/ viernes 14 de febrero de 2020

Pobladores arman a niños serranos

  • Ante la imposibilidad de obtener protección de autoridad competente, pueblos de la sierra del estado de Guerrero se ven obligados a iniciar a niños en el manejo de las armas, con el propósito fundado de poder protegerse, al mismo tiempo que a familias de sus pueblos diezmados por la delincuencia que opera a diario en esas zonas geográficas.

Estremece saber que el pueblo adulto inicia en el manejo de las armas a 19 niños, según datos proporcionados, todos ellos huérfanos por la delincuencia que priva en esa región de Chilapa, estado de Guerrero, esta reacción de pueblos circunvecinos la generó el asesinato de 10 músicos indígenas nahuas por un comando armado desconocido hasta el momento. Además de haberles quitado la vida, fueron incinerados y destrozados vehículos donde viajaban los músicos después de asistir al cumplimiento de un contrato del pueblo llamado Tlayelpa. El pueblo ignora el móvil de los asesinatos del grupo musical.

El argumento de los pobladores de los pueblos de esa área geográfica para determinar ejercitar a niños en las armas con el propósito de convertirlos en autodefensa de sus comunidades, lo basan apoyados en la realidad que viven: “se toma esa mediada (autodefensa), porque el gobierno no tiene la capacidad y tampoco el interés en la defensa a pueblos indígenas de los grupos delictivos”. De hecho está plenamente justificado que si la autoridad a la que corresponde la tarea de salvaguardar a las comunidades de los atentados, no ha podido dar protección a esos pueblos serranos, estos acuden a sus fuerzas de autodefensa de la familia. Los niños, éstos deben estar estudiando en la escuela, gozar de todos los derechos que han sido dictados en las leyes que los protegen y de ninguna forma deben cargar un arma que, juzgado desde cualquier ángulo civilizado, es para matar.

Sin embargo, las comunidades donde sufren atrocidades por grupos delictivos no les queda más alternativa que decidirse a brindar seguridad a sus familias, cansados de tanto atropello y abandono (justificado o no) de las autoridades todas.

El tesoro de los niños de la montaña, además de contar con su padre y madre, es la educación. Esa educación prometida por el actual gobierno federal, esa educación que debe de romper el viejo esquema generacional de repetir el mismo ejemplo de vida sin futuro.

  • Pero, si las comunidades no gozan de la tranquilidad social, los niños siempre vivirán la zozobra de ser agredidos por desaparición de sus padres.

Los niños tienen derecho a ser felices y la escuela es un medio que debe proporcionarla por medio de la impartición del conocimiento así como el esparcimiento lúdico y la música.

El gobierno tiene la tarea de implementar dentro de la educación que imparte “los Derechos Humanos”, ello por medio de la serie de valores. Entre ellas el respeto a la vida propia y a la ajena, desde pequeños debe imbuirse la serie de conceptos axiológicos, los que poco apoco solidifiquen la estructura moral del pequeño infante para que de adulto ostenten principios inamovibles y constituyan un ciudadano requerido por la Patria, ésa que todos los mexicanos anhelamos con vehemencia.

El gobierno de la República tiene la responsabilidad de enmendar todos los males que los anteriores regímenes de gobierno dejaron, entre ellos el tema aquí mencionado. Es muy cierto que este tipo de problemas sociales heredados no son fáciles de corregir porque están arraigados, apoyados por el tiempo transcurrido de su presencia. Se espera que el empeño gubernamental para corregir el rumbo del país se haga realidad, porque se nota que la instituciones encargadas de enmendar los errores del pasado se están realizando, y han iniciado por sanear la burocracia y otros grupos oficiales al servicio del pueblo. Esperemos que en este gobierno se alcance un buen porcentaje de mejora política, económica y social. Que en el futuro países ya no califiquen a México como una nación insegura, sino por el contrario, un país lleno de paz y concordia.

  • Ante la imposibilidad de obtener protección de autoridad competente, pueblos de la sierra del estado de Guerrero se ven obligados a iniciar a niños en el manejo de las armas, con el propósito fundado de poder protegerse, al mismo tiempo que a familias de sus pueblos diezmados por la delincuencia que opera a diario en esas zonas geográficas.

Estremece saber que el pueblo adulto inicia en el manejo de las armas a 19 niños, según datos proporcionados, todos ellos huérfanos por la delincuencia que priva en esa región de Chilapa, estado de Guerrero, esta reacción de pueblos circunvecinos la generó el asesinato de 10 músicos indígenas nahuas por un comando armado desconocido hasta el momento. Además de haberles quitado la vida, fueron incinerados y destrozados vehículos donde viajaban los músicos después de asistir al cumplimiento de un contrato del pueblo llamado Tlayelpa. El pueblo ignora el móvil de los asesinatos del grupo musical.

El argumento de los pobladores de los pueblos de esa área geográfica para determinar ejercitar a niños en las armas con el propósito de convertirlos en autodefensa de sus comunidades, lo basan apoyados en la realidad que viven: “se toma esa mediada (autodefensa), porque el gobierno no tiene la capacidad y tampoco el interés en la defensa a pueblos indígenas de los grupos delictivos”. De hecho está plenamente justificado que si la autoridad a la que corresponde la tarea de salvaguardar a las comunidades de los atentados, no ha podido dar protección a esos pueblos serranos, estos acuden a sus fuerzas de autodefensa de la familia. Los niños, éstos deben estar estudiando en la escuela, gozar de todos los derechos que han sido dictados en las leyes que los protegen y de ninguna forma deben cargar un arma que, juzgado desde cualquier ángulo civilizado, es para matar.

Sin embargo, las comunidades donde sufren atrocidades por grupos delictivos no les queda más alternativa que decidirse a brindar seguridad a sus familias, cansados de tanto atropello y abandono (justificado o no) de las autoridades todas.

El tesoro de los niños de la montaña, además de contar con su padre y madre, es la educación. Esa educación prometida por el actual gobierno federal, esa educación que debe de romper el viejo esquema generacional de repetir el mismo ejemplo de vida sin futuro.

  • Pero, si las comunidades no gozan de la tranquilidad social, los niños siempre vivirán la zozobra de ser agredidos por desaparición de sus padres.

Los niños tienen derecho a ser felices y la escuela es un medio que debe proporcionarla por medio de la impartición del conocimiento así como el esparcimiento lúdico y la música.

El gobierno tiene la tarea de implementar dentro de la educación que imparte “los Derechos Humanos”, ello por medio de la serie de valores. Entre ellas el respeto a la vida propia y a la ajena, desde pequeños debe imbuirse la serie de conceptos axiológicos, los que poco apoco solidifiquen la estructura moral del pequeño infante para que de adulto ostenten principios inamovibles y constituyan un ciudadano requerido por la Patria, ésa que todos los mexicanos anhelamos con vehemencia.

El gobierno de la República tiene la responsabilidad de enmendar todos los males que los anteriores regímenes de gobierno dejaron, entre ellos el tema aquí mencionado. Es muy cierto que este tipo de problemas sociales heredados no son fáciles de corregir porque están arraigados, apoyados por el tiempo transcurrido de su presencia. Se espera que el empeño gubernamental para corregir el rumbo del país se haga realidad, porque se nota que la instituciones encargadas de enmendar los errores del pasado se están realizando, y han iniciado por sanear la burocracia y otros grupos oficiales al servicio del pueblo. Esperemos que en este gobierno se alcance un buen porcentaje de mejora política, económica y social. Que en el futuro países ya no califiquen a México como una nación insegura, sino por el contrario, un país lleno de paz y concordia.