/ miércoles 11 de agosto de 2021

Resiliencia | Día Internacional de los Pueblos Indígenas

Como cada 9 de agosto, el mundo conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, una oportunidad para conmemorar a las comunidades y sus conocimientos, la pandemia de COVID-19 ha expuesto y exacerbado muchas desigualdades existentes, afectando de manera desproporcionada a los pueblos indígenas, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, sus siglas en Inglés UNESCO el tema de este año se centra en la construcción de un nuevo contrato social con los pueblos indígenas, basado en los derechos humanos y en el respeto a sus cosmovisiones, conceptos indígenas de desarrollo y buena gobernanza.

Un contrato social es un acuerdo no escrito que las sociedades hacen para cooperar por beneficios sociales y económicos, en muchos países, donde los pueblos indígenas fueron expulsados de sus tierras, sus culturas e idiomas denigrados y sus gentes marginadas de las actividades políticas y económicas, estos nunca fueron incluidos en ningún contrato social, el contrato social se hizo entre las poblaciones dominantes, de hecho se busca la construcción y el rediseño de un nuevo “contrato social” como expresión de cooperación por el interés social y el bien común de la humanidad y la naturaleza, asegurando la inclusión y participación de poblaciones vulnerables, como lo son los pueblos indígenas, bajo el lema “No dejar a nadie atrás: pueblos indígenas y la llamada a un nuevo contrato social”.

Como dato importante de las 7 mil lenguas que existen en el mundo el 40% están en peligro, así lo alerta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo que una de ellas desaparece cada dos semanas, y según la ONU la esperanza de vida de las personas indígenas es hasta 20 años menor que la de poblaciones no indígenas, así como más de una de cada tres mujeres indígenas es agredida sexualmente a lo largo de su vida y también sufren mayor exposición a mortalidad durante el parto, son más afectadas por embarazos adolescentes y por enfermedades de transmisión sexual.

México es uno de los países con más población indígena de América, hay 23.2 millones de personas que se consideran a sí mismas indígenas, según el último Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, eso significa que casi uno de cada cinco de los 126 millones de habitantes de México se reconocen como indígenas, aunque de ese total 16.1 millones de personas no hablan alguna lengua indígena.

En nuestro territorio mexicano habitan 68 pueblos indígenas, cada uno hablante de una lengua originaria propia, que están organizadas en 11 familias lingüísticas y derivan en 364 variantes en todo el país, incluso más de 7.1 millones de personas (6.1% de la población total) de 3 años y más hablan alguna lengua indígena y entre las más habladas están el náhuatl, maya, otomí, tseltal, tsotsil, mixteco y zapoteco, mientras que las entidades con mayor porcentaje de hablantes de lengua indígena de 3 años y más son: Oaxaca (31.2%), Chiapas (28.2%) y Yucatán (23.7%).

Como todos sabemos, nuestro México es un país con una gran riqueza cultural y étnica; los pueblos y las personas indígenas constituyen uno de los sectores de la sociedad mexicana que requiere mayor atención para su desarrollo económico, político, social y cultura, sin embargo, tanto en México, como en otras partes del mundo, existen desigualdades marcadas entre los indígenas y sus contrapartes no indígenas en casi todos los indicadores socioeconómicos y de salud; sufren pobreza, enfermedad, discriminación, inestabilidad institucional o inseguridad financiera, lo que los convierte en una de las poblaciones más vulnerables, el 50% de las poblaciones indígenas de nuestro país reside en localidades rurales y, de estos, el 79% son pobres y 39% viven en pobreza extrema, el acceso a los servicios de salud es menor comparado con la población no indígena, acuden por atención médica a las instituciones para población sin seguridad social como primera opción, pero manifiestan menor deseo de regresar a atenderse al mismo lugar.

La salud materna es también un indicador de desarrollo que muestra las inequidades sociales y de género, las mujeres indígenas de México tienen mayor fecundidad, menor atención médica prenatal y de menor calidad, de hecho las adolescentes indígenas han estado embarazadas en mayor proporción y, paradójicamente, reciben menos anticoncepción posterior al parto

La conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas nos hace reflexionar la importancia de la población indígena en nuestro país y nos da la oportunidad para reconocer a las comunidades indígenas sus tradiciones, valores, idiomas y costumbres y el aporte que brindan en el fortalecimiento de la cultura nacional, a fin de que se obtenga el mayor respaldo de todos los sectores de la sociedad para hallar juntos la solución de los problemas con que se enfrentan las comunidades indígenas en esferas como los derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo, la educación y la salud.

Como cada 9 de agosto, el mundo conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, una oportunidad para conmemorar a las comunidades y sus conocimientos, la pandemia de COVID-19 ha expuesto y exacerbado muchas desigualdades existentes, afectando de manera desproporcionada a los pueblos indígenas, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, sus siglas en Inglés UNESCO el tema de este año se centra en la construcción de un nuevo contrato social con los pueblos indígenas, basado en los derechos humanos y en el respeto a sus cosmovisiones, conceptos indígenas de desarrollo y buena gobernanza.

Un contrato social es un acuerdo no escrito que las sociedades hacen para cooperar por beneficios sociales y económicos, en muchos países, donde los pueblos indígenas fueron expulsados de sus tierras, sus culturas e idiomas denigrados y sus gentes marginadas de las actividades políticas y económicas, estos nunca fueron incluidos en ningún contrato social, el contrato social se hizo entre las poblaciones dominantes, de hecho se busca la construcción y el rediseño de un nuevo “contrato social” como expresión de cooperación por el interés social y el bien común de la humanidad y la naturaleza, asegurando la inclusión y participación de poblaciones vulnerables, como lo son los pueblos indígenas, bajo el lema “No dejar a nadie atrás: pueblos indígenas y la llamada a un nuevo contrato social”.

Como dato importante de las 7 mil lenguas que existen en el mundo el 40% están en peligro, así lo alerta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo que una de ellas desaparece cada dos semanas, y según la ONU la esperanza de vida de las personas indígenas es hasta 20 años menor que la de poblaciones no indígenas, así como más de una de cada tres mujeres indígenas es agredida sexualmente a lo largo de su vida y también sufren mayor exposición a mortalidad durante el parto, son más afectadas por embarazos adolescentes y por enfermedades de transmisión sexual.

México es uno de los países con más población indígena de América, hay 23.2 millones de personas que se consideran a sí mismas indígenas, según el último Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, eso significa que casi uno de cada cinco de los 126 millones de habitantes de México se reconocen como indígenas, aunque de ese total 16.1 millones de personas no hablan alguna lengua indígena.

En nuestro territorio mexicano habitan 68 pueblos indígenas, cada uno hablante de una lengua originaria propia, que están organizadas en 11 familias lingüísticas y derivan en 364 variantes en todo el país, incluso más de 7.1 millones de personas (6.1% de la población total) de 3 años y más hablan alguna lengua indígena y entre las más habladas están el náhuatl, maya, otomí, tseltal, tsotsil, mixteco y zapoteco, mientras que las entidades con mayor porcentaje de hablantes de lengua indígena de 3 años y más son: Oaxaca (31.2%), Chiapas (28.2%) y Yucatán (23.7%).

Como todos sabemos, nuestro México es un país con una gran riqueza cultural y étnica; los pueblos y las personas indígenas constituyen uno de los sectores de la sociedad mexicana que requiere mayor atención para su desarrollo económico, político, social y cultura, sin embargo, tanto en México, como en otras partes del mundo, existen desigualdades marcadas entre los indígenas y sus contrapartes no indígenas en casi todos los indicadores socioeconómicos y de salud; sufren pobreza, enfermedad, discriminación, inestabilidad institucional o inseguridad financiera, lo que los convierte en una de las poblaciones más vulnerables, el 50% de las poblaciones indígenas de nuestro país reside en localidades rurales y, de estos, el 79% son pobres y 39% viven en pobreza extrema, el acceso a los servicios de salud es menor comparado con la población no indígena, acuden por atención médica a las instituciones para población sin seguridad social como primera opción, pero manifiestan menor deseo de regresar a atenderse al mismo lugar.

La salud materna es también un indicador de desarrollo que muestra las inequidades sociales y de género, las mujeres indígenas de México tienen mayor fecundidad, menor atención médica prenatal y de menor calidad, de hecho las adolescentes indígenas han estado embarazadas en mayor proporción y, paradójicamente, reciben menos anticoncepción posterior al parto

La conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas nos hace reflexionar la importancia de la población indígena en nuestro país y nos da la oportunidad para reconocer a las comunidades indígenas sus tradiciones, valores, idiomas y costumbres y el aporte que brindan en el fortalecimiento de la cultura nacional, a fin de que se obtenga el mayor respaldo de todos los sectores de la sociedad para hallar juntos la solución de los problemas con que se enfrentan las comunidades indígenas en esferas como los derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo, la educación y la salud.