/ miércoles 7 de abril de 2021

Resiliencia | Cultura de la paz

La humanidad comúnmente persigue un solo objetivo, poder vivir en paz y armonía, es por eso que en muchas partes se practican diferentes formas de vivir que permiten a todos mejorar constantemente, la cultura de la paz es un conjunto de valores y comportamientos compartidos que reflejan el respeto a la democracia, la libertad, los derechos humanos, la libre expresión, la circulación de información veraz y la participación ciudadana, siendo una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos, buscando identificar las causas y solucionar los problemas mediante el diálogo entre las personas, los grupos y las naciones, tomando en cuenta a los derechos humanos como un punto muy importante.

América Latina es la región del mundo en la que más se vulneran derechos humanos, es donde se cuenta con las tasas de homicidios más elevadas y con la mayor incidencia en el secuestro, la violencia urbana, la justicia por mano propia y los conflictos ambientales, de acuerdo a las Naciones Unidas, en Latinoamérica se concentra el treinta y siete por ciento de los homicidios del planeta.

La cultura de la paz no puede hoy seguir siendo una aspiración discursiva, México ocupa el quinto lugar en muertes violentas con veintisiete homicidios por cada cien mil habitantes, agregando a esta cifra los diez feminicidios diarios, así como los nueve punto ocho millones de nuevos pobres, muchas de las ocasiones cuando llegamos a tener algún tipo de conflicto las personas optan por resolverlo con violencia, durante la historia de la vida vemos continuamente cuando un poder o alguien desea imponerse a otro mediante la fuerza, en algunas culturas aceptan que la fuerza es el último recurso habitual para poder tener la razón.

Para impulsar la cultura de la paz desde la sociedad y como parte de una campaña a favor del ejercicio de derechos, por necesidad y por urgencia, se plantea cambiar las coordenadas de la discusión pública, es decir, se trata de fomentar el diálogo y el contenido de las conversaciones que tenemos con los demás a través de escuchar, verificar la información, promocionar un ambiente sano y sobre todo condenar cualquier forma de agresión, si bien, estas acciones parecieran simples, con ello se busca evitar la estigmatización, el uso de etiquetas que fomenta la hostilidad y el discurso de odio que busca la aniquilación del otro.

La paz empieza por el rechazo de la violencia, siendo esta una forma de solucionar los conflictos para la convivencia y la vida en común, por lo que, para poder lograr este objetivo es necesario que interioricemos o introduzcamos la paz a nuestra cultura y labores cotidianas, pues, la cultura de la paz se centra principalmente en los procesos y métodos que ayuden a solucionar los problemas, por lo que la construcción de la misma es un proceso lento que supone cambios de mentalidad individual y lectiva.

Los escenarios donde se promueven y desarrollan acciones relacionadas con la formación de la cultura de la paz, son la escuela y la familia, allí las experiencias se pueden vivir cotidianamente, porque en este contexto se aprende a respetar las leyes, defender y promover los derechos humanos e ir arraigando en cada ser humano la cultura de la paz, vivir en paz nos ayuda a aceptar nuestros errores y reflexionar sobre ellos, pues las constantes violaciones a los derechos humanos y a la libertad individual, son la amenaza más común para la paz y el bienestar de una sociedad.

En nuestra sociedad es normal poder recibir cierta educación que nos ayude a convivir y construir nuevas formas de pensar, sin embargo, tener simplemente educación no es suficiente para que se den cambios y lograr la cultura de la paz, pues debemos de generar procesos de reflexión que ayuden a incidir en la construcción de la paz, tanto en nuestras comunidades, en la familia, las empresas, los ayuntamientos, organizaciones no gubernamentales, entre otros.

Es importante que todos y cada uno de nosotros generemos conciencia sobre la cultura de la paz para lograr que las razones y los argumentos sustituyan a las emociones. Recuerda que para lograr un cambio en nuestra estructura social es necesario primero crear un cambio individual.

La humanidad comúnmente persigue un solo objetivo, poder vivir en paz y armonía, es por eso que en muchas partes se practican diferentes formas de vivir que permiten a todos mejorar constantemente, la cultura de la paz es un conjunto de valores y comportamientos compartidos que reflejan el respeto a la democracia, la libertad, los derechos humanos, la libre expresión, la circulación de información veraz y la participación ciudadana, siendo una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos, buscando identificar las causas y solucionar los problemas mediante el diálogo entre las personas, los grupos y las naciones, tomando en cuenta a los derechos humanos como un punto muy importante.

América Latina es la región del mundo en la que más se vulneran derechos humanos, es donde se cuenta con las tasas de homicidios más elevadas y con la mayor incidencia en el secuestro, la violencia urbana, la justicia por mano propia y los conflictos ambientales, de acuerdo a las Naciones Unidas, en Latinoamérica se concentra el treinta y siete por ciento de los homicidios del planeta.

La cultura de la paz no puede hoy seguir siendo una aspiración discursiva, México ocupa el quinto lugar en muertes violentas con veintisiete homicidios por cada cien mil habitantes, agregando a esta cifra los diez feminicidios diarios, así como los nueve punto ocho millones de nuevos pobres, muchas de las ocasiones cuando llegamos a tener algún tipo de conflicto las personas optan por resolverlo con violencia, durante la historia de la vida vemos continuamente cuando un poder o alguien desea imponerse a otro mediante la fuerza, en algunas culturas aceptan que la fuerza es el último recurso habitual para poder tener la razón.

Para impulsar la cultura de la paz desde la sociedad y como parte de una campaña a favor del ejercicio de derechos, por necesidad y por urgencia, se plantea cambiar las coordenadas de la discusión pública, es decir, se trata de fomentar el diálogo y el contenido de las conversaciones que tenemos con los demás a través de escuchar, verificar la información, promocionar un ambiente sano y sobre todo condenar cualquier forma de agresión, si bien, estas acciones parecieran simples, con ello se busca evitar la estigmatización, el uso de etiquetas que fomenta la hostilidad y el discurso de odio que busca la aniquilación del otro.

La paz empieza por el rechazo de la violencia, siendo esta una forma de solucionar los conflictos para la convivencia y la vida en común, por lo que, para poder lograr este objetivo es necesario que interioricemos o introduzcamos la paz a nuestra cultura y labores cotidianas, pues, la cultura de la paz se centra principalmente en los procesos y métodos que ayuden a solucionar los problemas, por lo que la construcción de la misma es un proceso lento que supone cambios de mentalidad individual y lectiva.

Los escenarios donde se promueven y desarrollan acciones relacionadas con la formación de la cultura de la paz, son la escuela y la familia, allí las experiencias se pueden vivir cotidianamente, porque en este contexto se aprende a respetar las leyes, defender y promover los derechos humanos e ir arraigando en cada ser humano la cultura de la paz, vivir en paz nos ayuda a aceptar nuestros errores y reflexionar sobre ellos, pues las constantes violaciones a los derechos humanos y a la libertad individual, son la amenaza más común para la paz y el bienestar de una sociedad.

En nuestra sociedad es normal poder recibir cierta educación que nos ayude a convivir y construir nuevas formas de pensar, sin embargo, tener simplemente educación no es suficiente para que se den cambios y lograr la cultura de la paz, pues debemos de generar procesos de reflexión que ayuden a incidir en la construcción de la paz, tanto en nuestras comunidades, en la familia, las empresas, los ayuntamientos, organizaciones no gubernamentales, entre otros.

Es importante que todos y cada uno de nosotros generemos conciencia sobre la cultura de la paz para lograr que las razones y los argumentos sustituyan a las emociones. Recuerda que para lograr un cambio en nuestra estructura social es necesario primero crear un cambio individual.