/ jueves 13 de diciembre de 2018

Principios básicos de la elección de Puebla

Alberto Jaume Torres*

En este espacio trataré de reseñar algunos de los aspectos que me parecen relevantes de la elección del estado de Puebla y a partir de ahí analizar y, en su caso, entender cómo es que se realizan en esa entidad federativa y en todo el territorio nacional.

Es importante recordar que existen dos organismos que organizan las elecciones concurrentes en Puebla y son el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Electoral del Estado (IEE).

En el Proceso Electoral 2017-2018 se eligieron al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Senadores y Diputados Federales, así mismo fue electo Gobernador, Presidentes Municipales y Diputados locales.

En las elecciones concurrentes existen actividades exclusivas y compartidas de los organismos federal y local. Unas de las actividades que realizo el INE fue la ubicación y el número de casillas a instalarse que, en este proceso electoral, fueron 7,547 y la figura de casilla única recibió la totalidad de las elecciones en disputa.

Esto de la casilla única es un elemento fundamental (en mi opinión) de las elecciones en Puebla y en la totalidad del territorio nacional. En el mes de enero del 2018 el INE sorteó los meses del año, siendo febrero el seleccionado y, en el mes de febrero, sorteó las letras del alfabeto, resultando la “F” y con esa base, sorteó (insaculó) a los ciudadanos que integraron las mesas directivas de casilla el día 1 de Julio.

Las casillas se integraron con funcionarios capacitados por el INE, consistentes en un presidente, dos secretarios, tres escrutadores y tres suplentes generales. Para esas mismas casillas los partidos políticos y candidatos independientes registraron a sus representantes, quienes pudieron vigilar todo el desarrollo de la jornada y el final de la misma; llevarse una copia de los resultados de todas las elecciones levantadas en la casilla. También pudieron sacarles fotos a dichas copias y enviarlas de forma inmediata a sus partidos políticos y candidatos, con el objetivo de computarlas en tiempo real.

Una de las situaciones inadmisibles de la jornada electoral en Puebla fue la violencia que se registró en alrededor de 50 casillas. Esta situación condenable, debe de ser investigada y sancionada por las autoridades encargadas de la procuración e impartición de justicia; sin embargo, como bien sabemos, esta situación que escapa al ámbito electoral, es probablemente uno de los rezagos y pendientes del país. La enorme impunidad que se registra en México en todos los delitos, no escapa al ámbito electoral.

Estos hechos se presentaron en el .66% del total de las casillas instaladas; esto es, que en el 99.4% de las casillas que se instalaron en Puebla, su funcionamiento fue dentro de la normalidad, paz y convivencia que se registró a lo largo y ancho del país. Es importante dimensionar y focalizar en donde se generaron los conflictos y violencia. No se trata de minimizar, si no de contextualizar el tamaño de la elección, con el de los problemas que ciertamente ocurrieron el mismo día de la jornada.

Los resultados de ese día fueron muy diversos. La gente votó de manera diferenciada como en muchos estados del país. La diversidad fue expresada: unos ganaron la presidencia, otros la gubernatura, unos las senadurías y diputaciones, así también existió diversidad en el congreso local y presidencias municipales.

Derivado de este proceso, se impugnó la elección de la gubernatura, llevando este proceso a todas las instancias jurídicas existentes. Se ordenó el recuento de la totalidad de los votos y el resultado fue coincidente con los registrados y consignados el día de la jornada electoral. Así mismo se advirtieron fallas en los procedimientos del manejo de la bodega electoral a cargo del organismo local (IEE de Puebla) y en una votación cerrada, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación(TEPJF), máximo órgano e instancia en la resolución de conflictos electorales, determinó validar la elección en Puebla.

Esto, a mi juicio, es un procedimiento democrático, ya que se cumplieron todos y cada uno de los requisitos e instancias que la ley prevé. Desde luego siempre habrá quien se sienta lastimado con una resolución de este tipo; sin embargo, precisamente el juego democrático consiste en aceptar los resultados y que sean las propias instituciones las que determinen y resuelvan los posibles conflictos que se presenten.


*Vocal Ejecutivo de la Junta Distrital 03

Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala

Alberto Jaume Torres*

En este espacio trataré de reseñar algunos de los aspectos que me parecen relevantes de la elección del estado de Puebla y a partir de ahí analizar y, en su caso, entender cómo es que se realizan en esa entidad federativa y en todo el territorio nacional.

Es importante recordar que existen dos organismos que organizan las elecciones concurrentes en Puebla y son el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Electoral del Estado (IEE).

En el Proceso Electoral 2017-2018 se eligieron al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Senadores y Diputados Federales, así mismo fue electo Gobernador, Presidentes Municipales y Diputados locales.

En las elecciones concurrentes existen actividades exclusivas y compartidas de los organismos federal y local. Unas de las actividades que realizo el INE fue la ubicación y el número de casillas a instalarse que, en este proceso electoral, fueron 7,547 y la figura de casilla única recibió la totalidad de las elecciones en disputa.

Esto de la casilla única es un elemento fundamental (en mi opinión) de las elecciones en Puebla y en la totalidad del territorio nacional. En el mes de enero del 2018 el INE sorteó los meses del año, siendo febrero el seleccionado y, en el mes de febrero, sorteó las letras del alfabeto, resultando la “F” y con esa base, sorteó (insaculó) a los ciudadanos que integraron las mesas directivas de casilla el día 1 de Julio.

Las casillas se integraron con funcionarios capacitados por el INE, consistentes en un presidente, dos secretarios, tres escrutadores y tres suplentes generales. Para esas mismas casillas los partidos políticos y candidatos independientes registraron a sus representantes, quienes pudieron vigilar todo el desarrollo de la jornada y el final de la misma; llevarse una copia de los resultados de todas las elecciones levantadas en la casilla. También pudieron sacarles fotos a dichas copias y enviarlas de forma inmediata a sus partidos políticos y candidatos, con el objetivo de computarlas en tiempo real.

Una de las situaciones inadmisibles de la jornada electoral en Puebla fue la violencia que se registró en alrededor de 50 casillas. Esta situación condenable, debe de ser investigada y sancionada por las autoridades encargadas de la procuración e impartición de justicia; sin embargo, como bien sabemos, esta situación que escapa al ámbito electoral, es probablemente uno de los rezagos y pendientes del país. La enorme impunidad que se registra en México en todos los delitos, no escapa al ámbito electoral.

Estos hechos se presentaron en el .66% del total de las casillas instaladas; esto es, que en el 99.4% de las casillas que se instalaron en Puebla, su funcionamiento fue dentro de la normalidad, paz y convivencia que se registró a lo largo y ancho del país. Es importante dimensionar y focalizar en donde se generaron los conflictos y violencia. No se trata de minimizar, si no de contextualizar el tamaño de la elección, con el de los problemas que ciertamente ocurrieron el mismo día de la jornada.

Los resultados de ese día fueron muy diversos. La gente votó de manera diferenciada como en muchos estados del país. La diversidad fue expresada: unos ganaron la presidencia, otros la gubernatura, unos las senadurías y diputaciones, así también existió diversidad en el congreso local y presidencias municipales.

Derivado de este proceso, se impugnó la elección de la gubernatura, llevando este proceso a todas las instancias jurídicas existentes. Se ordenó el recuento de la totalidad de los votos y el resultado fue coincidente con los registrados y consignados el día de la jornada electoral. Así mismo se advirtieron fallas en los procedimientos del manejo de la bodega electoral a cargo del organismo local (IEE de Puebla) y en una votación cerrada, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación(TEPJF), máximo órgano e instancia en la resolución de conflictos electorales, determinó validar la elección en Puebla.

Esto, a mi juicio, es un procedimiento democrático, ya que se cumplieron todos y cada uno de los requisitos e instancias que la ley prevé. Desde luego siempre habrá quien se sienta lastimado con una resolución de este tipo; sin embargo, precisamente el juego democrático consiste en aceptar los resultados y que sean las propias instituciones las que determinen y resuelvan los posibles conflictos que se presenten.


*Vocal Ejecutivo de la Junta Distrital 03

Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala