/ viernes 8 de junio de 2018

PROMESA: “Habrá democracia sindical”

La historia de la clase trabajadora en México reseña luchas constantes, en ellas se derramó sangre, como en los casos de Cananea y Río Blanco, ellas obtuvieron mejores salarios, jornada de ocho horas y semana de 40 horas, indemnizaciones por despido, la seguridad social y prestaciones laborales. La lucha de trabajadores en el mundo modificó a las mutualidades y cooperativas, por agrupaciones defensoras de trabajadores transformándose organizaciones sindicales, cuya función específica es defender intereses de sus agremiados, conseguir para ellos, mejores salarios y mejores condiciones de trabajo compatibles con la realidad económica del país.

La promesa externada por un candidato a la Presidencia de la República, ha despertado entre el magisterio las posibles condiciones para eliminar a su actual “líder” que sigue los mismos pasos de Elba Esther Gordillo (con más de 20 años como lideresa absoluta del SNTE), lo escuchado en Minatitlán el 27 del pasado mes por el candidato ha sido muy significativo al aseverar que: “habrá democracia sindical, se acabó el cacicazgo en el manejo del sindicato petrolero”, la lectura de lo anotado, no solo puede ser aplicado al sindicato petrolero, sino al de los maestros, electricistas, obreros de todo tipo de industrias, de empleados del seguro social, etc.

La ventaja invaluable para trabajadores sindicalizados al democratizar la elección de miembros sindicales es contar con dirigentes que defenderán sus intereses como trabajadores. Ejercer la democracia en elección limpia y trasparente del sindicato será garantía para mejorar condiciones injustas que viven los agremiados. Otra valiosa ventaja para afiliados al ejercer democracia en un sindicato es la participación efectiva en la dirección del gobierno sindical.

Para tener un sindicato sano es necesaria la educación (sindical), acompañada de la democracia, ello fortalece al organismo sindical para enfrentar situaciones de peligros: internos y externos. La educación sindical debe obtenerla el gremio en su totalidad, mediante la capacitación para tener fundamentos de defensa en situaciones requeridas.

El peligro común interno existe en todo momento, y ese peligro está latente en los miembros de un sindicato cuando desean poner a la organización de trabajadores al servicio de intereses ajenos a los de sus afiliados; importante es que los agremiados sepan cuales son sus auténticos intereses.

Cuando un sindicato se “vende” a intereses ajenos, recibe el nombre de “sindicato blanco”, para mayor precisión: ¿Qué es “un sindicato blanco”? Es el que no sirve a sus afiliados, su objetivo es evitar con su existencia que se formen sindicatos libres, combativos que en verdad defiendan los intereses de sus agremiados. Los “sindicatos blancos” son peligrosos debido a que perjudican directamente el nivel de vida de los trabajadores, de hecho constituyen un fraude para los afiliados. Un sindicato debe integrarse por trabajadores que se afilian en forma voluntaria y que por ello tienen el derecho y también el deber de intervenir en asuntos sindicales, y el derecho de exigir la remoción de sus dirigentes, si éstos no cumplen en defensa de los intereses de sus trabajadores. Cualquier miembro sindicalizado tiene el deber de vigilar la conducta correcta de sus dirigentes y, si encontrasen anomalías perjudiciales están en su derecho de promover la destitución de dirigentes y nombrar a otros trabajadores honestos y preparados para dirigir la organización sindical.

El pronunciamiento de terminar con la imposición de “líderes” utilizando el medio legítimo de la democracia, es plausible; porque empleándola se terminarán los cacicazgos sindicales como el de petroleros y maestros, que bien les queda el adjetivo calificativo de: perpetuos, quienes desde hace sexenios sirven al patrón (estado), en detrimento de los intereses de los trabajadores, como ejemplo: desde hace años los maestros reciben un lánguido aumento en su sueldo base (concepto 07), ello por acuerdo del maridaje SEP-SNTE. El SNTE no es capaz de solicitar un aumento compatible con la realidad económica de México. Tampoco ha gestionado buena atención médica para el millón y medio de trabajadores de la educación, y está demostrado que está a disposición del patrón con la aplicación de la llamada Reforma Educativa. A la fecha, no ha hecho ninguna observación a la citada Ley lesiva, aplicada a maestros y a la educación pública. Tampoco ha tratado de gestionar la reincorporación al trabajo de maestros cesados por defender la dignidad profesional. Ahí, como en otros sindicatos (petrolero, textil. etc.), debe operar la democracia para terminar con la corrupción que por décadas ha dañado a los trabajadores del país.


La historia de la clase trabajadora en México reseña luchas constantes, en ellas se derramó sangre, como en los casos de Cananea y Río Blanco, ellas obtuvieron mejores salarios, jornada de ocho horas y semana de 40 horas, indemnizaciones por despido, la seguridad social y prestaciones laborales. La lucha de trabajadores en el mundo modificó a las mutualidades y cooperativas, por agrupaciones defensoras de trabajadores transformándose organizaciones sindicales, cuya función específica es defender intereses de sus agremiados, conseguir para ellos, mejores salarios y mejores condiciones de trabajo compatibles con la realidad económica del país.

La promesa externada por un candidato a la Presidencia de la República, ha despertado entre el magisterio las posibles condiciones para eliminar a su actual “líder” que sigue los mismos pasos de Elba Esther Gordillo (con más de 20 años como lideresa absoluta del SNTE), lo escuchado en Minatitlán el 27 del pasado mes por el candidato ha sido muy significativo al aseverar que: “habrá democracia sindical, se acabó el cacicazgo en el manejo del sindicato petrolero”, la lectura de lo anotado, no solo puede ser aplicado al sindicato petrolero, sino al de los maestros, electricistas, obreros de todo tipo de industrias, de empleados del seguro social, etc.

La ventaja invaluable para trabajadores sindicalizados al democratizar la elección de miembros sindicales es contar con dirigentes que defenderán sus intereses como trabajadores. Ejercer la democracia en elección limpia y trasparente del sindicato será garantía para mejorar condiciones injustas que viven los agremiados. Otra valiosa ventaja para afiliados al ejercer democracia en un sindicato es la participación efectiva en la dirección del gobierno sindical.

Para tener un sindicato sano es necesaria la educación (sindical), acompañada de la democracia, ello fortalece al organismo sindical para enfrentar situaciones de peligros: internos y externos. La educación sindical debe obtenerla el gremio en su totalidad, mediante la capacitación para tener fundamentos de defensa en situaciones requeridas.

El peligro común interno existe en todo momento, y ese peligro está latente en los miembros de un sindicato cuando desean poner a la organización de trabajadores al servicio de intereses ajenos a los de sus afiliados; importante es que los agremiados sepan cuales son sus auténticos intereses.

Cuando un sindicato se “vende” a intereses ajenos, recibe el nombre de “sindicato blanco”, para mayor precisión: ¿Qué es “un sindicato blanco”? Es el que no sirve a sus afiliados, su objetivo es evitar con su existencia que se formen sindicatos libres, combativos que en verdad defiendan los intereses de sus agremiados. Los “sindicatos blancos” son peligrosos debido a que perjudican directamente el nivel de vida de los trabajadores, de hecho constituyen un fraude para los afiliados. Un sindicato debe integrarse por trabajadores que se afilian en forma voluntaria y que por ello tienen el derecho y también el deber de intervenir en asuntos sindicales, y el derecho de exigir la remoción de sus dirigentes, si éstos no cumplen en defensa de los intereses de sus trabajadores. Cualquier miembro sindicalizado tiene el deber de vigilar la conducta correcta de sus dirigentes y, si encontrasen anomalías perjudiciales están en su derecho de promover la destitución de dirigentes y nombrar a otros trabajadores honestos y preparados para dirigir la organización sindical.

El pronunciamiento de terminar con la imposición de “líderes” utilizando el medio legítimo de la democracia, es plausible; porque empleándola se terminarán los cacicazgos sindicales como el de petroleros y maestros, que bien les queda el adjetivo calificativo de: perpetuos, quienes desde hace sexenios sirven al patrón (estado), en detrimento de los intereses de los trabajadores, como ejemplo: desde hace años los maestros reciben un lánguido aumento en su sueldo base (concepto 07), ello por acuerdo del maridaje SEP-SNTE. El SNTE no es capaz de solicitar un aumento compatible con la realidad económica de México. Tampoco ha gestionado buena atención médica para el millón y medio de trabajadores de la educación, y está demostrado que está a disposición del patrón con la aplicación de la llamada Reforma Educativa. A la fecha, no ha hecho ninguna observación a la citada Ley lesiva, aplicada a maestros y a la educación pública. Tampoco ha tratado de gestionar la reincorporación al trabajo de maestros cesados por defender la dignidad profesional. Ahí, como en otros sindicatos (petrolero, textil. etc.), debe operar la democracia para terminar con la corrupción que por décadas ha dañado a los trabajadores del país.