/ martes 6 de agosto de 2019

¿Qué festeja, Presidente?

Vamos muy bien, no hay recesión, vamos muy bien en lo económico y cada vez está mejor la situación económica y social en nuestro país... estamos bien y de buenas... Vamos bien, requetebién.

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México.

  • No ha cumplido la promesa de crecimiento. Empezó por decir que se llegaría al seis por ciento, luego le bajó la apuesta al afirmar que la economía "no iba bien, sino "requetebién" y mantuvo su compromiso de lograr un 4%. Ahora, con este incremento del 0.1%, cree que México crecerá este año, un 2%. Esto significa que su política económica no está funcionando.

Escuché estas palabras en su conferencia mañanera de hace unos días y sin embargo, me queda la duda de qué es lo que festeja, señor presidente.

¿Se festeja que, a nombre de la autoridad republicana, haya usted instruido para que en todas las dependencias públicas del gobierno federal se realizarán despidos de miles de trabajadores que confiaron en su palabra?

¿Se festeja que, en su rencor contra las políticas neoliberales y que, según usted, son causantes de todos los males de México, los inversionistas hayan decidido poner una pausa, porque en los primeros 8 meses el gobierno ha dado muestras de no asumir compromisos e ignorar el Estado de Derecho?

¿Se festeja que se perdió la confianza, que no hay empleo, que no se genera riqueza?

Sé que tiene otros datos pero, la información disponible señala que no hay inversión, ni pública ni privada. Eso sí, hay entrega de recursos públicos a diestra y siniestra (becas y apoyos) que mitigan carencias momentáneas, pero que no contribuyen a la atención, revisión y propuesta eficaz para erradicar los problemas y elevar la calidad de vida. Ahí están las Estancias Infantiles, las dificultades en el sistema de salud, entre otros, situaciones lamentables que impactan al grueso de la población, en especial a los más vulnerables.

Como siempre, usted exalta “su realidad” con sus propios datos, sin darse cuenta de que la realidad nacional es otra. Festejar un crecimiento económico tan pobre y mediocre no habla bien del Ejecutivo, y menos cuando desacredita y se mofa de especialistas y analistas -“neoliberales o neoporfiristas” que lo hacen de mala fe y solo para atacarlo-, al afirmar que “no les funcionó el pronóstico de recesión a los expertos”. Su optimismo reflejado en “...que la economía mexicana está respondiendo... y es una muy buena noticia para el pueblo de México”, no es otra cosa más que engaño y mentira para las y los mexicanos, tal y como lo ha hecho durante todo este tiempo.

No podíamos esperar otra reacción de usted, al creer que la economía va muy bien, destacar el aumento del 0.1% del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año y reiterar que México crecerá este año en un 2 por ciento.

En el “gozo” de este “logro económico”, no reconoce el subejercicio que ha reportado la Secretaría de Hacienda en los primeros seis meses de su gobierno (por 174 mil 484 millones de pesos), la cual afirma que México no enfrenta una recesión, es una desaceleración, que para usted, con su propia información, resume en que es un presupuesto bien ejercido.

¿Cómo festeja una economía en la que hay una menor expansión en la actividad económica del país; una disminución de los ingresos presupuestarios del sector público; una confirmación por parte de Hacienda para utilizar 120 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, porque debe absorber algo de la poca recaudación de ingresos petroleros y tributarios que se tendrán?

Sigue más bien su política de reparto de dinero, que no sabemos hasta cuándo va a alcanzar, pero que sí podemos saber las consecuencias que se tendrán. El que muchos lo tengamos claro de poco sirve cuando usted gobierna a capricho, con ocurrencias, simulaciones de consultas democráticas y a razón de una política social poco afortunada, que ha ameritado el aplauso solo de sus seguidores.

Usted fue candidato por 18 años, se dedicó a criticar -con el objeto de obstruir y, de ser posible, destruir-, cualquier iniciativa, política pública, programa o proyecto de los gobiernos emanados del PAN en la búsqueda del bien común. Hoy pretende, francamente no sé con qué elementos, que se reconozca como exitoso ese "mediocre crecimiento", cuando en términos prácticos es disminución, casi recesión.

Seguir con esa política de reparto de dinero, que no necesariamente se traduce en un gasto orientado de manera correcta a quienes más lo necesitan -como usted dice- no es lo apropiado. No sabemos hasta cuándo va a alcanzar, pero sí podemos prever las consecuencias que se tendrán. Hay que ser más responsables para festejar, sin engañar.

Vamos muy bien, no hay recesión, vamos muy bien en lo económico y cada vez está mejor la situación económica y social en nuestro país... estamos bien y de buenas... Vamos bien, requetebién.

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México.

  • No ha cumplido la promesa de crecimiento. Empezó por decir que se llegaría al seis por ciento, luego le bajó la apuesta al afirmar que la economía "no iba bien, sino "requetebién" y mantuvo su compromiso de lograr un 4%. Ahora, con este incremento del 0.1%, cree que México crecerá este año, un 2%. Esto significa que su política económica no está funcionando.

Escuché estas palabras en su conferencia mañanera de hace unos días y sin embargo, me queda la duda de qué es lo que festeja, señor presidente.

¿Se festeja que, a nombre de la autoridad republicana, haya usted instruido para que en todas las dependencias públicas del gobierno federal se realizarán despidos de miles de trabajadores que confiaron en su palabra?

¿Se festeja que, en su rencor contra las políticas neoliberales y que, según usted, son causantes de todos los males de México, los inversionistas hayan decidido poner una pausa, porque en los primeros 8 meses el gobierno ha dado muestras de no asumir compromisos e ignorar el Estado de Derecho?

¿Se festeja que se perdió la confianza, que no hay empleo, que no se genera riqueza?

Sé que tiene otros datos pero, la información disponible señala que no hay inversión, ni pública ni privada. Eso sí, hay entrega de recursos públicos a diestra y siniestra (becas y apoyos) que mitigan carencias momentáneas, pero que no contribuyen a la atención, revisión y propuesta eficaz para erradicar los problemas y elevar la calidad de vida. Ahí están las Estancias Infantiles, las dificultades en el sistema de salud, entre otros, situaciones lamentables que impactan al grueso de la población, en especial a los más vulnerables.

Como siempre, usted exalta “su realidad” con sus propios datos, sin darse cuenta de que la realidad nacional es otra. Festejar un crecimiento económico tan pobre y mediocre no habla bien del Ejecutivo, y menos cuando desacredita y se mofa de especialistas y analistas -“neoliberales o neoporfiristas” que lo hacen de mala fe y solo para atacarlo-, al afirmar que “no les funcionó el pronóstico de recesión a los expertos”. Su optimismo reflejado en “...que la economía mexicana está respondiendo... y es una muy buena noticia para el pueblo de México”, no es otra cosa más que engaño y mentira para las y los mexicanos, tal y como lo ha hecho durante todo este tiempo.

No podíamos esperar otra reacción de usted, al creer que la economía va muy bien, destacar el aumento del 0.1% del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año y reiterar que México crecerá este año en un 2 por ciento.

En el “gozo” de este “logro económico”, no reconoce el subejercicio que ha reportado la Secretaría de Hacienda en los primeros seis meses de su gobierno (por 174 mil 484 millones de pesos), la cual afirma que México no enfrenta una recesión, es una desaceleración, que para usted, con su propia información, resume en que es un presupuesto bien ejercido.

¿Cómo festeja una economía en la que hay una menor expansión en la actividad económica del país; una disminución de los ingresos presupuestarios del sector público; una confirmación por parte de Hacienda para utilizar 120 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, porque debe absorber algo de la poca recaudación de ingresos petroleros y tributarios que se tendrán?

Sigue más bien su política de reparto de dinero, que no sabemos hasta cuándo va a alcanzar, pero que sí podemos saber las consecuencias que se tendrán. El que muchos lo tengamos claro de poco sirve cuando usted gobierna a capricho, con ocurrencias, simulaciones de consultas democráticas y a razón de una política social poco afortunada, que ha ameritado el aplauso solo de sus seguidores.

Usted fue candidato por 18 años, se dedicó a criticar -con el objeto de obstruir y, de ser posible, destruir-, cualquier iniciativa, política pública, programa o proyecto de los gobiernos emanados del PAN en la búsqueda del bien común. Hoy pretende, francamente no sé con qué elementos, que se reconozca como exitoso ese "mediocre crecimiento", cuando en términos prácticos es disminución, casi recesión.

Seguir con esa política de reparto de dinero, que no necesariamente se traduce en un gasto orientado de manera correcta a quienes más lo necesitan -como usted dice- no es lo apropiado. No sabemos hasta cuándo va a alcanzar, pero sí podemos prever las consecuencias que se tendrán. Hay que ser más responsables para festejar, sin engañar.

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