/ miércoles 24 de octubre de 2018

Salario mínimo, nueva esclavización en México

Para el gobierno actual, el salario mínimo ha recuperado en este sexenio el 17 % de su capacidad adquisitiva, los indicadores oficiales nos dicen que, en 2016 el salario mínimo era de $73.04 diario, para 2018 llega a $80.04, esto es, que tuvo un aumento de 7 pesos, que equivale a 9 % de aumento salarial en tres años, el salario mínimo en el año 2000 era de $37.90.

La inflación en el período 2016-2018 fue de 14.59, mientras que la inflación, en los 18 años de este nuevo siglo, se elevó en un 106.62 %, por lo que podemos calcular una inflación mensual en el período mencionado de .34 %.

La proletarización de la clase media es un fenómeno económico y social que ha venido manipulándose desde hace 30 o 40 años, a raíz de la implantación del modelo neoliberal en México, esta medida aunada al control y de pauperización del salario mínimo son dos herramientas que apoyan la sobre concentración de la riqueza, esto es, mientras el 70 u 80 % de la población se sigue empobreciendo, las cúpulas económica se enriquecen cada día más por decisión política del gobierno federal y los gobiernos estatales.

Mientras que los más pobres en el país ganan alrededor de 91 pesos diarios en promedio, los más ricos perciben 1,876 al día en promedio, de acuerdo con datos de la encuesta nacional de ingreso a los hogares mexicanos ENIGH 2016.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) correspondiente al 2016, presentada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 30 % de los hogares con mayores ingresos (deciles VIII, lX y X) concentraron el 63.3% de los ingresos corrientes totales, mientras que el 30 % de los hogares con menores ingresos (deciles I al III) participan con el 9 % del ingreso.

México es el único país en Latinoamérica que ha disminuido su salario en los últimos años y aumentó sustantivamente sus niveles de indigencia. La pobreza aumenta, en la medida en la que controlan la depreciación de los salarios, la contención de los topes salariales viola la Constitución Mexicana.

Una política, como decisión del gobierno, ha sido durante los 40 años, disminuir la capacidad adquisitiva de los salarios mínimos como recomendación del banco mundial y los organismos mundiales, en este lapso los trabajadores ha perdido el 82 % de su capacidad para adquirir alimentos y sobrevivir.

Los actuales salarios no alcanzan ni siquiera para comer dignamente, por estas razones los gobiernos que negocian con empresas internas o externas el salario mínimo, están imponiendo un sistema de esclavización modernizado, disfrazado para concentrar la riqueza en pocas manos.

A los gobiernos locales, no les ha importado empobrecer a la población mexicana, actualmente el 60 % de la población es pobre y el 80 % de la población gana menos de $5,000.00 mensuales.

El 90 % de las contrataciones colectivas, el gobierno las manipula para beneficiar a los empresarios y perjudicar a los trabajadores, amén de que el gobierno apoya a los empresarios para que evadan el pago de impuestos y se beneficien más, a las grandes empresas les devuelve el IVA por una reglamentación turbia, acuerdo entre la cúpula política y la cúpula económica.

El gobierno ha encargado, el manejo del salario mínimo, al Banco de México quien se ha decidido perjudicar al trabajador no permitiendo el aumento del salario mínimo, con el argumento falso de que un aumento al salario ocasiona inflación, por otro lado la Secretaría del Trabajo validó el uso de la tercerización de las contrataciones a través del llamado “Outsurcing”, que es la pérdida del control patronal de la responsabilidad de asegurar el otorgamiento de las prestaciones salariales, que aun depauperadas o empobrecidas, con esta medida del Outsurcing, todavía más al trabajador lo engañan y no le cumplen las prestaciones mínimas, como el reconocimiento de su antigüedad y del pago de su aguinaldo, etc.

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos es la institución que fue inventada para aparentar legalidad a la violación a la Constitución al empobrecer los salarios mínimos, es penoso el rol que ha jugado esta comisión, el gobierno entrante de inmediato tiene que desaparecerla y diseñar un modelo institucional que vaya recuperando la capacidad adquisitiva del salario para volver a ser como lo fue en la década de los 70s.

Un salario mínimo mexicano tenía una proporción en la década de los setentas, respecto del salario mínimo norteamericano de 5 a 1, en la actualidad esta proporciones de 17 a 1, esta es la resultante de la acción de gobiernos en las últimas décadas.

Hoy, al parecer, la corriente principal que pretende la recuperación de los salarios mexicanos proviene del exterior, la revisión del Tratado de Libre Comercio ha puesto el énfasis en la mejora de los salarios mexicanos, porque, al decir de los socios EEUU y Canadá, argumentan que esta medida se utiliza como dumping laboral, esto es como una manipulación para abaratar los costos de la maquila, no importando que el que se perjudica siempre es la clase trabajadora mexicana.

El gobierno federal entrante ha declarado que de inmediato empezará a recuperar la capacidad adquisitiva del salario mínimo, con un aumento inicial en diciembre de este año.


Para el gobierno actual, el salario mínimo ha recuperado en este sexenio el 17 % de su capacidad adquisitiva, los indicadores oficiales nos dicen que, en 2016 el salario mínimo era de $73.04 diario, para 2018 llega a $80.04, esto es, que tuvo un aumento de 7 pesos, que equivale a 9 % de aumento salarial en tres años, el salario mínimo en el año 2000 era de $37.90.

La inflación en el período 2016-2018 fue de 14.59, mientras que la inflación, en los 18 años de este nuevo siglo, se elevó en un 106.62 %, por lo que podemos calcular una inflación mensual en el período mencionado de .34 %.

La proletarización de la clase media es un fenómeno económico y social que ha venido manipulándose desde hace 30 o 40 años, a raíz de la implantación del modelo neoliberal en México, esta medida aunada al control y de pauperización del salario mínimo son dos herramientas que apoyan la sobre concentración de la riqueza, esto es, mientras el 70 u 80 % de la población se sigue empobreciendo, las cúpulas económica se enriquecen cada día más por decisión política del gobierno federal y los gobiernos estatales.

Mientras que los más pobres en el país ganan alrededor de 91 pesos diarios en promedio, los más ricos perciben 1,876 al día en promedio, de acuerdo con datos de la encuesta nacional de ingreso a los hogares mexicanos ENIGH 2016.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) correspondiente al 2016, presentada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 30 % de los hogares con mayores ingresos (deciles VIII, lX y X) concentraron el 63.3% de los ingresos corrientes totales, mientras que el 30 % de los hogares con menores ingresos (deciles I al III) participan con el 9 % del ingreso.

México es el único país en Latinoamérica que ha disminuido su salario en los últimos años y aumentó sustantivamente sus niveles de indigencia. La pobreza aumenta, en la medida en la que controlan la depreciación de los salarios, la contención de los topes salariales viola la Constitución Mexicana.

Una política, como decisión del gobierno, ha sido durante los 40 años, disminuir la capacidad adquisitiva de los salarios mínimos como recomendación del banco mundial y los organismos mundiales, en este lapso los trabajadores ha perdido el 82 % de su capacidad para adquirir alimentos y sobrevivir.

Los actuales salarios no alcanzan ni siquiera para comer dignamente, por estas razones los gobiernos que negocian con empresas internas o externas el salario mínimo, están imponiendo un sistema de esclavización modernizado, disfrazado para concentrar la riqueza en pocas manos.

A los gobiernos locales, no les ha importado empobrecer a la población mexicana, actualmente el 60 % de la población es pobre y el 80 % de la población gana menos de $5,000.00 mensuales.

El 90 % de las contrataciones colectivas, el gobierno las manipula para beneficiar a los empresarios y perjudicar a los trabajadores, amén de que el gobierno apoya a los empresarios para que evadan el pago de impuestos y se beneficien más, a las grandes empresas les devuelve el IVA por una reglamentación turbia, acuerdo entre la cúpula política y la cúpula económica.

El gobierno ha encargado, el manejo del salario mínimo, al Banco de México quien se ha decidido perjudicar al trabajador no permitiendo el aumento del salario mínimo, con el argumento falso de que un aumento al salario ocasiona inflación, por otro lado la Secretaría del Trabajo validó el uso de la tercerización de las contrataciones a través del llamado “Outsurcing”, que es la pérdida del control patronal de la responsabilidad de asegurar el otorgamiento de las prestaciones salariales, que aun depauperadas o empobrecidas, con esta medida del Outsurcing, todavía más al trabajador lo engañan y no le cumplen las prestaciones mínimas, como el reconocimiento de su antigüedad y del pago de su aguinaldo, etc.

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos es la institución que fue inventada para aparentar legalidad a la violación a la Constitución al empobrecer los salarios mínimos, es penoso el rol que ha jugado esta comisión, el gobierno entrante de inmediato tiene que desaparecerla y diseñar un modelo institucional que vaya recuperando la capacidad adquisitiva del salario para volver a ser como lo fue en la década de los 70s.

Un salario mínimo mexicano tenía una proporción en la década de los setentas, respecto del salario mínimo norteamericano de 5 a 1, en la actualidad esta proporciones de 17 a 1, esta es la resultante de la acción de gobiernos en las últimas décadas.

Hoy, al parecer, la corriente principal que pretende la recuperación de los salarios mexicanos proviene del exterior, la revisión del Tratado de Libre Comercio ha puesto el énfasis en la mejora de los salarios mexicanos, porque, al decir de los socios EEUU y Canadá, argumentan que esta medida se utiliza como dumping laboral, esto es como una manipulación para abaratar los costos de la maquila, no importando que el que se perjudica siempre es la clase trabajadora mexicana.

El gobierno federal entrante ha declarado que de inmediato empezará a recuperar la capacidad adquisitiva del salario mínimo, con un aumento inicial en diciembre de este año.