/ viernes 25 de marzo de 2022

Retahíla para cinéfilos | “Un golpe con estilo”

¿Qué podría salir mal si Morgan Freeman, Michael Caine y Alan Arkin protagonizaran la misma película? Sin duda Zach Braff, el director de “Un golpe con estilo” no lo pensó dos veces antes de estrenar en 2017 una cinta que combina y ensalza las fabulosas actuaciones de aquellos tres íconos del cine moderno. Y es que este resulta ser un remake de la película del mismo título de 1979, historia de un robo de veteranos que antes vimos en España con el título de Los dinamiteros (1964).

La comiquísima película narra la historia de tres hombres jubilados a los que el sistema de pensiones de Estados Unidos ha dejado sin pagos por las nuevas políticas de la empresa donde trabajaron y el banco al que se encuentran afiliados. Al enterarse de ello, el trío pone en perspectiva sus necesidades económicas y, con ayuda de un experto en atracos, diseñan un plan para asaltar el banco de la ciudad y recuperar el dinero que les pertenece.

Además del oportuno entretenimiento que ofrece, el filme nos permite reflexionar sobre el poder de la amistad en nuestras vidas, pues este pequeño grupo de amigos ha encontrado a través de los años una respuesta en la otredad, esa capacidad de encontrarse a través del reflejo de la mirada del otro. Ha encontrado en las palabras un refugio y en el apoyo mutuo de una familia. Los pequeños guiños de didáctica son tan naturales como sutiles que no se notará siquiera esa intención al terminar de verla.

El crítico Steve Pulaski de la revista Influx comparó esta versión con la original de 1979, concluyendo que “Going in Style es un filme gracioso y competente para un objetivo demográfico que ocasionalmente puede sentirse alienado al ver las películas que exhiben en los teatros locales (especialmente después de marzo, un vertiginoso mes de éxitos en taquilla). La lealtad a la versión original es admirable, y sus libertades creativas y su adición de elementos modernos trabajaron a su favor la mayor parte del tiempo”.

Tras una basta dotación de risa, un par de momentos melancólicos y una alta apuesta al carisma de la actuación, “Un golpe con estilo” definitivamente cumple con las expectativas de cualquier público esperanzado en encontrar en el cine un espacio seguro donde puede suceder de todo y, aún así, salir ileso. Una opción para todos los gustos que viene libre de vigencia.

¿Qué podría salir mal si Morgan Freeman, Michael Caine y Alan Arkin protagonizaran la misma película? Sin duda Zach Braff, el director de “Un golpe con estilo” no lo pensó dos veces antes de estrenar en 2017 una cinta que combina y ensalza las fabulosas actuaciones de aquellos tres íconos del cine moderno. Y es que este resulta ser un remake de la película del mismo título de 1979, historia de un robo de veteranos que antes vimos en España con el título de Los dinamiteros (1964).

La comiquísima película narra la historia de tres hombres jubilados a los que el sistema de pensiones de Estados Unidos ha dejado sin pagos por las nuevas políticas de la empresa donde trabajaron y el banco al que se encuentran afiliados. Al enterarse de ello, el trío pone en perspectiva sus necesidades económicas y, con ayuda de un experto en atracos, diseñan un plan para asaltar el banco de la ciudad y recuperar el dinero que les pertenece.

Además del oportuno entretenimiento que ofrece, el filme nos permite reflexionar sobre el poder de la amistad en nuestras vidas, pues este pequeño grupo de amigos ha encontrado a través de los años una respuesta en la otredad, esa capacidad de encontrarse a través del reflejo de la mirada del otro. Ha encontrado en las palabras un refugio y en el apoyo mutuo de una familia. Los pequeños guiños de didáctica son tan naturales como sutiles que no se notará siquiera esa intención al terminar de verla.

El crítico Steve Pulaski de la revista Influx comparó esta versión con la original de 1979, concluyendo que “Going in Style es un filme gracioso y competente para un objetivo demográfico que ocasionalmente puede sentirse alienado al ver las películas que exhiben en los teatros locales (especialmente después de marzo, un vertiginoso mes de éxitos en taquilla). La lealtad a la versión original es admirable, y sus libertades creativas y su adición de elementos modernos trabajaron a su favor la mayor parte del tiempo”.

Tras una basta dotación de risa, un par de momentos melancólicos y una alta apuesta al carisma de la actuación, “Un golpe con estilo” definitivamente cumple con las expectativas de cualquier público esperanzado en encontrar en el cine un espacio seguro donde puede suceder de todo y, aún así, salir ileso. Una opción para todos los gustos que viene libre de vigencia.