/ lunes 27 de septiembre de 2021

Sabino

En momentos de duelo, es un alivio para el espíritu conocer letras como las que cito de Manuel Camacho Higareda, hago uso de ellas sin su venia porque la poesía, es de quien la necesita y hoy la necesito mucho. Escribiré unas cuantas líneas que en realidad son más cavilaciones de gratitud mezcladas con añoranza y pena: lo haré con el perdón de mis pocos lectores, en primera persona. Una parte de mi alma se rompió en pedacitos con la partida de mi amado amigo Sabino Yano Bretón.

Desde siempre, desde el primer minuto congeniamos: unimos genios; el suyo, brillante y vivaz, el de tu escribana, hosco y adolorido por la difícil y hasta cruenta circunstancia de vida de entonces. Palabras de amor y bienvenida recibí siempre de quien con el tiempo fue amigo y a veces, confidente. Cuando en su casa viví alegrías, que fueron muchas y que al menos una memorable marcó el curso de mi vida, él sonreía con complicidad. Sabino fue una de las personas a quien mas aprendí a querer desde que la fortuna me bendijo al arraigarme en Tlaxcala.

Sus ojos brillaban de una forma distinta cuando compartía su amor por el arte, cuando contaba historia propia y de la tierra, cuando sucumbía ante la belleza natural o creada. Sentía honda pasión por la hermandad entre España y México, especialmente con Tlaxcala. Así pues, en justicia plena, en agosto del 2001 la Honorable Cámara de Diputados le otorgó permiso para desempeñar el cargo de Cónsul Honorario de España en Tlaxcala, con circunscripción consular en este Estado, distinción que ejerció sin tregua hasta su último aliento.

El presidente de la Asociación Internacional de Tauromaquia, describió con impecable atino el hogar de Sabino, la imponente hacienda de Tenexac, la que en cada piedra, mueble y aroma se erige como patrimonio histórico de México: …un lugar maravilloso, casi de película, donde todos los detalles han sido cuidados para recrear el lugar en el que la Tauromaquia ha echado las raíces más profundas en suelo mexicano. En sus potreros y cercados se cría un toro, predominantemente cárdeno claro y caribello, con procedencia Saltillo que se caracteriza por su bravura y humillación, que muchas alegrías ha proporcionado a sus criadores. Así también realza dos cualidades que al llegar a Tenexac recibió y que retratan a Sabino, a Paz y a toda la familia de pies a cabeza: gentileza y bondad.

La sapiencia magnífica de Sabino y en el mismo grado su benevolencia para abrir las puertas de su conocimiento y su casa, nos favorecieron a incontables. En una de las visitas a Tenexac, que muestra solo de verla el profundo respeto por el linaje, la casta y la estirpe que le han otorgado quienes la construyeron y viven, me tomó del brazo y se sumió en recuerdos al recorrer cada rincón, haciendome sentir, a cada descubrimiento en la apertura de puertas vedadas a otros ojos, amor por ese sitio y también por ese gran señor. Muchos mezcales, conversaciones, risas, aprendizajes y reflexiones se dieron en La Tienda de Raya; atesoro cada ocasión.

Los toros de Tenexac, sus toros, esos que entre Paz, Santiago y él mantuvieron siempre primorosos en sus variadas tonalidades de cárdeno, siempre nombrados en náhuatl, han sido dignas joyas de quienes con esmero, sacrificio y amor, los criaron y cuidaron con el orgullo de saber que en su sangre corre la propia dignidad de la gran familia. Innumerables fueron las tardes que gocé a su lado en una plaza de toros o de tientas escuchando, aprendiendo y deleitándome de su conocimiento sobre la crianza y lidia del animal mas imponente y señorial que existe; el toro bravo.

Tuve casual providencia de atestiguar cómo, a Carlitos Castañeda, ganadero, amigo, cantaor y sentido cronista del arte en los toros y en la vida, le revisó con acucia y precisión datos biográficos e históricos de su libro dedicado a la Casa Madre, Piedras Negras, libro que después se presentaría en tierra Andaluza y que resguarda la biblioteca sobre tauromaquia mas rica del mundo: aquella de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla; hasta allá llegó su legado de luces eruditas.

Sabino Yano Bretón, ícono Tlaxcalteca, dejó esta terrena dimensión el domingo 26 de septiembre de 2021. Se lleva con él poco porque nos deja la inconmensurable riqueza de su todo. Hay seres que do quiera legan amor y admiración por su capacidad perenne de dar; así fue Sabino, así lo recuerdo y recordaré.

Va un cálido abrazo a la familia Yano Bretón, a mi querida Paz y a Santiago, a sus entrañables amigos que son también incontables, especialemente a Toño y Vicente de Haro, que a través de los sementales, vacas y cariño de la ganadería de su padre Don Manuel entretejieron historia y destino con Sabino y Tenexac.

¡Vives Sabino! vives a través de tu entrega permanente a la tierra, a la gente que amabas y que te amamos, vives mucho mas allá de tus favores a la patria chica y grande, vives en cada abrazo recibido, en cada gesto de amabilidad y comprensión, en tu prudencia y valentía cuando fueron menester. Vives y vivirás amado Sabo, en mi corazón como lo has hecho desde hace más de 25 años que nuestro Señor, que hoy te recibe, me dio el enorme privilegio de conocerte y llamarte Amigo.

De Pecho Recibí la noticia con el firme arrojo

Del cobarde resignado.

Decía el mensaje que citaste de largo

A tu fiero destino

Y pasó

Y volvió a pasar

Y seguía pasando.

Nos diste el asombro

Del ceñido remate de tu hora.

Y eras tú

Y éramos todos

En vana furia que pasa

En momentos de duelo, es un alivio para el espíritu conocer letras como las que cito de Manuel Camacho Higareda, hago uso de ellas sin su venia porque la poesía, es de quien la necesita y hoy la necesito mucho. Escribiré unas cuantas líneas que en realidad son más cavilaciones de gratitud mezcladas con añoranza y pena: lo haré con el perdón de mis pocos lectores, en primera persona. Una parte de mi alma se rompió en pedacitos con la partida de mi amado amigo Sabino Yano Bretón.

Desde siempre, desde el primer minuto congeniamos: unimos genios; el suyo, brillante y vivaz, el de tu escribana, hosco y adolorido por la difícil y hasta cruenta circunstancia de vida de entonces. Palabras de amor y bienvenida recibí siempre de quien con el tiempo fue amigo y a veces, confidente. Cuando en su casa viví alegrías, que fueron muchas y que al menos una memorable marcó el curso de mi vida, él sonreía con complicidad. Sabino fue una de las personas a quien mas aprendí a querer desde que la fortuna me bendijo al arraigarme en Tlaxcala.

Sus ojos brillaban de una forma distinta cuando compartía su amor por el arte, cuando contaba historia propia y de la tierra, cuando sucumbía ante la belleza natural o creada. Sentía honda pasión por la hermandad entre España y México, especialmente con Tlaxcala. Así pues, en justicia plena, en agosto del 2001 la Honorable Cámara de Diputados le otorgó permiso para desempeñar el cargo de Cónsul Honorario de España en Tlaxcala, con circunscripción consular en este Estado, distinción que ejerció sin tregua hasta su último aliento.

El presidente de la Asociación Internacional de Tauromaquia, describió con impecable atino el hogar de Sabino, la imponente hacienda de Tenexac, la que en cada piedra, mueble y aroma se erige como patrimonio histórico de México: …un lugar maravilloso, casi de película, donde todos los detalles han sido cuidados para recrear el lugar en el que la Tauromaquia ha echado las raíces más profundas en suelo mexicano. En sus potreros y cercados se cría un toro, predominantemente cárdeno claro y caribello, con procedencia Saltillo que se caracteriza por su bravura y humillación, que muchas alegrías ha proporcionado a sus criadores. Así también realza dos cualidades que al llegar a Tenexac recibió y que retratan a Sabino, a Paz y a toda la familia de pies a cabeza: gentileza y bondad.

La sapiencia magnífica de Sabino y en el mismo grado su benevolencia para abrir las puertas de su conocimiento y su casa, nos favorecieron a incontables. En una de las visitas a Tenexac, que muestra solo de verla el profundo respeto por el linaje, la casta y la estirpe que le han otorgado quienes la construyeron y viven, me tomó del brazo y se sumió en recuerdos al recorrer cada rincón, haciendome sentir, a cada descubrimiento en la apertura de puertas vedadas a otros ojos, amor por ese sitio y también por ese gran señor. Muchos mezcales, conversaciones, risas, aprendizajes y reflexiones se dieron en La Tienda de Raya; atesoro cada ocasión.

Los toros de Tenexac, sus toros, esos que entre Paz, Santiago y él mantuvieron siempre primorosos en sus variadas tonalidades de cárdeno, siempre nombrados en náhuatl, han sido dignas joyas de quienes con esmero, sacrificio y amor, los criaron y cuidaron con el orgullo de saber que en su sangre corre la propia dignidad de la gran familia. Innumerables fueron las tardes que gocé a su lado en una plaza de toros o de tientas escuchando, aprendiendo y deleitándome de su conocimiento sobre la crianza y lidia del animal mas imponente y señorial que existe; el toro bravo.

Tuve casual providencia de atestiguar cómo, a Carlitos Castañeda, ganadero, amigo, cantaor y sentido cronista del arte en los toros y en la vida, le revisó con acucia y precisión datos biográficos e históricos de su libro dedicado a la Casa Madre, Piedras Negras, libro que después se presentaría en tierra Andaluza y que resguarda la biblioteca sobre tauromaquia mas rica del mundo: aquella de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla; hasta allá llegó su legado de luces eruditas.

Sabino Yano Bretón, ícono Tlaxcalteca, dejó esta terrena dimensión el domingo 26 de septiembre de 2021. Se lleva con él poco porque nos deja la inconmensurable riqueza de su todo. Hay seres que do quiera legan amor y admiración por su capacidad perenne de dar; así fue Sabino, así lo recuerdo y recordaré.

Va un cálido abrazo a la familia Yano Bretón, a mi querida Paz y a Santiago, a sus entrañables amigos que son también incontables, especialemente a Toño y Vicente de Haro, que a través de los sementales, vacas y cariño de la ganadería de su padre Don Manuel entretejieron historia y destino con Sabino y Tenexac.

¡Vives Sabino! vives a través de tu entrega permanente a la tierra, a la gente que amabas y que te amamos, vives mucho mas allá de tus favores a la patria chica y grande, vives en cada abrazo recibido, en cada gesto de amabilidad y comprensión, en tu prudencia y valentía cuando fueron menester. Vives y vivirás amado Sabo, en mi corazón como lo has hecho desde hace más de 25 años que nuestro Señor, que hoy te recibe, me dio el enorme privilegio de conocerte y llamarte Amigo.

De Pecho Recibí la noticia con el firme arrojo

Del cobarde resignado.

Decía el mensaje que citaste de largo

A tu fiero destino

Y pasó

Y volvió a pasar

Y seguía pasando.

Nos diste el asombro

Del ceñido remate de tu hora.

Y eras tú

Y éramos todos

En vana furia que pasa