/ miércoles 18 de agosto de 2021

Resiliencia | TEPJF, en juego su propia subsistencia

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), es el máximo tribunal de justicia en materia electoral, órgano especializado del Poder Judicial de la Federación, encargado de resolver controversias en materia electoral, proteger los derechos político-electorales de las y los ciudadanos e impartir justicia en el ámbito electoral, lamentablemente esta institución se conflictó al interior en un hecho sorpresivo e inédito cinco de las siete magistradas y magistrados de la Sala Superior removieron a su presidente, lo que puede derivar en graves repercusiones.

A pesar del diálogo, la mediación del ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y la decisión de dos magistrados de “hacerse a un lado” para presidirlo, el TEPJF aún atraviesa una turbulencia, y es que, las diferencias entre los dos bloques al interior de la Sala Superior, parecen irreconciliables.

Con su actuar, los cinco magistrados coludidos en la destitución y el momentáneo nombramiento nutrieron la narrativa presidencial y le abrieron boquetes de manera innecesaria al sistema electoral y al Poder Judicial, por lo que, la destitución y la crisis abierta, en nada contribuye al fortalecimiento necesario de la institucionalidad electoral, ya que una y otra vez han sido denostados, incluso la destitución era innecesaria, pues los magistrados intrigantes ya contaban con la mayoría para contrarrestar al presidente, pero dieron un golpe de efecto oportunista que acabó por revertírseles.

Ahora en el reacomodo de fuerzas, todos tendrán que ceder, más que por convicción, por la necesidad de sacar adelante una presidencia fuerte y una Sala Superior estable que esté en condiciones de emitir resoluciones claras y entendibles, además, el TEPJF deberá recomponer su institucionalidad y gobernabilidad para hacer frente a los embates del exterior.

  • Los magistrados deben actuar con grandeza para fortalecerse de manera institucional y contar con la suficiente solidez para salir adelante, ya que su disfuncionalidad le da argumentos al presidente, quien se ha propuesto lanzar una reforma electoral, incluso el presidente en base a lo sucedido cuenta con los elementos suficientes para hacerlo, pues lo singular es, en todo caso, la intensidad de estas disputas y la frecuencia con la que se ventilan públicamente, involucrando cada vez más a actores externos y afectando muy negativamente la operación y legitimidad de un órgano cuya función más básica es dirimir controversias, no ser fuente de ellas, ya que un tribunal debilitado puede ser denostado, llevado al límite, es por ello que los siguientes pasos que tome el TEPJF, deben ser cuidadosamente meditados y consensuados para minimizar el daño.

Ojalá que sus integrantes crezcan a la altura del reto que tienen enfrente, hay muchos temas que deben reformarse para asegurar un mejor desempeño del tribunal, por ejemplo, el fortalecimiento de la carrera judicial, así como asegurar que las personas que ocupen las distintas posiciones en su estructura tanto jurisdiccional como administrativa cuenten con el perfil idóneo y sean seleccionados con criterios claros, es decir un examen de oposición, que existan las medidas contra el nepotismo y mayores funciones de control y vigilancia sobre el órgano de justicia electoral, por lo que, fue doloroso ver que dichos temas hayan quedado fuera de la reforma judicial recientemente aprobada, considero que era el momento idóneo para hacerlo.

Quienes han estudiado las sentencias o fallos de los magistrados en funciones afirman que en algunos de ellos hay clarísimas inconsistencias y que navegan según el viento y no la ley, incluso en lugar de ser imparciales, se convierten en parte de un partido, ya que así fueron electos, con base en una lógica de cuotas, por lo que el vicio de origen pesa.

A pesar de que con frecuencia el TEPJF ha sido instrumento para golpear al INE, se dice que a partir del próximo primero de septiembre vendrán fuertes momentos para los integrantes del INE y los integrantes de TEPJF, pues el presidente advirtió que la reforma electoral que presentará prevé una “renovación tajante”, para que se cambie por completo a los integrantes, aseguró que no es un cambio por un asunto personal sino porque no están a la altura de las circunstancias y de la voluntad del pueblo, que no se puede con lo mismo, no son demócratas, no respetan la voluntad del pueblo, no actúan con rectitud, no aplican el lema “al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie”.

El diseño del TEPJF requiere ser repensado, sí, pero quizá esta no sea la coyuntura actual más apropiada para que de ello se obtenga un buen resultado, los magistrados que deberían ser ejemplo de comportamiento institucional y dignidad, en este momento su actuar se ha convertido en un alto costo de la democracia, si bien, para el gobierno sea aún más prioritario promover una reforma que transforme no sólo la estructura sino buena parte del marco institucional a cargo de la organización de los comicios y la resolución de conflictos electorales, ello dependerá en gran medida de las decisiones que tomen los partidos y actores que sembraron las semillas del conflicto en el que se encuentra una jurisdicción electoral con poca legitimidad y que hoy lo que está en juego no es sólo la administración de recursos y la resolución de asuntos políticamente sobresalientes, sino la propia subsistencia del TEPJF.

Los magistrados deben actuar con grandeza para fortalecerse de manera institucional y contar con la suficiente solidez para salir adelante, ya que su disfuncionalidad le da argumentos al presidente, quien se ha propuesto lanzar una reforma electoral, incluso el presidente en base a lo sucedido cuenta con los elementos suficientes para hacerlo...

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), es el máximo tribunal de justicia en materia electoral, órgano especializado del Poder Judicial de la Federación, encargado de resolver controversias en materia electoral, proteger los derechos político-electorales de las y los ciudadanos e impartir justicia en el ámbito electoral, lamentablemente esta institución se conflictó al interior en un hecho sorpresivo e inédito cinco de las siete magistradas y magistrados de la Sala Superior removieron a su presidente, lo que puede derivar en graves repercusiones.

A pesar del diálogo, la mediación del ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y la decisión de dos magistrados de “hacerse a un lado” para presidirlo, el TEPJF aún atraviesa una turbulencia, y es que, las diferencias entre los dos bloques al interior de la Sala Superior, parecen irreconciliables.

Con su actuar, los cinco magistrados coludidos en la destitución y el momentáneo nombramiento nutrieron la narrativa presidencial y le abrieron boquetes de manera innecesaria al sistema electoral y al Poder Judicial, por lo que, la destitución y la crisis abierta, en nada contribuye al fortalecimiento necesario de la institucionalidad electoral, ya que una y otra vez han sido denostados, incluso la destitución era innecesaria, pues los magistrados intrigantes ya contaban con la mayoría para contrarrestar al presidente, pero dieron un golpe de efecto oportunista que acabó por revertírseles.

Ahora en el reacomodo de fuerzas, todos tendrán que ceder, más que por convicción, por la necesidad de sacar adelante una presidencia fuerte y una Sala Superior estable que esté en condiciones de emitir resoluciones claras y entendibles, además, el TEPJF deberá recomponer su institucionalidad y gobernabilidad para hacer frente a los embates del exterior.

  • Los magistrados deben actuar con grandeza para fortalecerse de manera institucional y contar con la suficiente solidez para salir adelante, ya que su disfuncionalidad le da argumentos al presidente, quien se ha propuesto lanzar una reforma electoral, incluso el presidente en base a lo sucedido cuenta con los elementos suficientes para hacerlo, pues lo singular es, en todo caso, la intensidad de estas disputas y la frecuencia con la que se ventilan públicamente, involucrando cada vez más a actores externos y afectando muy negativamente la operación y legitimidad de un órgano cuya función más básica es dirimir controversias, no ser fuente de ellas, ya que un tribunal debilitado puede ser denostado, llevado al límite, es por ello que los siguientes pasos que tome el TEPJF, deben ser cuidadosamente meditados y consensuados para minimizar el daño.

Ojalá que sus integrantes crezcan a la altura del reto que tienen enfrente, hay muchos temas que deben reformarse para asegurar un mejor desempeño del tribunal, por ejemplo, el fortalecimiento de la carrera judicial, así como asegurar que las personas que ocupen las distintas posiciones en su estructura tanto jurisdiccional como administrativa cuenten con el perfil idóneo y sean seleccionados con criterios claros, es decir un examen de oposición, que existan las medidas contra el nepotismo y mayores funciones de control y vigilancia sobre el órgano de justicia electoral, por lo que, fue doloroso ver que dichos temas hayan quedado fuera de la reforma judicial recientemente aprobada, considero que era el momento idóneo para hacerlo.

Quienes han estudiado las sentencias o fallos de los magistrados en funciones afirman que en algunos de ellos hay clarísimas inconsistencias y que navegan según el viento y no la ley, incluso en lugar de ser imparciales, se convierten en parte de un partido, ya que así fueron electos, con base en una lógica de cuotas, por lo que el vicio de origen pesa.

A pesar de que con frecuencia el TEPJF ha sido instrumento para golpear al INE, se dice que a partir del próximo primero de septiembre vendrán fuertes momentos para los integrantes del INE y los integrantes de TEPJF, pues el presidente advirtió que la reforma electoral que presentará prevé una “renovación tajante”, para que se cambie por completo a los integrantes, aseguró que no es un cambio por un asunto personal sino porque no están a la altura de las circunstancias y de la voluntad del pueblo, que no se puede con lo mismo, no son demócratas, no respetan la voluntad del pueblo, no actúan con rectitud, no aplican el lema “al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie”.

El diseño del TEPJF requiere ser repensado, sí, pero quizá esta no sea la coyuntura actual más apropiada para que de ello se obtenga un buen resultado, los magistrados que deberían ser ejemplo de comportamiento institucional y dignidad, en este momento su actuar se ha convertido en un alto costo de la democracia, si bien, para el gobierno sea aún más prioritario promover una reforma que transforme no sólo la estructura sino buena parte del marco institucional a cargo de la organización de los comicios y la resolución de conflictos electorales, ello dependerá en gran medida de las decisiones que tomen los partidos y actores que sembraron las semillas del conflicto en el que se encuentra una jurisdicción electoral con poca legitimidad y que hoy lo que está en juego no es sólo la administración de recursos y la resolución de asuntos políticamente sobresalientes, sino la propia subsistencia del TEPJF.

Los magistrados deben actuar con grandeza para fortalecerse de manera institucional y contar con la suficiente solidez para salir adelante, ya que su disfuncionalidad le da argumentos al presidente, quien se ha propuesto lanzar una reforma electoral, incluso el presidente en base a lo sucedido cuenta con los elementos suficientes para hacerlo...