/ miércoles 28 de octubre de 2020

Resiliencia | Inclusión y libre albedrío 

Las palabras surgidas del documental denominado "Francesco", que se estrenó en el Festival de Cine de Roma, dirigido por el nominado al Oscar Evgeny Afineevsky, retrata la personalidad y las acciones que ha tenido el pontífice argentino desde que asumió la jefatura del catolicismo en 2013.

En plena división ideológica en la Iglesia católica, el Papa Francisco sorprendió con unas declaraciones en las que apoya la creación de leyes que amparen la unión civil entre personas del mismo sexo, en el que dijo: "Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia, son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Lo que tenemos que hacer es crear una ley de uniones civiles. Así están cubiertos legalmente. Yo apoyé eso".

Si bien es la primera vez que Francisco muestra un apoyo tan nítido y directo, desde que fue nombrado Papa en 2013, es la referencia explícita que hace a la "familia" en donde profundiza más en un concepto que hasta ahora era un tabú para la Iglesia en relación con la convivencia entre personas homosexuales.

Como es sabido, las leyes de unión civil entre personas del mismo sexo ya existen, la mayoría en países europeos, sin embargo, Francisco pide se promueva en los lugares donde todavía no existe, quizá se refiere a lugares donde los homosexuales son perseguidos, la posición de Francisco sobre la integración de los homosexuales en la Iglesia ha sido siempre algo ambigua, pero mucho más avanzada que la de sus predecesores, de hecho, la primera vez que habló de ello como Pontífice fue en un vuelo de vuelta de Brasil en 2013, entonces dijo: "Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?".

La mirada sobre este asunto no es completamente nueva en Bergoglio, cuando era arzobispo de Buenos Aires se mostró a favor de una ley que regule las uniones, fue en una votación celebrada en el seno de la Conferencia Episcopal Argentina, lo hizo porque cree que deben respetarse los derechos básicos, es decir una cuestión de justicia civil, esa fue su posición matizada, sin embargo, perdió el voto con los otros obispos.

Francisco ha optado por mostrar empatía por la comunidad LGBT desde que tomó las riendas del catolicismo, algo que le ha valido críticas de los jerarcas conservadores de la Iglesia y también han surgido voces críticas dentro de la Iglesia católica sobre una presunta "hipocresía" alrededor del tema.

Para muchos especialistas, las palabras recientes de Francisco tienden a reflejar una posición más abierta e inclusiva que ya han adoptado muchos episcopados alrededor del mundo a lo largo de los años, pero dejando claro que se apoya la unión civil, más no el matrimonio, pues hasta hoy no se ha abierto ninguna posibilidad de que haya uniones católicas de parejas del mismo sexo.

La declaración, que llega en un momento de profunda división ideológica, sorprende por el formato en que se produce, sin duda, es algo que forma parte del proceso de apertura del Papa. Hay que recordar que difícilmente se habla sobre este tema, incluso han hecho una guerra contra esto, se espera que en consecuencia a esta declaración creará problemas dentro de la Iglesia y en el mundo político, pero no olvidemos una cosa, más allá de que el Papa apruebe o no el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo más importante aquí es el hecho de que el pontífice reconoce que como personas que son no merecen ser excluidos o alejados por su condición.

Esto nos permite reflexionar que independientemente de las leyes civiles o religiosas, se trata del reconocimiento de derechos de todas las personas, de tener empatía ante sus circunstancias, de entender que nosotros como seres humanos debemos ver a las personas sin prejuicios, sin anteponer su orientación sexual, preferencia religiosa o por cualquier otra condición, más bien, lo que debemos entender es que cualquier persona merece ser incluido y hacer uso de su libre albedrío.

Las palabras surgidas del documental denominado "Francesco", que se estrenó en el Festival de Cine de Roma, dirigido por el nominado al Oscar Evgeny Afineevsky, retrata la personalidad y las acciones que ha tenido el pontífice argentino desde que asumió la jefatura del catolicismo en 2013.

En plena división ideológica en la Iglesia católica, el Papa Francisco sorprendió con unas declaraciones en las que apoya la creación de leyes que amparen la unión civil entre personas del mismo sexo, en el que dijo: "Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia, son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Lo que tenemos que hacer es crear una ley de uniones civiles. Así están cubiertos legalmente. Yo apoyé eso".

Si bien es la primera vez que Francisco muestra un apoyo tan nítido y directo, desde que fue nombrado Papa en 2013, es la referencia explícita que hace a la "familia" en donde profundiza más en un concepto que hasta ahora era un tabú para la Iglesia en relación con la convivencia entre personas homosexuales.

Como es sabido, las leyes de unión civil entre personas del mismo sexo ya existen, la mayoría en países europeos, sin embargo, Francisco pide se promueva en los lugares donde todavía no existe, quizá se refiere a lugares donde los homosexuales son perseguidos, la posición de Francisco sobre la integración de los homosexuales en la Iglesia ha sido siempre algo ambigua, pero mucho más avanzada que la de sus predecesores, de hecho, la primera vez que habló de ello como Pontífice fue en un vuelo de vuelta de Brasil en 2013, entonces dijo: "Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?".

La mirada sobre este asunto no es completamente nueva en Bergoglio, cuando era arzobispo de Buenos Aires se mostró a favor de una ley que regule las uniones, fue en una votación celebrada en el seno de la Conferencia Episcopal Argentina, lo hizo porque cree que deben respetarse los derechos básicos, es decir una cuestión de justicia civil, esa fue su posición matizada, sin embargo, perdió el voto con los otros obispos.

Francisco ha optado por mostrar empatía por la comunidad LGBT desde que tomó las riendas del catolicismo, algo que le ha valido críticas de los jerarcas conservadores de la Iglesia y también han surgido voces críticas dentro de la Iglesia católica sobre una presunta "hipocresía" alrededor del tema.

Para muchos especialistas, las palabras recientes de Francisco tienden a reflejar una posición más abierta e inclusiva que ya han adoptado muchos episcopados alrededor del mundo a lo largo de los años, pero dejando claro que se apoya la unión civil, más no el matrimonio, pues hasta hoy no se ha abierto ninguna posibilidad de que haya uniones católicas de parejas del mismo sexo.

La declaración, que llega en un momento de profunda división ideológica, sorprende por el formato en que se produce, sin duda, es algo que forma parte del proceso de apertura del Papa. Hay que recordar que difícilmente se habla sobre este tema, incluso han hecho una guerra contra esto, se espera que en consecuencia a esta declaración creará problemas dentro de la Iglesia y en el mundo político, pero no olvidemos una cosa, más allá de que el Papa apruebe o no el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo más importante aquí es el hecho de que el pontífice reconoce que como personas que son no merecen ser excluidos o alejados por su condición.

Esto nos permite reflexionar que independientemente de las leyes civiles o religiosas, se trata del reconocimiento de derechos de todas las personas, de tener empatía ante sus circunstancias, de entender que nosotros como seres humanos debemos ver a las personas sin prejuicios, sin anteponer su orientación sexual, preferencia religiosa o por cualquier otra condición, más bien, lo que debemos entender es que cualquier persona merece ser incluido y hacer uso de su libre albedrío.