/ viernes 17 de agosto de 2018

¿Quiénes desean rescatar al SNTE?

Desde el día de la exoneración que la autoridad judicial otorgó a la “exlideresa” de Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales (quien estuvo enquistada en el citado organismo durante 24 años), se ha manifestado un grupo de maestros para derrocar al actual “líder” impuesto por el gobierno federal, pero… ¿Quiénes son esos maestros? ¿Ha quiénes representan? Son seguidores de la recién exonerada. Son aquéllos que gozaron otrora de prebendas proporcionadas por la “lideresa” quien durante varios años gobernó a su arbitrio el sindicato de los profesores y como todo mundo sabe: todos los sindicatos blancos están bajo la orden del patrón, por lo tanto: están bajo la férula del estado-patrón, siendo su verdadera función como “líder”, la de controlar al magisterio para que no exija salarios justos y acepte con agrado el aumento lánguido que siempre les ha dado la Secretaría de Hacienda (3.5%), aumento anual que jamás ha satisfecho las necesidades elementales del magisterio.

¿Debe cambiarse al titular del sindicato del SNTE? Desde hace mucho tiempo que el gobierno se ha opuesto a que los secretarios generales de sindicatos se les cambie, porque: si controla al gremio y lo tiene callado, el gobierno lo sostiene a como dé lugar con la función de “líder”; para continuar manipulando a la clase trabajadora (maestros, petroleros, electricistas, etc.). Doña Elba, alguna vez ante maestros actuó como si en verdad fuese elegida por los profesores y dijo: “voy a estar mientras los maestros quieran”, y afortunadamente no fue así, el mismo deseo de maestros y gobierno, fue destituida por su patrón, y… la mandó a prisión por cinco años. Ahí terminó su altanería y presunción. Además el gobierno, le descubrió manejos ilegales dentro de la organización sindical, como lo es la extracción de miles de miles de pesos (millones), las arcas que los maestros se encargaban de llenar. Desde luego que su patrón sabía con antelación que durante más de 20 años estuvo disponiendo del tesoro reunido por las cuotas de los trabajadores de la educación.

En cuanto a la exoneración y no a liberación, los jurisconsultos señalan a los políticos, ignorantes de la jurisprudencia porque valiéndose del poder político juegan con la justicia, como en el caso de Murillo Karam, quien presentó el caso sin fundamentos ante la autoridad jurídica con espectacularidad, para manchar públicamente a la acusada, exhibiendo irrefutablemente el medio del que se vale el gobierno que es la politización de la justicia mexicana. Legalmente las querellas no procedían sino lo acertado; debieron, ser las denuncias (primer error de los políticos “sabios”) la acusación de malversación de fondos sindicales a los que únicamente correspondía a miembros del sindicato manifestar la fechoría. Lo que expuso Karam ante la autoridad judicial, no tuvo sustento legal y además no observó los pasos técnico-jurídicos señaladas por la ley. Debido a ello fue exonerada “Doña Perpetua” (parecía), “lideresa” que siempre fue elegida “democráticamente” por la “mayoría” del magisterio nacional. Está muy claro que el gobierno manipula a su antojo los demás poderes constitucionales. Así actúan los políticos con poder, así lo hicieron con “La Quina”, con Othón Salazar Ramírez, Alfaro Siqueiros, y otros, presos políticos, que no estaban de acuerdo con sus intereses; siempre ajenos a los del pueblo.

Aunque el gobierno no supo argumentar acusaciones contra la reprimida, dentro de lo dado a conocer hubo mucha luz respecto a las actividades ilícitas de Elba Esther, cometidas contra el tesoro del SNTE, recursos aportados con cuotas quincenales de más de un millón de trabajadores de la educación en el país, que la señora utilizó para comprarse casas en México y el extranjero, edificios, yates, ropa, zapatos, bolsos de mano, abrigos, artículos que a ella fascinaban con valor de miles de dólares. Vida fastuosa distante a la que llevan miles de maestras y maestros, los que han trabajado lustros sin poder conseguir un techo para sus hijos, sin embargo ella dispuso de millones de pesos para satisfacer ambicionados bienes inmuebles, comprados dizque con “los centenarios que le heredó su abuela”. Además no protestó la lesiva ley del ISSSTE, tampoco defendió un programa benéfico para el magisterio: “Carrera Magisterial”, instrumento de evaluación de trabajo útil para escalafón magisterial. Exonerada por la política acusadora, pero no por la corrupción ejercida. Se pueden relacionar sin fin actos inmorales de excarcelada, pero… no hay espacio.

Desde el día de la exoneración que la autoridad judicial otorgó a la “exlideresa” de Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales (quien estuvo enquistada en el citado organismo durante 24 años), se ha manifestado un grupo de maestros para derrocar al actual “líder” impuesto por el gobierno federal, pero… ¿Quiénes son esos maestros? ¿Ha quiénes representan? Son seguidores de la recién exonerada. Son aquéllos que gozaron otrora de prebendas proporcionadas por la “lideresa” quien durante varios años gobernó a su arbitrio el sindicato de los profesores y como todo mundo sabe: todos los sindicatos blancos están bajo la orden del patrón, por lo tanto: están bajo la férula del estado-patrón, siendo su verdadera función como “líder”, la de controlar al magisterio para que no exija salarios justos y acepte con agrado el aumento lánguido que siempre les ha dado la Secretaría de Hacienda (3.5%), aumento anual que jamás ha satisfecho las necesidades elementales del magisterio.

¿Debe cambiarse al titular del sindicato del SNTE? Desde hace mucho tiempo que el gobierno se ha opuesto a que los secretarios generales de sindicatos se les cambie, porque: si controla al gremio y lo tiene callado, el gobierno lo sostiene a como dé lugar con la función de “líder”; para continuar manipulando a la clase trabajadora (maestros, petroleros, electricistas, etc.). Doña Elba, alguna vez ante maestros actuó como si en verdad fuese elegida por los profesores y dijo: “voy a estar mientras los maestros quieran”, y afortunadamente no fue así, el mismo deseo de maestros y gobierno, fue destituida por su patrón, y… la mandó a prisión por cinco años. Ahí terminó su altanería y presunción. Además el gobierno, le descubrió manejos ilegales dentro de la organización sindical, como lo es la extracción de miles de miles de pesos (millones), las arcas que los maestros se encargaban de llenar. Desde luego que su patrón sabía con antelación que durante más de 20 años estuvo disponiendo del tesoro reunido por las cuotas de los trabajadores de la educación.

En cuanto a la exoneración y no a liberación, los jurisconsultos señalan a los políticos, ignorantes de la jurisprudencia porque valiéndose del poder político juegan con la justicia, como en el caso de Murillo Karam, quien presentó el caso sin fundamentos ante la autoridad jurídica con espectacularidad, para manchar públicamente a la acusada, exhibiendo irrefutablemente el medio del que se vale el gobierno que es la politización de la justicia mexicana. Legalmente las querellas no procedían sino lo acertado; debieron, ser las denuncias (primer error de los políticos “sabios”) la acusación de malversación de fondos sindicales a los que únicamente correspondía a miembros del sindicato manifestar la fechoría. Lo que expuso Karam ante la autoridad judicial, no tuvo sustento legal y además no observó los pasos técnico-jurídicos señaladas por la ley. Debido a ello fue exonerada “Doña Perpetua” (parecía), “lideresa” que siempre fue elegida “democráticamente” por la “mayoría” del magisterio nacional. Está muy claro que el gobierno manipula a su antojo los demás poderes constitucionales. Así actúan los políticos con poder, así lo hicieron con “La Quina”, con Othón Salazar Ramírez, Alfaro Siqueiros, y otros, presos políticos, que no estaban de acuerdo con sus intereses; siempre ajenos a los del pueblo.

Aunque el gobierno no supo argumentar acusaciones contra la reprimida, dentro de lo dado a conocer hubo mucha luz respecto a las actividades ilícitas de Elba Esther, cometidas contra el tesoro del SNTE, recursos aportados con cuotas quincenales de más de un millón de trabajadores de la educación en el país, que la señora utilizó para comprarse casas en México y el extranjero, edificios, yates, ropa, zapatos, bolsos de mano, abrigos, artículos que a ella fascinaban con valor de miles de dólares. Vida fastuosa distante a la que llevan miles de maestras y maestros, los que han trabajado lustros sin poder conseguir un techo para sus hijos, sin embargo ella dispuso de millones de pesos para satisfacer ambicionados bienes inmuebles, comprados dizque con “los centenarios que le heredó su abuela”. Además no protestó la lesiva ley del ISSSTE, tampoco defendió un programa benéfico para el magisterio: “Carrera Magisterial”, instrumento de evaluación de trabajo útil para escalafón magisterial. Exonerada por la política acusadora, pero no por la corrupción ejercida. Se pueden relacionar sin fin actos inmorales de excarcelada, pero… no hay espacio.