El Coneval, organismo que evalúa y da cifras sobre el desarrollo social del país en general y también a nivel estatal, nos dice que la pobreza en Tlaxcala ha aumentado en los últimos siete años, solo el 12 % de la población tlaxcalteca no es pobre, no tiene carencias de servicios y tiene salario adecuado para adquirir la canasta básica de alimentos.
Esto comprueba el fracaso de la política social estatal, han tratado de taparle el ojo al macho, atendiendo y disminuyendo la pobreza extrema, que más bien han manipulado variables para aparentar su combate, en todo caso y concediendo los avances aludidos, no podrán ocultar que la pobreza ha aumentado hasta en 87 % de la población: de un millón 300 mil habitantes, un millón 130 mil carecen de un servicio básico y/o no tienen acceso a la canasta básica alimentaria.
Cómo se da esta incongruencia: gobierno rico pueblo pobre.
Antes de develar la capacidad y voluntad política en Tlaxcala para enfrentar la pobreza, añadimos, con gran disculpa a los lectores, mas definiciones para explicar este importante tema.
Canasta Alimentaria: conjunto de alimentos para satisfacer requerimientos de energía y nutrientes y que permite el bienestar mínimo por persona.
Su costo real actual es de $ 1491.00 en zona urbana, y $1,066.00 en zona rural, por persona al mes.
Canasta no alimentaria básica: acceso a bienes y servicios básicos.
Pobreza extrema (Coneval e Inegi): Cuando una persona tiene tres o más carencias, de seis posibles, y además se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo.
Para analizar resultados de las políticas públicas, si las hay, y si no existen de manera específica, podríamos analizar los programas más importantes que atienden en Tlaxcala la pobreza.
¿Qué tanto resuelve el gobierno la pobreza con el empleo con salario mínimo?
Un comparativo que nos dé una idea clara sobre la diferencia de la capacidad adquisitiva entre (Tlaxcala) México, los Estados Unidos y Canadá en la compra de un teléfono iPhone X, presentado en medios nacionales.
Mientras que en Estados Unidos un obrero con salario mínimo debe ahorrar 17 días para comprarlo, en Canadá solo son 16, mientras que en México un obrero debe ahorrar 266 días para adquirir el mismo teléfono.
Por si fuera poco, al mexicano se le castiga aún más vendiendo el mismo teléfono más caro que en Estados Unidos y Canadá, en donde cuesta $ 18,800 y $ 19,700, mientras en México cuesta $ 23,500 pesos. Nuestras autoridades han diseñado este tipo moderno de vasallaje para explotar a la sociedad con una gran complicidad con el Poder Legislativo que lo permite, es más, creo que hasta lo ignora.
En EEUU o Canadá un trabajador puede comprar un vehículo, que él mismo ayuda a producir, con solo 5 meses de salario; en México en ese mismo tiempo de ahorro, 5 meses, solo compraría las llantas. El salario mínimo en México es de $ 88.56 al día, en los EEUU el trabajador gana $ 1,096.00.
La Canasta Alimentaria Recomendable está conformada por 40 alimentos para una familia de cuatro personas: dos adultos, un joven y un niño. En 1987 un mexicano tenía que trabajar cuatro horas con 53 minutos para adquirir la canasta básica.
En enero de 2013, para adquirir una Canasta Alimenticia Recomendable la jornada era de 21 horas con 13 minutos. Casi tres días de trabajo para comprar el alimento de un solo día. Para 2017, para adquirir esa misma canasta básica para alimentarse un día, un trabajador deberá dedicar 24 horas con 31 minutos, es decir, más de tres días de trabajo para comprar el alimento de un día (Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México).
Hay otro flanco que le pega diariamente al trabajador en la capacidad adquisitiva de su salario: la inflación y el dólar arrasan en solo 11 días con la “histórica” alza al salario mínimo en México recién otorgada.
Para octubre de 2016 la canasta básica -que no incluye renta, vestido, calzado o educación para los hijos- transporte, etc. costaba 218.06 pesos y en un año se incrementó a 245.34 pesos, 27.28 pesos de aumento, mientras que el salario mínimo en el mismo periodo fue de siete pesos y el incremento anunciado por el Gobierno federal para 2018 es de 8.32 pesos.
Si a la pérdida de capacidad adquisitiva del salario mínimo agregamos el desgaste frente al encarecimiento del dólar, los aumentos desmedidos de la gasolina, del gas y de la luz, el desgaste y los efectos de las caídas de las bolsas principales del mundo occidental, la forma de dominio y expoliación se intensifica.
A un año de que concluya la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, el salario real ha perdido el 13.42 % y la pérdida acumulada del poder adquisitivo en los últimos 30 años en México, medida por la Canasta Alimenticia Recomendable, es superior al 80 %, por lo cual sujetar a un tlaxcalteca a un salario mínimo, pese a la bondad de tener un empleo, es atarlo a condiciones de casi esclavitud o vasallaje modernos.
