/ viernes 3 de mayo de 2019

Polémica necesaria para estructurar ley

La buena educación es para la vida, no para volver a ver al maestro

La estructuración de una nueva ley requiere de razonamientos apoyados en avances de ciencia y tecnología, donde todos los enfoques se dirijan hacia la formación del hombre; deben los autores de la futura ley contemplar la voluntad de educar al futuro ciudadano y, si es posible, la mira hacia el futuro debe abarcar los presentes y futuros tiempos, asegurando el desarrollo de una sociedad justa, creadora, productiva y democrática basada en los valores de una civilización que deje una estela de luz para generaciones venideras. Estructurar una ley requiere de mucha responsabilidad y amor hacia generaciones receptoras de educación, que los tecnócratas llaman de “calidad”, palabra con la que quisieron enajenar al pueblo escaso de educación, porque ésta requiere de mejora continua.

Al fin se ha derogado la Reforma Educativa, producto de tecnócratas del sexenio pasado, la que calumnió aún más que otros gobiernos al trabajo cotidiano del maestro, de ese maestro mal pagado, el que ha trabajado en “edificios escolares” sin mobiliario adecuado, carente de pizarrón, de área requerida para un salón de clase, así como para el patio de recreo, y me refiero a las escuelas de pueblos de las montañas serranas, desiertos y selvas de México, las que reciben niños sin el desayuno por falta de alimento en sus hogares, niños que hacen caminatas largas para llegar al centro escolar. A este magisterio el dedo criminoso tanto de la Secretaría de Educación Pública (SEP), como del “glorioso” Sindicato Nacional de Trabajadores del Estado (SNTE), señalaron al magisterio como responsable de la deplorable educación pública impartida durante varios sexenios

No ha sido fácil para el actual régimen estructurar Ley educativa que substituya a la del sexenio pasado, los intereses contrarios a la buena educación pública estaban comprometidos para ésta no pudiese avanzar con la ciencia y la tecnología en provecho de la colectividad, sino para élites empresariales.

Una de las instituciones creadas para lastimar al magisterio fue el Instituto Nacional de Evaluación (INE), porque sirvió de medio punitivo a la SEP. Además, durante seis años de ejercicio no se obtuvo alguna mejora educativa y costó su estancia muchos millones de pesos incluyendo buenos sueldos de sus empleados en comparación del salario de un maestro de educación primaria o preescolar. Afortunadamente la nueva ley ha cesado esa práctica poco constructiva y ahora será el Sistema Nacional para la Mejora Continua de la Educación. Se crea la Ley Reglamentaria del Sistema para la Carrera de los Maestros y Maestras, la encargada del desarrollo profesional docente.

Por lo que se ha escuchado en los debates parlamentarios del Congreso de la Unión, las evaluaciones servirán para implementar los conocimientos de los maestros en el aspecto pedagógico y no calificarán para la expulsión de la docencia. Serán evaluaciones de carácter formativas y diagnósticas.

Considerando que la nueva Ley debe generar mejora académica como se debe y, no confundirse con el contrato colectivo de trabajo relacionado con el Artículo 123 Constitucional. Viejos maestros experimentados en la docencia han opinado que la Nueva Ley debe incluir enseñanza de las materias que habían sido extirpadas de los programas escolares, medida que contribuyó a la degradación educativa obligada por la SEP. Ahora, se aunarán: civismo, deporte, cultura física, ciencias y humanidades, cuidado del medio ambiente, arte, lenguas y literacidad así como; educación sexual.

Existe entre pedagogos la opinión respecto a la nueva Ley educativa por aprobarse, como impulsora confiable de la educación nacional, deberá sacarla del letargo y que; debido a éste el pueblo ha estado mal educado.

El pueblo debe saber que la educación es factor importante para el desarrollo integral de una nación y México debe levantarse por su propio esfuerzo con apoyo de maestros mexicanos que han mostrado al mundo que los métodos empleados “sui generis” del magisterio de banquillo han repercutido en pedagogías internacionales. En México existen maestros verdaderamente capaces de mejorar las pedagogías de enseñanza basadas en las primitivas, que se emplearon en la enseñanza nacional del Siglo pasado.

La buena educación es para la vida, no para volver a ver al maestro

La estructuración de una nueva ley requiere de razonamientos apoyados en avances de ciencia y tecnología, donde todos los enfoques se dirijan hacia la formación del hombre; deben los autores de la futura ley contemplar la voluntad de educar al futuro ciudadano y, si es posible, la mira hacia el futuro debe abarcar los presentes y futuros tiempos, asegurando el desarrollo de una sociedad justa, creadora, productiva y democrática basada en los valores de una civilización que deje una estela de luz para generaciones venideras. Estructurar una ley requiere de mucha responsabilidad y amor hacia generaciones receptoras de educación, que los tecnócratas llaman de “calidad”, palabra con la que quisieron enajenar al pueblo escaso de educación, porque ésta requiere de mejora continua.

Al fin se ha derogado la Reforma Educativa, producto de tecnócratas del sexenio pasado, la que calumnió aún más que otros gobiernos al trabajo cotidiano del maestro, de ese maestro mal pagado, el que ha trabajado en “edificios escolares” sin mobiliario adecuado, carente de pizarrón, de área requerida para un salón de clase, así como para el patio de recreo, y me refiero a las escuelas de pueblos de las montañas serranas, desiertos y selvas de México, las que reciben niños sin el desayuno por falta de alimento en sus hogares, niños que hacen caminatas largas para llegar al centro escolar. A este magisterio el dedo criminoso tanto de la Secretaría de Educación Pública (SEP), como del “glorioso” Sindicato Nacional de Trabajadores del Estado (SNTE), señalaron al magisterio como responsable de la deplorable educación pública impartida durante varios sexenios

No ha sido fácil para el actual régimen estructurar Ley educativa que substituya a la del sexenio pasado, los intereses contrarios a la buena educación pública estaban comprometidos para ésta no pudiese avanzar con la ciencia y la tecnología en provecho de la colectividad, sino para élites empresariales.

Una de las instituciones creadas para lastimar al magisterio fue el Instituto Nacional de Evaluación (INE), porque sirvió de medio punitivo a la SEP. Además, durante seis años de ejercicio no se obtuvo alguna mejora educativa y costó su estancia muchos millones de pesos incluyendo buenos sueldos de sus empleados en comparación del salario de un maestro de educación primaria o preescolar. Afortunadamente la nueva ley ha cesado esa práctica poco constructiva y ahora será el Sistema Nacional para la Mejora Continua de la Educación. Se crea la Ley Reglamentaria del Sistema para la Carrera de los Maestros y Maestras, la encargada del desarrollo profesional docente.

Por lo que se ha escuchado en los debates parlamentarios del Congreso de la Unión, las evaluaciones servirán para implementar los conocimientos de los maestros en el aspecto pedagógico y no calificarán para la expulsión de la docencia. Serán evaluaciones de carácter formativas y diagnósticas.

Considerando que la nueva Ley debe generar mejora académica como se debe y, no confundirse con el contrato colectivo de trabajo relacionado con el Artículo 123 Constitucional. Viejos maestros experimentados en la docencia han opinado que la Nueva Ley debe incluir enseñanza de las materias que habían sido extirpadas de los programas escolares, medida que contribuyó a la degradación educativa obligada por la SEP. Ahora, se aunarán: civismo, deporte, cultura física, ciencias y humanidades, cuidado del medio ambiente, arte, lenguas y literacidad así como; educación sexual.

Existe entre pedagogos la opinión respecto a la nueva Ley educativa por aprobarse, como impulsora confiable de la educación nacional, deberá sacarla del letargo y que; debido a éste el pueblo ha estado mal educado.

El pueblo debe saber que la educación es factor importante para el desarrollo integral de una nación y México debe levantarse por su propio esfuerzo con apoyo de maestros mexicanos que han mostrado al mundo que los métodos empleados “sui generis” del magisterio de banquillo han repercutido en pedagogías internacionales. En México existen maestros verdaderamente capaces de mejorar las pedagogías de enseñanza basadas en las primitivas, que se emplearon en la enseñanza nacional del Siglo pasado.