro y del sur de tu territorio, fueron explotadas hasta su agotamiento, para hartar los intestinos de esas naves en un interminable saqueo que desde entonces hasta hoy no ha cesado y ha sido consentido por quienes dirigen México, cuya principal tarea debiera ser “construir”. Empobrecimiento sin piedad de un territorio rico de origen, costas, mares, minas, petróleo. Que ha engrosado las incalculables fortunas de nuestros demagogos.

Patria tan “pobre” que sigue enriqueciendo al extranjero. Patria tan “pobre” pudiendo ser “rica” con sus repletas cavernas petrolíferas, pero he aquí, que sus neoliberales hijos le han regalado al extranjero. Patria tan saqueada, los pozos “potrero del llano” y “faja de oro” en los años treinta eran los de mayor producción mundial y a ellos, el patriota Cárdenas, los rescató para que esa riqueza social propiciara el desarrollo nacional. Se las quito a las “siete hermanas” petroleras mundiales que ahora están de regreso y se apuran a quitar de cientos de miles de gasolineras los letreros de PEMEX, para poner los propios. Los desleales hijos tuyos patria, también han entregado la producción eléctrica a los foráneos, convirtiendo a la empresa estatal CFE, en simple revendedora de lo que aquellas producen. Los pobres de México pagaron hasta con sus “broquelitos” de oro, sus puerquitos y gallinas, su aporte a la nacionalización del oro negro.

Patria que ha mirado absorta el desmantelamiento de aquel estado de bienestar para todos que produjo la prolongada guerra entre hermanos llamada revolución. Estado protector que prohijó cientos de empresas del estado, muchas de ellas para proteger al campo, productores de maíz, de café, de trigo. Riqueza social como CONASUPO, bodegas de la CEIMSA, etc, etc; que los hijos de su neoliberal progenitora desgajaron para entregar a los privados.

Patria con dirigentes “sociales”, faltos de emoción por México, de discurso convincente pero demagógico y al fin y al cabo de un actuar contrario. Derrochadores hasta el cansancio, que regalaron las riquezas sociales, pero endeudaron a México hasta lo imposible. Que decían proteger a los migrantes, pero los exterminaban y sepultaban en grandes fosas, que festejaban a los periodistas, pero se desentendían de sus homicidios. Que decían respetar libertades de expresión pero que consintieron matazones colectivas, asesinatos de luchadores sociales y persecución de líderes del pueblo.

“Patria con tanto muerto regado por su territorio…”, he seguido esta fragmentada lectura de lo “deshilachado”, a la cual hace alusión Carlos Payan. Quien con su discurso resuelto y arrojado nos regala verdades que otros no se atreven a pronunciar. Su enaltecido mensaje rasga la profunda penumbra de la falsedad y la mentira con la cegadora luz de la autenticidad. El galardonado afirmó de paso que abriga la esperanza de que ahora que gobierna un demócrata, la patria recupere su esplendor.

De vez en cuando, entre tanta podredumbre vuela el ave de la inteligencia y de la luz. Carlos Payan dictó en el senado catedra de su vasta experiencia, su honestidad, su creencia y fe en México.

Patria deshilachada… que quizás se reconstruya. Tarea de todos, desde ministros de la corte hasta simples mexicanos de a pie.

¡Porqué este México le pertenezca a nuestros hijos!

A todos los que lean este mensaje, ¡Feliz Navidad!


Frase lapidaria de Carlos Payan Velver

19 de diciembre de 2018

Al recibir la medalla “Belisario Domínguez” en el Senado de la República.

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