/ miércoles 22 de septiembre de 2021

Resiliencia | Turismo sexual infantil

Conocemos de sobra el turismo cultural, el turismo de aventura, el turismo rural, el de negocios y hasta el religioso, sin embargo, más allá de todos ellos existe un sector dedicado al turismo sexual, viajar con el fin de mantener relaciones sexuales se ha convertido en algo más común de lo que podemos imaginar, el turismo sexual en México es un cáncer que ha crecido silenciosamente durante los últimos 15 años, incluso en muchos países existen agencias de viajes que de manera legal organizan viajes donde se facilitan relaciones sexuales entre turistas y personas de los países de destino, el turismo sexual esconde muchos problemas entre los que destacan la pobreza, la violencia de género y por supuesto, el tráfico de personas, desgraciadamente se alerta que un 3% de los turistas que viajan con fines sexuales muestran tendencias pedófilas.

El turismo sexual infantil, se define como la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes a cambio de un pago por parte de turistas nacionales o extranjeros a personas que promocionan lugares turísticos, cuyo mayor atractivo no lo constituye el lugar en sí, sino la inclusión de niñas y niños para su explotación sexual.

Desde el 2007 en México se castiga o debería de castigarse a quien promueva, publicite, invite, facilite o gestione por cualquier medio a que una o más personas viajen al interior o exterior del territorio nacional con la finalidad de que realice cualquier tipo de actos sexuales reales o simulados con una o varias personas menores de dieciocho años de edad, es curioso, más no sorprende, que a pesar de tipificar los delitos de explotación sexual contra menores y en particular, el turismo sexual, México es considerado e identificado como un destino popular para este sector, pues en los últimos años, se ha registrado un aumento, de acuerdo a cifras del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, estiman que hay más de 20 mil menores víctimas del turismo sexual y prostitución que están ligadas a industrias que se benefician de este sector de la población, incluso las propias autoridades del gobierno mexicano, han reconocido que nuestro país lamentablemente ha superado a Asía en el turismo sexual.

Como muchos sabemos en nuestro país no se respetan las leyes ni se investigan los abusos, el turismo sexual infantil sigue en aumento, incluso se advierte que aquella cifra de 20 mil puede ser mucho mayor, basta con realizar una búsqueda rápida en Google para darnos cuenta claramente que el sector turístico en México está orientado a la prostitución infantil, ya que los motores de búsqueda automáticamente incluyen ya la palabra infantil en los resultados, cuestión que no ocurre si probamos el mismo ejercicio utilizando palabras como Ámsterdam, Bangkok o Cuba.

De las investigaciones que se han hecho, destinos como Tijuana, Cancún, Acapulco, Puerto Vallarta, Los Cabos, Ciudad de México y recientemente Puebla, han sido identificados como las principales ciudades con mayor incidencia en donde se promueven que personas viajen con la finalidad de realizar actos sexuales.

Cabe señalar, que según el último reporte presentado por la ECPAT acrónimo en inglés de End Child Prostitution, Child Pornography and Trafficking of Children for Sexual Purposes (Acabar con la Prostitución Infantil, la Pornografía Infantil y el Tráfico de Niños con fines Sexuales), no existe un perfil general del viajero que llega a practicar sexo con menores, incluso no todos suelen ser pedófilos, estos pueden ser personas de clase media o alta que viajan por placer o por negocios, turistas nacionales como internacionales, trabajadores migrantes y voluntarios de sociedades y asociaciones civiles, a quienes se les considera abusadores situacionales, ya que probablemente no habían imaginado practicar sexo con menores hasta que tienen la oportunidad de hacerlo y que pueden salirse con la suya, muchos vienen a México, precisamente porque saben que existen muy pocas posibilidades de que sean procesados, saben que los estados involucrados y las autoridades correspondientes han decidido voltear hacia otro lado, que lidiar con el enorme problema que representa.

Pocos temas le duelen tanto a una sociedad como lo es la explotación sexual infantil; porque nos enfrenta a una de las injusticias más grandes que puede vivir una persona en sus primeros años de vida, pero la realidad está ahí frente a nuestros ojos y todos los días nos podemos dar cuenta de lo grave y grande que es este problema, lamentablemente, niñas, niños y adolescentes siguen siendo explotados por personas adultas o redes de trata que los obligan a dar servicios sexuales, esta forma de trabajo infantil tiene graves consecuencias a corto y a largo plazo porque los niños están en situación de alto riesgo de sufrir malos tratos físicos, desnutrición y enfermedades sexualmente transmisibles, es extremadamente difícil que puedan escapar de su condición y tremendamente duro superar lo que han padecido física y mentalmente.

Conocemos de sobra el turismo cultural, el turismo de aventura, el turismo rural, el de negocios y hasta el religioso, sin embargo, más allá de todos ellos existe un sector dedicado al turismo sexual, viajar con el fin de mantener relaciones sexuales se ha convertido en algo más común de lo que podemos imaginar, el turismo sexual en México es un cáncer que ha crecido silenciosamente durante los últimos 15 años, incluso en muchos países existen agencias de viajes que de manera legal organizan viajes donde se facilitan relaciones sexuales entre turistas y personas de los países de destino, el turismo sexual esconde muchos problemas entre los que destacan la pobreza, la violencia de género y por supuesto, el tráfico de personas, desgraciadamente se alerta que un 3% de los turistas que viajan con fines sexuales muestran tendencias pedófilas.

El turismo sexual infantil, se define como la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes a cambio de un pago por parte de turistas nacionales o extranjeros a personas que promocionan lugares turísticos, cuyo mayor atractivo no lo constituye el lugar en sí, sino la inclusión de niñas y niños para su explotación sexual.

Desde el 2007 en México se castiga o debería de castigarse a quien promueva, publicite, invite, facilite o gestione por cualquier medio a que una o más personas viajen al interior o exterior del territorio nacional con la finalidad de que realice cualquier tipo de actos sexuales reales o simulados con una o varias personas menores de dieciocho años de edad, es curioso, más no sorprende, que a pesar de tipificar los delitos de explotación sexual contra menores y en particular, el turismo sexual, México es considerado e identificado como un destino popular para este sector, pues en los últimos años, se ha registrado un aumento, de acuerdo a cifras del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, estiman que hay más de 20 mil menores víctimas del turismo sexual y prostitución que están ligadas a industrias que se benefician de este sector de la población, incluso las propias autoridades del gobierno mexicano, han reconocido que nuestro país lamentablemente ha superado a Asía en el turismo sexual.

Como muchos sabemos en nuestro país no se respetan las leyes ni se investigan los abusos, el turismo sexual infantil sigue en aumento, incluso se advierte que aquella cifra de 20 mil puede ser mucho mayor, basta con realizar una búsqueda rápida en Google para darnos cuenta claramente que el sector turístico en México está orientado a la prostitución infantil, ya que los motores de búsqueda automáticamente incluyen ya la palabra infantil en los resultados, cuestión que no ocurre si probamos el mismo ejercicio utilizando palabras como Ámsterdam, Bangkok o Cuba.

De las investigaciones que se han hecho, destinos como Tijuana, Cancún, Acapulco, Puerto Vallarta, Los Cabos, Ciudad de México y recientemente Puebla, han sido identificados como las principales ciudades con mayor incidencia en donde se promueven que personas viajen con la finalidad de realizar actos sexuales.

Cabe señalar, que según el último reporte presentado por la ECPAT acrónimo en inglés de End Child Prostitution, Child Pornography and Trafficking of Children for Sexual Purposes (Acabar con la Prostitución Infantil, la Pornografía Infantil y el Tráfico de Niños con fines Sexuales), no existe un perfil general del viajero que llega a practicar sexo con menores, incluso no todos suelen ser pedófilos, estos pueden ser personas de clase media o alta que viajan por placer o por negocios, turistas nacionales como internacionales, trabajadores migrantes y voluntarios de sociedades y asociaciones civiles, a quienes se les considera abusadores situacionales, ya que probablemente no habían imaginado practicar sexo con menores hasta que tienen la oportunidad de hacerlo y que pueden salirse con la suya, muchos vienen a México, precisamente porque saben que existen muy pocas posibilidades de que sean procesados, saben que los estados involucrados y las autoridades correspondientes han decidido voltear hacia otro lado, que lidiar con el enorme problema que representa.

Pocos temas le duelen tanto a una sociedad como lo es la explotación sexual infantil; porque nos enfrenta a una de las injusticias más grandes que puede vivir una persona en sus primeros años de vida, pero la realidad está ahí frente a nuestros ojos y todos los días nos podemos dar cuenta de lo grave y grande que es este problema, lamentablemente, niñas, niños y adolescentes siguen siendo explotados por personas adultas o redes de trata que los obligan a dar servicios sexuales, esta forma de trabajo infantil tiene graves consecuencias a corto y a largo plazo porque los niños están en situación de alto riesgo de sufrir malos tratos físicos, desnutrición y enfermedades sexualmente transmisibles, es extremadamente difícil que puedan escapar de su condición y tremendamente duro superar lo que han padecido física y mentalmente.