/ viernes 23 de abril de 2021

Retahíla para cinéfilos | El agente topo

La palabra “documental” es sinónimo práctico del pomposo “aprender”; el género cinematográfico que explora esta corriente se considera y se encajona en la didáctica, en el sentido de que se guarda como una enciclopedia al final de los coloridos y emocionantes libros de ficción.

Sin embargo, el documental goza de las mismas herramientas y experimenta incluso más posibilidades que cualquier otro género del séptimo arte.

Un ejemplo de lo anterior es “El agente topo”, la película dirigida por Maite Alberdi y publicada en Chile en junio de 2020.

La creatividad de esta producción la llevó a la nominación del premio Oscar como "Mejor Documental Largo", compitiendo con aquellas que cada vez reflejan más la necesidad de reinventar la educación.

“El agente topo” es una historia de detectives. Nos habla de Sergio, un anciano que se convierte en un infiltrado dentro de una agencia de investigaciones que existe en la vida real en Chile. Esta delegación hace un llamado a personas de entre ochenta y noventa años dispuestas a vivir lejos de su casa por tres meses. El elegido final es Sergio, quien se hace pasar por un residente en un hogar de adultos mayores a pedido de la hija de una paciente. Con este rol de espía viene el título de la cinta.

La idea de semificcionalizar una investigación y hablar de cómo se infiltró este curioso colaborador es lo que enciende la llama de la película. Cuenta la directora en entrevistas que en realidad no tenían pensado introducir al octogenario en la trama, pero una serie de circunstancias adversas los llevaron a poner este aviso en los medios para encontrar al indicado al puesto, lo cual lleva al libreto a una transparencia de lo mejor.

Sergio sabía finalmente que estaba siendo grabado, pero la línea temporal era incierta hasta ese punto.

Esta fabulosa película asume, transgrede y revela capas de las enredadas de las emociones; también revive a un sector olvidado y casi confinado bajo tierra como un topo que crea túneles, pero tarde o temprano sale.

No podemos asegurar que la intención de la producción era dejarle el protagonismo al agente topo, pero lo cierto es que el personaje se volvió entrañable y evolucionó ante nuestros ojos, algo que solo ocurre en los coloridos libros de ficción.

La palabra “documental” es sinónimo práctico del pomposo “aprender”; el género cinematográfico que explora esta corriente se considera y se encajona en la didáctica, en el sentido de que se guarda como una enciclopedia al final de los coloridos y emocionantes libros de ficción.

Sin embargo, el documental goza de las mismas herramientas y experimenta incluso más posibilidades que cualquier otro género del séptimo arte.

Un ejemplo de lo anterior es “El agente topo”, la película dirigida por Maite Alberdi y publicada en Chile en junio de 2020.

La creatividad de esta producción la llevó a la nominación del premio Oscar como "Mejor Documental Largo", compitiendo con aquellas que cada vez reflejan más la necesidad de reinventar la educación.

“El agente topo” es una historia de detectives. Nos habla de Sergio, un anciano que se convierte en un infiltrado dentro de una agencia de investigaciones que existe en la vida real en Chile. Esta delegación hace un llamado a personas de entre ochenta y noventa años dispuestas a vivir lejos de su casa por tres meses. El elegido final es Sergio, quien se hace pasar por un residente en un hogar de adultos mayores a pedido de la hija de una paciente. Con este rol de espía viene el título de la cinta.

La idea de semificcionalizar una investigación y hablar de cómo se infiltró este curioso colaborador es lo que enciende la llama de la película. Cuenta la directora en entrevistas que en realidad no tenían pensado introducir al octogenario en la trama, pero una serie de circunstancias adversas los llevaron a poner este aviso en los medios para encontrar al indicado al puesto, lo cual lleva al libreto a una transparencia de lo mejor.

Sergio sabía finalmente que estaba siendo grabado, pero la línea temporal era incierta hasta ese punto.

Esta fabulosa película asume, transgrede y revela capas de las enredadas de las emociones; también revive a un sector olvidado y casi confinado bajo tierra como un topo que crea túneles, pero tarde o temprano sale.

No podemos asegurar que la intención de la producción era dejarle el protagonismo al agente topo, pero lo cierto es que el personaje se volvió entrañable y evolucionó ante nuestros ojos, algo que solo ocurre en los coloridos libros de ficción.