/ viernes 29 de marzo de 2019

Revocación de mandato genera encono

  • La revocación de mandato servirá en el futuro democrático de la nación, cimentará firmemente la soberanía nacional vulnerada por malos gobernantes. La revocación de mandato no se aplicará solamente al Ejecutivo federal sino que se hará extensivo a gobiernos estatales y municipales con el propósito de evitar la corrupción lacerante que ha lastimado a la sociedad mexicana.

La revocación de mandato propuesta con antelación al triunfo de las elecciones presidenciales, y que hoy el autor de esa idea insiste en que se incorpore como reforma del Artículo 39 Constitucional, ha levantado encono en las bancadas de legisladores de la “derecha”, quienes han manifestado: no permitirán inclusión de tal idea del Presidente López Obrador. Ello, exponiendo fútiles pretextos futuristas ejemplificando a gobiernos extranjeros ajenos a la práctica democrática que se ejerce en México.

La iniciativa Presidencia, trata de reforzar lo señalado en el contenido de la Carta Magna en su Artículo 39, en el que se lee: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de gobierno” Así que: la soberanía reside en el pueblo en nadie más que en él, por tanto tiene el derecho de alterar o modificar la forma de gobierno si éste ya no responde a los intereses del pueblo. De acuerdo con estos conceptos, gobiernos anteriores al presente debieron ser suspendidos; porque se dedicaron a corromper la administración pública en detrimento de intereses populares, otorgando grandes beneficios financieros a la clase política nacional y empresarios extranjeros. Ellos (los expresidentes), con la aplicación de revocación de mandato jamás debieron gobernar durante sexenios completos.

La revocación de mandato servirá en el futuro democrático de la nación, cimentará firmemente la soberanía nacional vulnerada por malos gobernantes. La revocación de mandato no se aplicará solamente al Ejecutivo federal sino que se hará extensivo a gobiernos estatales y municipales con el propósito de evitar la corrupción lacerante que ha lastimado a la sociedad mexicana.

Se anexe o no la idea de revocación de mandato de los gobernantes, López Obrador en forma pública ha rubricado su pliego de voluntad personal para que al menos a él se aplique la voluntad del pueblo, el pueblo que lo eligió para ejecutar las leyes emanadas de las Cámaras: de Diputados y Senadores de la República. El pueblo con su voto elegirá si continúa ejerciendo la Presidencia de México, o la dejará, ello también por voluntad del pueblo mexicano.

La carta compromiso que rubricó el Presidente de la República el día 19 del presente mes, anota que es Maderista, aludiendo al lema que Francisco I. Madero sostuviera para el respeto de la voluntad ciudadana en la práctica de la democracia: “Sufragio Efectivo, No Reelección”, que aludía fuertemente a los gobiernos del dictador Porfirio Díaz.

Además en esa carta afirma que en su ejercicio de gobierno le “inspiran ideales y convicciones y no ambición de poder”. Ello muestra que está plenamente posesionado de acuerdo con la ética que todo gobernante debe demostrar durante práctica de mandato. Es un principio ejemplar, porque ningún presidente anteriores al presente ha subscrito la voluntad de ejercer acorde a la voluntad propia y del mismo pueblo.

Su buen deseo manifiesto sostiene que: “se podrá desterrar la corrupción e impunidad (heredadas por los pésimos gobiernos), para lograr consumar la “Cuarta Transformación de la vida pública de México”. Esta idea dada a conocer en varias intervenciones públicas las está haciendo efectivas, un ejemplo de ellas es el combate al “huachicoleo”, otro de ellos que se están decomisando los capitales mal habidos de personas vinculadas a los saqueos de la economía estatal. Otra evidencia: la recepción dinero a personas de la tercera edad así como a jubilados del ISSSTE y SS. Los que reciben en su jubilación asignaciones de pago endebles mismos que ahora estarán reforzados con las asignaciones que otorga el actual gobierno al doble de lo que tenían asignados por gobiernos anteriores.

Muy significativa la gestión presidencial porque ha sido justiciera al disponer de las finanzas que la “mafia en el poder” disfrutaba a espaldas del pueblo, hoy el gobierno lo distribuye entre el pueblo ávido de satisfacer las elementales necesidad para la supervivencia.

Finalmente en la carta que rubrica el Presidente hace notar: “No estar de acuerdo con la reelección y acatará (puntualmente), el mandato Constitucional”

Esta carta se convertirá en documento histórico para nuevas generaciones de mandatarios.


  • La revocación de mandato servirá en el futuro democrático de la nación, cimentará firmemente la soberanía nacional vulnerada por malos gobernantes. La revocación de mandato no se aplicará solamente al Ejecutivo federal sino que se hará extensivo a gobiernos estatales y municipales con el propósito de evitar la corrupción lacerante que ha lastimado a la sociedad mexicana.

La revocación de mandato propuesta con antelación al triunfo de las elecciones presidenciales, y que hoy el autor de esa idea insiste en que se incorpore como reforma del Artículo 39 Constitucional, ha levantado encono en las bancadas de legisladores de la “derecha”, quienes han manifestado: no permitirán inclusión de tal idea del Presidente López Obrador. Ello, exponiendo fútiles pretextos futuristas ejemplificando a gobiernos extranjeros ajenos a la práctica democrática que se ejerce en México.

La iniciativa Presidencia, trata de reforzar lo señalado en el contenido de la Carta Magna en su Artículo 39, en el que se lee: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de gobierno” Así que: la soberanía reside en el pueblo en nadie más que en él, por tanto tiene el derecho de alterar o modificar la forma de gobierno si éste ya no responde a los intereses del pueblo. De acuerdo con estos conceptos, gobiernos anteriores al presente debieron ser suspendidos; porque se dedicaron a corromper la administración pública en detrimento de intereses populares, otorgando grandes beneficios financieros a la clase política nacional y empresarios extranjeros. Ellos (los expresidentes), con la aplicación de revocación de mandato jamás debieron gobernar durante sexenios completos.

La revocación de mandato servirá en el futuro democrático de la nación, cimentará firmemente la soberanía nacional vulnerada por malos gobernantes. La revocación de mandato no se aplicará solamente al Ejecutivo federal sino que se hará extensivo a gobiernos estatales y municipales con el propósito de evitar la corrupción lacerante que ha lastimado a la sociedad mexicana.

Se anexe o no la idea de revocación de mandato de los gobernantes, López Obrador en forma pública ha rubricado su pliego de voluntad personal para que al menos a él se aplique la voluntad del pueblo, el pueblo que lo eligió para ejecutar las leyes emanadas de las Cámaras: de Diputados y Senadores de la República. El pueblo con su voto elegirá si continúa ejerciendo la Presidencia de México, o la dejará, ello también por voluntad del pueblo mexicano.

La carta compromiso que rubricó el Presidente de la República el día 19 del presente mes, anota que es Maderista, aludiendo al lema que Francisco I. Madero sostuviera para el respeto de la voluntad ciudadana en la práctica de la democracia: “Sufragio Efectivo, No Reelección”, que aludía fuertemente a los gobiernos del dictador Porfirio Díaz.

Además en esa carta afirma que en su ejercicio de gobierno le “inspiran ideales y convicciones y no ambición de poder”. Ello muestra que está plenamente posesionado de acuerdo con la ética que todo gobernante debe demostrar durante práctica de mandato. Es un principio ejemplar, porque ningún presidente anteriores al presente ha subscrito la voluntad de ejercer acorde a la voluntad propia y del mismo pueblo.

Su buen deseo manifiesto sostiene que: “se podrá desterrar la corrupción e impunidad (heredadas por los pésimos gobiernos), para lograr consumar la “Cuarta Transformación de la vida pública de México”. Esta idea dada a conocer en varias intervenciones públicas las está haciendo efectivas, un ejemplo de ellas es el combate al “huachicoleo”, otro de ellos que se están decomisando los capitales mal habidos de personas vinculadas a los saqueos de la economía estatal. Otra evidencia: la recepción dinero a personas de la tercera edad así como a jubilados del ISSSTE y SS. Los que reciben en su jubilación asignaciones de pago endebles mismos que ahora estarán reforzados con las asignaciones que otorga el actual gobierno al doble de lo que tenían asignados por gobiernos anteriores.

Muy significativa la gestión presidencial porque ha sido justiciera al disponer de las finanzas que la “mafia en el poder” disfrutaba a espaldas del pueblo, hoy el gobierno lo distribuye entre el pueblo ávido de satisfacer las elementales necesidad para la supervivencia.

Finalmente en la carta que rubrica el Presidente hace notar: “No estar de acuerdo con la reelección y acatará (puntualmente), el mandato Constitucional”

Esta carta se convertirá en documento histórico para nuevas generaciones de mandatarios.