/ lunes 21 de septiembre de 2020

Reconozcamos el aporte de la mujer tlaxcalteca

Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo, Joel Molina Ramírez. Las mujeres son una parte fundamental del desarrollo y el progreso de nuestra sociedad. Sus aportes al avance de Tlaxcala son indiscutibles, y es tiempo de que la clase política y los tomadores de decisiones lo tengamos muy presente para no aplazar más la oportunidad de asegurar su participación plena y equitativa en todos los ámbitos de la sociedad.

La histórica lucha de las mujeres no ha sido estéril. Poco a poco han conquistado los espacios que dignamente ocupan, poniendo el ejemplo por sus capacidades y méritos; sin embargo, es una realidad que aún están subrepresentadas en todos los órdenes: desde la política hasta los lugares de trabajo.

Hay un panorama de desequilibrio de género que, con mucha preocupación, nos muestra que los cambios a los que aspiran caminan lento, y como Senador de la República entiendo la importancia de acelerar este proceso.

Con justa razón, las mujeres expresan su inconformidad por lo que ellas denominan normas y tradiciones patriarcales, ya que estas han limitado su acceso pleno al bienestar, comprometiendo negativamente el futuro de muchas mujeres y niñas.

Por eso es primordial un gran trabajo desde las familias y la comunidad en general, porque desde ahí se deben construir las bases del futuro sostenible para todas y todos.

Nuestro presente nos convoca a ser inclusivos y no dejar a nadie atrás. Nos exige un cambio de actitud motivado en el convencimiento del valioso papel de las mujeres, que es esencial para encontrar soluciones a los desafíos de la actualidad de Tlaxcala.

Hay problemas en nuestra sociedad que no pueden permanecer más en la sombra ni echarse al olvido. Los casos de violencia doméstica, de acoso, de feminicidios que no son debidamente tipificados, de desapariciones, el fenómeno de la trata de personas, y la discriminación por motivo de género, son realidades que deben reconocerse, y motivar mayores esfuerzos de las autoridades, pero escuchando siempre a las mujeres.

La clave para lograr la transformación que necesita Tlaxcala está en garantizar la participación de las mujeres, en conseguir la igualdad de género. Y para hacerlo, requerimos pasar de las palabras a los hechos.

En mis recorridos por los municipios, he podido constatar la inteligencia, la fuerza y la habilidad de las mujeres tlaxcaltecas. Desde el hogar, la escuela o el trabajo, ellas demuestran siempre voluntad, perseverancia y compromiso, valores que hacen especial a nuestro pueblo.

Pero es indispensable que los avances legislativos logrados a nivel nacional, como las reformas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia política en contra de las mujeres, y para establecer medidas de protección y reparación del daño a víctimas, aterricen a nivel estatal, y que se trasformen en políticas de gobierno eficientes, para proteger, ampliar y salvaguardar los derechos de las mujeres y niñas.

Estimadas tlaxcaltecas: aprovecho este espacio para convocarlas a sumar a la trasformación de nuestro estado.

Muchos son los problemas que las aquejan, y a falta de espacios para expresar su sentir, se invisibilizan, abriendo la puerta a la impunidad, y eso no se puede tolerar más.

Su voz es necesaria para hacer frente a los desafíos de nuestra sociedad. Es momento de escucharlas para conocer sus aportaciones y puntos de vista sobre los temas que les afectan, e integrar una agenda que contribuya a su atención, porque eso nos beneficia a todos.

Para ello, pongo a su disposición mis perfiles de Facebook (@JoelMolinaRa) y Twitter (@JoelMolinaRa), a fin de lograr una interacción que nos permita sumar ideas y soluciones a estos y otros retos de nuestro querido estado.

Gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.

Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo, Joel Molina Ramírez. Las mujeres son una parte fundamental del desarrollo y el progreso de nuestra sociedad. Sus aportes al avance de Tlaxcala son indiscutibles, y es tiempo de que la clase política y los tomadores de decisiones lo tengamos muy presente para no aplazar más la oportunidad de asegurar su participación plena y equitativa en todos los ámbitos de la sociedad.

La histórica lucha de las mujeres no ha sido estéril. Poco a poco han conquistado los espacios que dignamente ocupan, poniendo el ejemplo por sus capacidades y méritos; sin embargo, es una realidad que aún están subrepresentadas en todos los órdenes: desde la política hasta los lugares de trabajo.

Hay un panorama de desequilibrio de género que, con mucha preocupación, nos muestra que los cambios a los que aspiran caminan lento, y como Senador de la República entiendo la importancia de acelerar este proceso.

Con justa razón, las mujeres expresan su inconformidad por lo que ellas denominan normas y tradiciones patriarcales, ya que estas han limitado su acceso pleno al bienestar, comprometiendo negativamente el futuro de muchas mujeres y niñas.

Por eso es primordial un gran trabajo desde las familias y la comunidad en general, porque desde ahí se deben construir las bases del futuro sostenible para todas y todos.

Nuestro presente nos convoca a ser inclusivos y no dejar a nadie atrás. Nos exige un cambio de actitud motivado en el convencimiento del valioso papel de las mujeres, que es esencial para encontrar soluciones a los desafíos de la actualidad de Tlaxcala.

Hay problemas en nuestra sociedad que no pueden permanecer más en la sombra ni echarse al olvido. Los casos de violencia doméstica, de acoso, de feminicidios que no son debidamente tipificados, de desapariciones, el fenómeno de la trata de personas, y la discriminación por motivo de género, son realidades que deben reconocerse, y motivar mayores esfuerzos de las autoridades, pero escuchando siempre a las mujeres.

La clave para lograr la transformación que necesita Tlaxcala está en garantizar la participación de las mujeres, en conseguir la igualdad de género. Y para hacerlo, requerimos pasar de las palabras a los hechos.

En mis recorridos por los municipios, he podido constatar la inteligencia, la fuerza y la habilidad de las mujeres tlaxcaltecas. Desde el hogar, la escuela o el trabajo, ellas demuestran siempre voluntad, perseverancia y compromiso, valores que hacen especial a nuestro pueblo.

Pero es indispensable que los avances legislativos logrados a nivel nacional, como las reformas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia política en contra de las mujeres, y para establecer medidas de protección y reparación del daño a víctimas, aterricen a nivel estatal, y que se trasformen en políticas de gobierno eficientes, para proteger, ampliar y salvaguardar los derechos de las mujeres y niñas.

Estimadas tlaxcaltecas: aprovecho este espacio para convocarlas a sumar a la trasformación de nuestro estado.

Muchos son los problemas que las aquejan, y a falta de espacios para expresar su sentir, se invisibilizan, abriendo la puerta a la impunidad, y eso no se puede tolerar más.

Su voz es necesaria para hacer frente a los desafíos de nuestra sociedad. Es momento de escucharlas para conocer sus aportaciones y puntos de vista sobre los temas que les afectan, e integrar una agenda que contribuya a su atención, porque eso nos beneficia a todos.

Para ello, pongo a su disposición mis perfiles de Facebook (@JoelMolinaRa) y Twitter (@JoelMolinaRa), a fin de lograr una interacción que nos permita sumar ideas y soluciones a estos y otros retos de nuestro querido estado.

Gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.