/ miércoles 29 de junio de 2022

Resiliencia | Disculpa pública

Se trata de un compromiso que acepta el Estado para que no se repitan las violaciones a los derechos humanos; no de un acto público sencillo.

El reconocimiento de responsabilidad debe hacerse por parte de las autoridades y es indispensable que el mensaje no se confunda con un discurso político, la disculpa pública es un pronunciamiento público que, como parte de la reparación integral de los daños ocasionados a la víctima de violaciones a derechos humanos y/o sus familiares, tiene por objeto: establecer la verdad de los hechos; la aceptación de la responsabilidad por parte de la autoridad; restablecer la dignidad de la víctima de violaciones de derechos humanos; y para que el estado a través de sus instituciones, implemente medidas y/o mecanismos que garanticen la no repetición de los hechos que originaron la violación a esos derechos humanos .

A pesar del poco interés por parte de la autoridad para otorgarme una disculpa pública ante la violación a mis derechos humanos, a continuación comparto con ustedes mi discurso ante dicho acto:

Hoy 17 de junio de 2022, estoy aquí en las instalaciones del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala, que en aquel entonces fue donde me violentaron en mis derechos humanos como persona y como mujer. A partir de estos acontecimientos, el camino legal ha sido largo y tedioso, cómo siempre las trabas burocráticas y la insensibilidad en varios servidores públicos, incluso de primer nivel, fueron los obstáculos que se presentaron.

Pero sabía que no tenía que claudicar, pese a las críticas, los rumores y los señalamientos hacia mi persona de todo tipo de adjetivos y descalificaciones, tenía y tengo muy presente, que está lucha por lograr la erradicación de la violencia de género en el poder público, no es una lucha de Marlene Alonso, es una lucha por la sororidad con las demás mujeres que han sido o están pasando por este flagelo social y sé que se debe sentar un precedente para evitar estas atrocidades en el futuro.

Por más de 5 años he dado la batalla más importante en mi vida, sin embargo, cómo lo he dicho, no ha sido una batalla solamente de Marlene Alonso, sino de todas aquellas mujeres que como yo han vivido algún tipo de violencia, porque incluso como ha quedado demostrado, también existe violencia en las esferas de poder público.

En este momento los que hoy integran el Consejo General de este Instituto se convierten en garantes de la legalidad, eso significa que asumen su responsabilidad, una responsabilidad histórica frente a la sociedad y que representa un ejemplo, Ustedes comisionados son productos de esta situación y celebro su compromiso de cumplir con esta disculpa, este instituto, tiene la responsabilidad de garantizar a todas las mujeres una vida libre de violencia y asumir la realidad sin crear realidades alternativas y complacientes, por lo que las mujeres como yo que hemos levantado la voz por los derechos humanos de nosotras y por atrevernos a revelar la verdad, lo menos que esperamos de las instituciones es que tengan la mitad de la valentía y ética que hemos demostrado nosotras teniendo una milésima de poder que ustedes tiene hoy, de ahí que su responsabilidad y nuestra exigencia vayan de la mano para siempre, miles de mujeres son víctimas de violencia por el simple hecho de exigir sus derechos y ejercer sus libertades, la violencia contra las mujeres aumenta en la medida que la impunidad crece.

Bajo las burlas misóginas, el hostigamiento y acoso que viví, en diversas ocasiones me dijeron que era una exagerada, que no aguantaba nada, me dijeron que calladita me veía más bonita, y que los derechos humanos eran sentimentalismo femeninos, que lo que yo vivía era normal, pero quiero decirles que hoy nada nos va a callar, ni aquellos machistas y complacientes del poder patriarcal nos detendrán, las mujeres llegamos para cambiar la historia y no permitiremos que esto nuevamente llegue a pasar.

Hago un recordatorio de que la pasada legislatura que en su mayoría fueron mujeres, violentaron a una mujer, porque no hubo la capacidad de darle solución a la violencia que se generó en mi contra al interior de este instituto, esas mujeres me revictimizaron al decir que no aguantaba nada, pero ninguna de ella en mi mente pasó que fuera violentada en los cargos públicos que ahora ocupan en el gobierno del Estado.

Esta disculpa pública, es solo el primer paso de la reparación integral de los 7 puntos que señala la Recomendación 01/2021 emitida por la CEDH, queremos que todos y cada uno de los violentadores estén bajo juicio, queremos que las autoridades nos demuestren que todas las mujeres violentadas recibirán justicia, no, no solo lo pedimos, lo exigimos porque así lo hemos hecho desde hace décadas, he asumido la responsabilidad informada de demostrar que ninguna mujer, ninguna niña, ninguna adolecente debe sentirse culpable de señalar a sus perpetradores, son ellos y no nosotras quienes deben sentir vergüenza de sus actos.

Este es el primer paso, hoy es Marlene Alonso y este triunfo va para todas aquellas personas que no han podido tener justicia y ese grito de justicia hoy lo expreso aquí en el instituto de transparencia. Por todas las niñas que sueñan con un país en el que puedan vivir libremente sin miedo a ser violentadas, por aquellas mujeres asesinadas y maltratadas, seguimos y seguiremos en la lucha.

Este día es para mi familia, que jamás, jamás me ha pedido que me dé por vencida, le debo a ellas y ellos el fortalecimiento a mi espíritu, a mis amistades del alma, a los colectivos (Mujeres con poder, Mujeres Libres, Red Nacional de Mujeres por la Transparencia, …) a mis colegas, a los medios de comunicación y a todas las personas de la sociedad que se reúsan a ser esclavos del patriarcado, gracias por ayudarme a darme fuerzas durante estos 5 años, a mi esposo, mis hijas, mis padres, mi hermana y sobrinos, a mis amigas de los colectivos y a todo mi equipo legal, gracias por su apoyo, sin ustedes no habría podido tener la fortaleza espiritual y moral para seguir de pie.

Hoy cierro el ciclo del Instituto de Transparencia que mi formación profesional me permitió, pero sé que siempre que se cierra uno, se abren mil más y hoy abro el ciclo de la defensa por todas las mujeres violentadas. Hoy finamente el nombre de Marlene Alonso está limpio y libre de señalamientos machistas e impropios que solamente buscaban denostar sin tener elementos para asegurarlo.

Estoy aquí por todas las mujeres que ven reflejado en mí su esperanza de que algún día se erradique la violencia contra nuestro género y así construir una sociedad igualitaria, por lo anterior, exijo a todas las autoridades para que cumplan con la reparación integral del daño a las víctimas, a las que hoy represento y a las que seguiré dando voz hasta que la vida me alcance y hasta que la dignidad se haga costumbre, muchas gracias

Se trata de un compromiso que acepta el Estado para que no se repitan las violaciones a los derechos humanos; no de un acto público sencillo.

El reconocimiento de responsabilidad debe hacerse por parte de las autoridades y es indispensable que el mensaje no se confunda con un discurso político, la disculpa pública es un pronunciamiento público que, como parte de la reparación integral de los daños ocasionados a la víctima de violaciones a derechos humanos y/o sus familiares, tiene por objeto: establecer la verdad de los hechos; la aceptación de la responsabilidad por parte de la autoridad; restablecer la dignidad de la víctima de violaciones de derechos humanos; y para que el estado a través de sus instituciones, implemente medidas y/o mecanismos que garanticen la no repetición de los hechos que originaron la violación a esos derechos humanos .

A pesar del poco interés por parte de la autoridad para otorgarme una disculpa pública ante la violación a mis derechos humanos, a continuación comparto con ustedes mi discurso ante dicho acto:

Hoy 17 de junio de 2022, estoy aquí en las instalaciones del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala, que en aquel entonces fue donde me violentaron en mis derechos humanos como persona y como mujer. A partir de estos acontecimientos, el camino legal ha sido largo y tedioso, cómo siempre las trabas burocráticas y la insensibilidad en varios servidores públicos, incluso de primer nivel, fueron los obstáculos que se presentaron.

Pero sabía que no tenía que claudicar, pese a las críticas, los rumores y los señalamientos hacia mi persona de todo tipo de adjetivos y descalificaciones, tenía y tengo muy presente, que está lucha por lograr la erradicación de la violencia de género en el poder público, no es una lucha de Marlene Alonso, es una lucha por la sororidad con las demás mujeres que han sido o están pasando por este flagelo social y sé que se debe sentar un precedente para evitar estas atrocidades en el futuro.

Por más de 5 años he dado la batalla más importante en mi vida, sin embargo, cómo lo he dicho, no ha sido una batalla solamente de Marlene Alonso, sino de todas aquellas mujeres que como yo han vivido algún tipo de violencia, porque incluso como ha quedado demostrado, también existe violencia en las esferas de poder público.

En este momento los que hoy integran el Consejo General de este Instituto se convierten en garantes de la legalidad, eso significa que asumen su responsabilidad, una responsabilidad histórica frente a la sociedad y que representa un ejemplo, Ustedes comisionados son productos de esta situación y celebro su compromiso de cumplir con esta disculpa, este instituto, tiene la responsabilidad de garantizar a todas las mujeres una vida libre de violencia y asumir la realidad sin crear realidades alternativas y complacientes, por lo que las mujeres como yo que hemos levantado la voz por los derechos humanos de nosotras y por atrevernos a revelar la verdad, lo menos que esperamos de las instituciones es que tengan la mitad de la valentía y ética que hemos demostrado nosotras teniendo una milésima de poder que ustedes tiene hoy, de ahí que su responsabilidad y nuestra exigencia vayan de la mano para siempre, miles de mujeres son víctimas de violencia por el simple hecho de exigir sus derechos y ejercer sus libertades, la violencia contra las mujeres aumenta en la medida que la impunidad crece.

Bajo las burlas misóginas, el hostigamiento y acoso que viví, en diversas ocasiones me dijeron que era una exagerada, que no aguantaba nada, me dijeron que calladita me veía más bonita, y que los derechos humanos eran sentimentalismo femeninos, que lo que yo vivía era normal, pero quiero decirles que hoy nada nos va a callar, ni aquellos machistas y complacientes del poder patriarcal nos detendrán, las mujeres llegamos para cambiar la historia y no permitiremos que esto nuevamente llegue a pasar.

Hago un recordatorio de que la pasada legislatura que en su mayoría fueron mujeres, violentaron a una mujer, porque no hubo la capacidad de darle solución a la violencia que se generó en mi contra al interior de este instituto, esas mujeres me revictimizaron al decir que no aguantaba nada, pero ninguna de ella en mi mente pasó que fuera violentada en los cargos públicos que ahora ocupan en el gobierno del Estado.

Esta disculpa pública, es solo el primer paso de la reparación integral de los 7 puntos que señala la Recomendación 01/2021 emitida por la CEDH, queremos que todos y cada uno de los violentadores estén bajo juicio, queremos que las autoridades nos demuestren que todas las mujeres violentadas recibirán justicia, no, no solo lo pedimos, lo exigimos porque así lo hemos hecho desde hace décadas, he asumido la responsabilidad informada de demostrar que ninguna mujer, ninguna niña, ninguna adolecente debe sentirse culpable de señalar a sus perpetradores, son ellos y no nosotras quienes deben sentir vergüenza de sus actos.

Este es el primer paso, hoy es Marlene Alonso y este triunfo va para todas aquellas personas que no han podido tener justicia y ese grito de justicia hoy lo expreso aquí en el instituto de transparencia. Por todas las niñas que sueñan con un país en el que puedan vivir libremente sin miedo a ser violentadas, por aquellas mujeres asesinadas y maltratadas, seguimos y seguiremos en la lucha.

Este día es para mi familia, que jamás, jamás me ha pedido que me dé por vencida, le debo a ellas y ellos el fortalecimiento a mi espíritu, a mis amistades del alma, a los colectivos (Mujeres con poder, Mujeres Libres, Red Nacional de Mujeres por la Transparencia, …) a mis colegas, a los medios de comunicación y a todas las personas de la sociedad que se reúsan a ser esclavos del patriarcado, gracias por ayudarme a darme fuerzas durante estos 5 años, a mi esposo, mis hijas, mis padres, mi hermana y sobrinos, a mis amigas de los colectivos y a todo mi equipo legal, gracias por su apoyo, sin ustedes no habría podido tener la fortaleza espiritual y moral para seguir de pie.

Hoy cierro el ciclo del Instituto de Transparencia que mi formación profesional me permitió, pero sé que siempre que se cierra uno, se abren mil más y hoy abro el ciclo de la defensa por todas las mujeres violentadas. Hoy finamente el nombre de Marlene Alonso está limpio y libre de señalamientos machistas e impropios que solamente buscaban denostar sin tener elementos para asegurarlo.

Estoy aquí por todas las mujeres que ven reflejado en mí su esperanza de que algún día se erradique la violencia contra nuestro género y así construir una sociedad igualitaria, por lo anterior, exijo a todas las autoridades para que cumplan con la reparación integral del daño a las víctimas, a las que hoy represento y a las que seguiré dando voz hasta que la vida me alcance y hasta que la dignidad se haga costumbre, muchas gracias