/ viernes 26 de marzo de 2021

Retahíla para cinéfilos | “Bajocero” y el género policiaco

La apuesta del cine español por el género policiaco es un hecho que sorprende desde el inicio y se agradece hasta el final, “Bajocero” es un ejemplo de ello.

Estrenada en enero de 2021, esta es una película protagonizada por Javier Gutiérrez, quien interpreta a un policía a cargo del traslado de un grupo de presos, pero al ser atacado el vehículo en el que viajaban, debe enfrentarse a los de afuera y los de adentro al mismo tiempo.

Pocos minutos después del inicio, nos enteramos de las razones profundas por las que un altercado de esa magnitud se daría a mitad del bosque; no obstante, las primeras impresiones nunca son las correctas. El misterio es un elementos que recorre con nosotros cada segundo de la trama y no nos permite adelantarnos, no es predecible, no nos suelta hasta dejarnos tan agotados mentalmente como los personajes.

El nombre de la película alude a la gélida temperatura a la que se encuentran estos en la trayectoria y en su destino último, pero también a aquellos sentimientos que pareciera están construidos de recuerdos e impiden avanzar. El miedo no es un sentimiento que ocupe un espacio en la evolución psicológica de los rostros que vemos, sean delincuentes, policías o un hombre solitario buscando venganza.

La intensidad impresa en esta película es como la niebla que rodea la escena; como esas luces frontales del auto que solo alcanzan a alumbrar algunos metros hacia delante, esos metros en los que no hay más remedio que confiar.

La apuesta del cine español por el género policiaco es un hecho que sorprende desde el inicio y se agradece hasta el final, “Bajocero” es un ejemplo de ello.

Estrenada en enero de 2021, esta es una película protagonizada por Javier Gutiérrez, quien interpreta a un policía a cargo del traslado de un grupo de presos, pero al ser atacado el vehículo en el que viajaban, debe enfrentarse a los de afuera y los de adentro al mismo tiempo.

Pocos minutos después del inicio, nos enteramos de las razones profundas por las que un altercado de esa magnitud se daría a mitad del bosque; no obstante, las primeras impresiones nunca son las correctas. El misterio es un elementos que recorre con nosotros cada segundo de la trama y no nos permite adelantarnos, no es predecible, no nos suelta hasta dejarnos tan agotados mentalmente como los personajes.

El nombre de la película alude a la gélida temperatura a la que se encuentran estos en la trayectoria y en su destino último, pero también a aquellos sentimientos que pareciera están construidos de recuerdos e impiden avanzar. El miedo no es un sentimiento que ocupe un espacio en la evolución psicológica de los rostros que vemos, sean delincuentes, policías o un hombre solitario buscando venganza.

La intensidad impresa en esta película es como la niebla que rodea la escena; como esas luces frontales del auto que solo alcanzan a alumbrar algunos metros hacia delante, esos metros en los que no hay más remedio que confiar.