/ viernes 20 de agosto de 2021

Retahíla para cinéfilos | “Intimidades de Shakespeare y Victor Hugo”

William Shakespeare es considerado el escritor más importante de la lengua inglesa; Victor Hugo, por su lado, es la figura representativa de Francia en el terreno de las letras. Ambos escribieron poesía y drama, fueron galardonados por sus seguidores y, hasta el día de hoy, sus obras se reeditan y traducen a todos los idiomas. Desafortunadamente, esta ocasión, parece que solo representan nombres de calles.

En la Ciudad de México ocurren hechos inhóspitos que favorecen la propagación creativa de artistas en todas las áreas. Una de ellas fue Yulene Olaizola, cineasta mexicana. En 2008, Olaizola sacó a la luz “Intimidades de Shakespeare y Victor Hugo”, una película documental centrada en la casa de huéspedes ubicada en la esquina de las calles Shakespeare y Victor Hugo, de la colonia Anzures.

La abuela de la directora, Rosa Elena Carbajal, es la principal narradora del filme, pues al ser dueña de la icónica esquina, fue testigo de una retahíla de historias, de una lista enorme de personas que habitaron su techo y dejaron su huella. De entre ellas, la que ocupa los reflectores es la de Jorge Riosse, un joven a quien describe como educado, inteligentísimo y sumamente creativo.

De hecho, la amistad que se forjó entre la casera y el inquilino está contada a partir de anécdotas y obras de arte creadas por él. Jorge ocupó la última habitación de la casa, y el corazón de su dueña, por ocho años, hasta el día de su muerte. Pero esa singularidad del joven también estuvo rodeada de misterios y secretos a voces, como su origen, su fuente de ingresos y su fijación por las mujeres siendo homosexual.

A partir de los rumores, en la abuela nace también la sospecha de que su gran amigo fuera responsable de doce mujeres asesinadas en hoteles aledaños. Un caso real jamás esclarecido por la Fiscalía y totalmente violado por la prensa. Con algunas interpretaciones, pruebas y casi nula información certera, este documental desarrolla un contexto mexicano moderno, casi palpable a los ojos del 2021. Un país impune, machista y poco empático con las causas sociales.

A pesar de su austeridad en la producción, la cinta es valiosa histórica y literariamente. Lo que cuenta Rosa Elena es una crónica que puede llegar a rozar lo fantástico, sin embargo, las pistas están dadas en la película y a veces está bien desconfiar, quizá, como en el teatro de Shakespeare y Victor Hugo, los ojos encuentren más verdades que los oídos.

William Shakespeare es considerado el escritor más importante de la lengua inglesa; Victor Hugo, por su lado, es la figura representativa de Francia en el terreno de las letras. Ambos escribieron poesía y drama, fueron galardonados por sus seguidores y, hasta el día de hoy, sus obras se reeditan y traducen a todos los idiomas. Desafortunadamente, esta ocasión, parece que solo representan nombres de calles.

En la Ciudad de México ocurren hechos inhóspitos que favorecen la propagación creativa de artistas en todas las áreas. Una de ellas fue Yulene Olaizola, cineasta mexicana. En 2008, Olaizola sacó a la luz “Intimidades de Shakespeare y Victor Hugo”, una película documental centrada en la casa de huéspedes ubicada en la esquina de las calles Shakespeare y Victor Hugo, de la colonia Anzures.

La abuela de la directora, Rosa Elena Carbajal, es la principal narradora del filme, pues al ser dueña de la icónica esquina, fue testigo de una retahíla de historias, de una lista enorme de personas que habitaron su techo y dejaron su huella. De entre ellas, la que ocupa los reflectores es la de Jorge Riosse, un joven a quien describe como educado, inteligentísimo y sumamente creativo.

De hecho, la amistad que se forjó entre la casera y el inquilino está contada a partir de anécdotas y obras de arte creadas por él. Jorge ocupó la última habitación de la casa, y el corazón de su dueña, por ocho años, hasta el día de su muerte. Pero esa singularidad del joven también estuvo rodeada de misterios y secretos a voces, como su origen, su fuente de ingresos y su fijación por las mujeres siendo homosexual.

A partir de los rumores, en la abuela nace también la sospecha de que su gran amigo fuera responsable de doce mujeres asesinadas en hoteles aledaños. Un caso real jamás esclarecido por la Fiscalía y totalmente violado por la prensa. Con algunas interpretaciones, pruebas y casi nula información certera, este documental desarrolla un contexto mexicano moderno, casi palpable a los ojos del 2021. Un país impune, machista y poco empático con las causas sociales.

A pesar de su austeridad en la producción, la cinta es valiosa histórica y literariamente. Lo que cuenta Rosa Elena es una crónica que puede llegar a rozar lo fantástico, sin embargo, las pistas están dadas en la película y a veces está bien desconfiar, quizá, como en el teatro de Shakespeare y Victor Hugo, los ojos encuentren más verdades que los oídos.