/ miércoles 8 de diciembre de 2021

Resiliencia | La importancia de empoderar a las niñas

El empoderamiento femenino es el proceso que permite el incremento de la participación de las mujeres en todos los aspectos de su vida personal y social, con ello, pueden ser dueñas de sus vidas e intervenir plenamente en igualdad de condiciones en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo la toma de decisiones y el acceso al poder.

El concepto de empoderamiento femenino surge ante la necesidad de otorgar un papel visible de la mujer en todos los ámbitos de la vida, hace referencia a la importancia del papel femenino en el poder, en los procesos por los cuales se decide el futuro de la humanidad. El empoderamiento femenino es una consigna contra la discriminación que sufren todas las mujeres por su género.

El empoderamiento femenino ayuda a romper las barreras invisibles que implican nacer niña, es importante que la sociedad se adentre en esta realidad para hacerse una idea de lo que significa alcanzar un futuro donde no exista la desigualdad por condición sexual, por raza o por género, el acceso a la cultura se traduce en niñas preparadas, que crecerán conociendo sus posibilidades y sus derechos.

Es fundamental que el empoderamiento femenino comience desde la infancia, en las enseñanzas recibidas en la escuela pero además de la educación recibida en casa; el papel de las familias en el empoderamiento femenino es indispensable, la forma de criar a una niña en el ámbito doméstico marcará todo su futuro, es necesario que como mamá o papá, te comprometas a educar sin estereotipos y roles de género, desde que tu niña o niño está en la cuna, fomenta su desarrollo integral y vela por sus derechos: a la alimentación, la salud, la educación y el sano esparcimiento.

Nuestra labor como padres es fortalecer las capacidades y potencialidades de las niñas, enseñarles que son personas individuales, especiales e importantes, y que bajo ninguna circunstancia pueden ser violentadas, si quieres empoderar a las niñas, empieza por eliminar en tu hogar la división sexual del trabajo, en muchas familias las niñas son las que tienen que aprender a cocinar y a lavar trastes, además de atender a sus hermanos.

Papá también debe colaborar en los quehaceres, lavando ropa, preparando comida, barriendo, ya que mientras las mujeres y las niñas tengan que emplear el triple de tiempo y energía que los hombres en las tareas domésticas, la igualdad de oportunidades para que completen su educación y encuentren buenos trabajos en un entorno seguro seguirá estando fuera de su alcance.

Estás empoderando a una niña cuando le muestras que los niños también participan en los quehaceres del hogar, nunca le dices que un príncipe vendrá a rescatarla, no la educas para agradar a los demás, fomentas la idea de que ella puede ser lo que quiera en la vida: presidenta, astronauta, científica y, cuando le dejas claro que en el amor no deben existir los golpes.

Sabías que permitir a una niña elegir el color de su ropa también la va a empoderar, así que deja que tu hija elija colores que le gusten; puede ser azul, café, morado o verde, no le impongas el rosa, rompe con el esquema de que todo tiene que ser de este color asociado con la femineidad, enseñemos a nuestras hijas a aceptar retos que conlleven riesgos, no a buscar la perfección ya que ello conlleva que el miedo al fracaso limite sus posibilidades, enseñemos a nuestras hijas la habilidad de negociar, fomentemos en ellas su independencia y autonomía, permitamos siempre que se expresen y escuchemos su opinión, trabajemos en su autoestima y fomentemos que tengan sus propias ideas, de forma que adquieran confianza en sí mismas y en sus posibilidades, debemos ofrecer a nuestras hijas un amplio abanico de conocimientos, que tengan al alcance de su mano la posibilidad de adquirir conceptos de cualquier índole, de esta forma se motivará su curiosidad, sus ganas de aprender y de formarse en distintos ámbitos.

  • Una niña empoderada se convertirá en la mujer que ella quiera ser, será quien ella vaya decidiendo según su personalidad y proyecto de vida, será una persona empática y nunca someterá o violentará a los demás.

Las niñas deben crecer sabiendo que pueden ser cualquier cosa que deseen ser, con su trabajo, con su esfuerzo, las niñas deben aprender que su independencia es su libertad, que son igual de capaces que un niño, que se merecen el mismo respeto, reconocimiento social y económico que cualquier hombre.

Recordemos que etiquetar o minimizar las capacidades de una niña puede ser la diferencia entre convertirse en líder o en una mujer con inseguridades que nada tienen que ver con su género, la verdadera igualdad sólo llegará cuando todas las niñas estén a salvo de la violencia, cuando sean libres de ejercer sus derechos y puedan disfrutar de las mismas oportunidades en la vida, eduquemos a las niñas de hoy para que sean las líderes del mañana.

El empoderamiento femenino es el proceso que permite el incremento de la participación de las mujeres en todos los aspectos de su vida personal y social, con ello, pueden ser dueñas de sus vidas e intervenir plenamente en igualdad de condiciones en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo la toma de decisiones y el acceso al poder.

El concepto de empoderamiento femenino surge ante la necesidad de otorgar un papel visible de la mujer en todos los ámbitos de la vida, hace referencia a la importancia del papel femenino en el poder, en los procesos por los cuales se decide el futuro de la humanidad. El empoderamiento femenino es una consigna contra la discriminación que sufren todas las mujeres por su género.

El empoderamiento femenino ayuda a romper las barreras invisibles que implican nacer niña, es importante que la sociedad se adentre en esta realidad para hacerse una idea de lo que significa alcanzar un futuro donde no exista la desigualdad por condición sexual, por raza o por género, el acceso a la cultura se traduce en niñas preparadas, que crecerán conociendo sus posibilidades y sus derechos.

Es fundamental que el empoderamiento femenino comience desde la infancia, en las enseñanzas recibidas en la escuela pero además de la educación recibida en casa; el papel de las familias en el empoderamiento femenino es indispensable, la forma de criar a una niña en el ámbito doméstico marcará todo su futuro, es necesario que como mamá o papá, te comprometas a educar sin estereotipos y roles de género, desde que tu niña o niño está en la cuna, fomenta su desarrollo integral y vela por sus derechos: a la alimentación, la salud, la educación y el sano esparcimiento.

Nuestra labor como padres es fortalecer las capacidades y potencialidades de las niñas, enseñarles que son personas individuales, especiales e importantes, y que bajo ninguna circunstancia pueden ser violentadas, si quieres empoderar a las niñas, empieza por eliminar en tu hogar la división sexual del trabajo, en muchas familias las niñas son las que tienen que aprender a cocinar y a lavar trastes, además de atender a sus hermanos.

Papá también debe colaborar en los quehaceres, lavando ropa, preparando comida, barriendo, ya que mientras las mujeres y las niñas tengan que emplear el triple de tiempo y energía que los hombres en las tareas domésticas, la igualdad de oportunidades para que completen su educación y encuentren buenos trabajos en un entorno seguro seguirá estando fuera de su alcance.

Estás empoderando a una niña cuando le muestras que los niños también participan en los quehaceres del hogar, nunca le dices que un príncipe vendrá a rescatarla, no la educas para agradar a los demás, fomentas la idea de que ella puede ser lo que quiera en la vida: presidenta, astronauta, científica y, cuando le dejas claro que en el amor no deben existir los golpes.

Sabías que permitir a una niña elegir el color de su ropa también la va a empoderar, así que deja que tu hija elija colores que le gusten; puede ser azul, café, morado o verde, no le impongas el rosa, rompe con el esquema de que todo tiene que ser de este color asociado con la femineidad, enseñemos a nuestras hijas a aceptar retos que conlleven riesgos, no a buscar la perfección ya que ello conlleva que el miedo al fracaso limite sus posibilidades, enseñemos a nuestras hijas la habilidad de negociar, fomentemos en ellas su independencia y autonomía, permitamos siempre que se expresen y escuchemos su opinión, trabajemos en su autoestima y fomentemos que tengan sus propias ideas, de forma que adquieran confianza en sí mismas y en sus posibilidades, debemos ofrecer a nuestras hijas un amplio abanico de conocimientos, que tengan al alcance de su mano la posibilidad de adquirir conceptos de cualquier índole, de esta forma se motivará su curiosidad, sus ganas de aprender y de formarse en distintos ámbitos.

  • Una niña empoderada se convertirá en la mujer que ella quiera ser, será quien ella vaya decidiendo según su personalidad y proyecto de vida, será una persona empática y nunca someterá o violentará a los demás.

Las niñas deben crecer sabiendo que pueden ser cualquier cosa que deseen ser, con su trabajo, con su esfuerzo, las niñas deben aprender que su independencia es su libertad, que son igual de capaces que un niño, que se merecen el mismo respeto, reconocimiento social y económico que cualquier hombre.

Recordemos que etiquetar o minimizar las capacidades de una niña puede ser la diferencia entre convertirse en líder o en una mujer con inseguridades que nada tienen que ver con su género, la verdadera igualdad sólo llegará cuando todas las niñas estén a salvo de la violencia, cuando sean libres de ejercer sus derechos y puedan disfrutar de las mismas oportunidades en la vida, eduquemos a las niñas de hoy para que sean las líderes del mañana.