/ miércoles 25 de noviembre de 2020

Resiliencia | Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.

Reconocida por nuestro país como un problema de salud pública, la violencia de género afecta física y psicológicamente a las mujeres, ya que son ellas, y los niños y niñas, quienes más la viven, es por ello que debe ser fundamental para todas y todos los integrantes de una sociedad, prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, lamentablemente siguen creciendo los crímenes, hay una danza de cifras frente a la crisis de violencia que existe.

En todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental, el 71% de las víctimas de la trata en todo el mundo son mujeres y niñas, y 3 de cada 4 de ellas son utilizadas para la explotación sexual, la violencia contra la mujer es una causa de muerte e incapacidad entre las mujeres en edad reproductiva tan grave como el cáncer y es una causa de mala salud mayor que los accidentes de tránsito y la malaria combinados.

Como nunca, la información de la violencia feminicida ha ocupado titulares alarmantes en los medios de comunicación por el creciente número de víctimas de violación, hostigamiento, discriminación, violencia política de género, discriminación laboral, comunitaria, escolar y la que se ejerce al interior de las familias que hasta hoy no se ha podido disminuir.

En 2020, la Covid-19 ha trastocado nuestras vidas en casi todos los sentidos, a medida de que se cerraban las puertas y se iniciaba el aislamiento, comenzaron a aumentar las denuncias de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, en particular la violencia en el ámbito privado. De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, solamente, entre enero y julio de 2020, fueron asesinadas dos mil 316 mujeres en el país, cifra que representa un aumento en el ámbito nacional de 7.7 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2019.

Se detalla que de acuerdo a los datos desglosados por mes, de enero a julio 2020, 566 reconocidos como feminicidios y más de mil 750 como homicidios dolosos, Guanajuato es la entidad con la mayor cantidad de homicidios dolosos en contra de mujeres, con 276 casos, el Estado de México, Veracruz, la Ciudad de México, Nuevo León, Puebla y Jalisco, se ubican en los primeros lugares, seguido de Chihuahua, Baja California y Michoacán.

Para poner fin a la violencia contra las mujeres es asunto de todas y todos, por ello, es necesario que cuando una mujer comparte su historia de violencia, sepamos que está dando el primer paso para romper el ciclo de maltrato, por lo que debemos garantizar que se sienta segura para hablar y ser escuchada, recordando siempre que frente a casos de violencia sexual, tanto la sobriedad, la vestimenta y la sexualidad de la víctima son completamente irrelevantes y nunca digas “¿por qué no te fuiste de allí?”, di: “Te escuchamos. Te creemos. Estamos contigo”.

El ejemplo que damos a las nuevas generaciones determina la manera en que piensan sobre el género, hablarles sobre el consentimiento, la autonomía física y la rendición de cuentas a niñas y niños es indispensable para fomentar una cultura de aceptación; es importante iniciar conversaciones sobre los roles de género a una edad temprana, se debe señalar los estereotipos a los que niñas y niños se enfrentan constantemente, hacerles saber que no hay nada malo en ser diferente, dotarlos con información y educarlos sobre los derechos de las mujeres, eso nos permitirá construir un futuro mejor para todas y todos.

La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.

Reconocida por nuestro país como un problema de salud pública, la violencia de género afecta física y psicológicamente a las mujeres, ya que son ellas, y los niños y niñas, quienes más la viven, es por ello que debe ser fundamental para todas y todos los integrantes de una sociedad, prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, lamentablemente siguen creciendo los crímenes, hay una danza de cifras frente a la crisis de violencia que existe.

En todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental, el 71% de las víctimas de la trata en todo el mundo son mujeres y niñas, y 3 de cada 4 de ellas son utilizadas para la explotación sexual, la violencia contra la mujer es una causa de muerte e incapacidad entre las mujeres en edad reproductiva tan grave como el cáncer y es una causa de mala salud mayor que los accidentes de tránsito y la malaria combinados.

Como nunca, la información de la violencia feminicida ha ocupado titulares alarmantes en los medios de comunicación por el creciente número de víctimas de violación, hostigamiento, discriminación, violencia política de género, discriminación laboral, comunitaria, escolar y la que se ejerce al interior de las familias que hasta hoy no se ha podido disminuir.

En 2020, la Covid-19 ha trastocado nuestras vidas en casi todos los sentidos, a medida de que se cerraban las puertas y se iniciaba el aislamiento, comenzaron a aumentar las denuncias de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, en particular la violencia en el ámbito privado. De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, solamente, entre enero y julio de 2020, fueron asesinadas dos mil 316 mujeres en el país, cifra que representa un aumento en el ámbito nacional de 7.7 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2019.

Se detalla que de acuerdo a los datos desglosados por mes, de enero a julio 2020, 566 reconocidos como feminicidios y más de mil 750 como homicidios dolosos, Guanajuato es la entidad con la mayor cantidad de homicidios dolosos en contra de mujeres, con 276 casos, el Estado de México, Veracruz, la Ciudad de México, Nuevo León, Puebla y Jalisco, se ubican en los primeros lugares, seguido de Chihuahua, Baja California y Michoacán.

Para poner fin a la violencia contra las mujeres es asunto de todas y todos, por ello, es necesario que cuando una mujer comparte su historia de violencia, sepamos que está dando el primer paso para romper el ciclo de maltrato, por lo que debemos garantizar que se sienta segura para hablar y ser escuchada, recordando siempre que frente a casos de violencia sexual, tanto la sobriedad, la vestimenta y la sexualidad de la víctima son completamente irrelevantes y nunca digas “¿por qué no te fuiste de allí?”, di: “Te escuchamos. Te creemos. Estamos contigo”.

El ejemplo que damos a las nuevas generaciones determina la manera en que piensan sobre el género, hablarles sobre el consentimiento, la autonomía física y la rendición de cuentas a niñas y niños es indispensable para fomentar una cultura de aceptación; es importante iniciar conversaciones sobre los roles de género a una edad temprana, se debe señalar los estereotipos a los que niñas y niños se enfrentan constantemente, hacerles saber que no hay nada malo en ser diferente, dotarlos con información y educarlos sobre los derechos de las mujeres, eso nos permitirá construir un futuro mejor para todas y todos.