/ martes 5 de abril de 2022

Secretarios a escena

¿Qué hubiera dicho López Obrador como opositor, si al arranque de una campaña hubiera asistido el secretario de Gobernación en turno, acompañado nada menos que del titular de la Guardia Nacional, viajando en un avión de la Fuerza Aérea para presenciar y respaldar a un candidato del partido en el gobierno?

Pareciera que le estoy hablando de 1970, donde no solo era posible que ocurriera, sino un hecho deseable que daría el famoso espaldarazo, que era sinónimo del visto bueno del presidente de México, para ocupar una gubernatura en algún estado de la República.

Resulta por demás vergonzoso que en pleno 2022 se utilicen los recursos públicos a diestra y siniestra, para trasladar a funcionarios de primer nivel y a los más cercanos amigos del presidente de México a un mítin de Morena.

Lejos quedaron aquellos golpes de pecho de quien se asume como el benemérito de la democracia. El desvío de recursos públicos para una campaña, vuelve a enlodar la narrativa presidencial que no se cansa de decir que son diferentes, pero que en los hechos, son exactamente lo opuesto a lo que esperaban los ciudadanos, que en libertad creyeron que Morena sería la alternativa que el país necesitaba.

El Gobierno de la República debería estar enfocado en resolver el grave problema de inseguridad que aqueja al país, ante la creciente violencia que se ha desatado en diferentes estados.

  • Las tareas de gobierno para las que fueron electos se encuentran lejos de ser prioridad para el titular del Ejecutivo y su gabinete, y todo apunta a que lo que verdaderamente les interesa, es únicamente la política electoral.

Pero no se trata del único caso registrado este fin de semana. El Gobierno de México está desesperado y utiliza a los gobernadores afines a su partido y secretarios de Estado, para la promoción de lo que es prioridad para el Presidente.

Desde ya, la Secretaría de la Función Pública debería establecer una investigación que llegue hasta las últimas consecuencias, por el evidente desvío de recursos con fines electorales; sin embargo, todo apunta a que este hecho podría dormir el sueño de los justos, como ocurrió con la Casa Gris del hijo del presidente, que hasta la fecha no cuenta con ninguna investigación abierta.

Huachicol a todo lo que da

¿Recuerda aquella frase de que la escalera se barre de arriba hacia abajo, que el presidente sería el ejemplo para todo su gobierno y que ello bastaría para acabar con la corrupción en México? A poco más de tres años de que lo dijera en campaña, el presidente de México ha sido incapaz de acabar con uno solo de los problemas que se comprometió a exterminar.

El periódico Reforma publicó en su primera plana lo que a todas luces se veía: el huachicol sigue siendo uno de los principales problemas que enfrenta Pemex, pese al despliegue de fuerzas federales para combatir el delito.

Durante el 2021 Pemex registró 11 mil 37 tomas clandestinas, mientras que en 2020 había 11 mil 22; es decir, el problema lejos de detenerse sigue creciendo. Una vez más este gobierno intentó guardar el problema debajo de la alfombra, pero la realidad siempre lo termina alcanzando.

Solo en nuestro estado Petróleos Mexicanos reporta la presencia de al menos 287 tomas clandestinas, que pese a la coordinación que debería haber entre el Gobierno federal y estatal emanados del mismo partido, hoy están en riesgo las vidas de miles de tlaxcaltecas, a causa de la ineficiencia de los gobiernos de Morena.

El problema no se resolverá fácilmente, pero menos ocurrirá cuando el interés de los gobiernos se centre en la política electoral y no en la política económica y social.

Agradezco el favor de su lectura.

¿Qué hubiera dicho López Obrador como opositor, si al arranque de una campaña hubiera asistido el secretario de Gobernación en turno, acompañado nada menos que del titular de la Guardia Nacional, viajando en un avión de la Fuerza Aérea para presenciar y respaldar a un candidato del partido en el gobierno?

Pareciera que le estoy hablando de 1970, donde no solo era posible que ocurriera, sino un hecho deseable que daría el famoso espaldarazo, que era sinónimo del visto bueno del presidente de México, para ocupar una gubernatura en algún estado de la República.

Resulta por demás vergonzoso que en pleno 2022 se utilicen los recursos públicos a diestra y siniestra, para trasladar a funcionarios de primer nivel y a los más cercanos amigos del presidente de México a un mítin de Morena.

Lejos quedaron aquellos golpes de pecho de quien se asume como el benemérito de la democracia. El desvío de recursos públicos para una campaña, vuelve a enlodar la narrativa presidencial que no se cansa de decir que son diferentes, pero que en los hechos, son exactamente lo opuesto a lo que esperaban los ciudadanos, que en libertad creyeron que Morena sería la alternativa que el país necesitaba.

El Gobierno de la República debería estar enfocado en resolver el grave problema de inseguridad que aqueja al país, ante la creciente violencia que se ha desatado en diferentes estados.

  • Las tareas de gobierno para las que fueron electos se encuentran lejos de ser prioridad para el titular del Ejecutivo y su gabinete, y todo apunta a que lo que verdaderamente les interesa, es únicamente la política electoral.

Pero no se trata del único caso registrado este fin de semana. El Gobierno de México está desesperado y utiliza a los gobernadores afines a su partido y secretarios de Estado, para la promoción de lo que es prioridad para el Presidente.

Desde ya, la Secretaría de la Función Pública debería establecer una investigación que llegue hasta las últimas consecuencias, por el evidente desvío de recursos con fines electorales; sin embargo, todo apunta a que este hecho podría dormir el sueño de los justos, como ocurrió con la Casa Gris del hijo del presidente, que hasta la fecha no cuenta con ninguna investigación abierta.

Huachicol a todo lo que da

¿Recuerda aquella frase de que la escalera se barre de arriba hacia abajo, que el presidente sería el ejemplo para todo su gobierno y que ello bastaría para acabar con la corrupción en México? A poco más de tres años de que lo dijera en campaña, el presidente de México ha sido incapaz de acabar con uno solo de los problemas que se comprometió a exterminar.

El periódico Reforma publicó en su primera plana lo que a todas luces se veía: el huachicol sigue siendo uno de los principales problemas que enfrenta Pemex, pese al despliegue de fuerzas federales para combatir el delito.

Durante el 2021 Pemex registró 11 mil 37 tomas clandestinas, mientras que en 2020 había 11 mil 22; es decir, el problema lejos de detenerse sigue creciendo. Una vez más este gobierno intentó guardar el problema debajo de la alfombra, pero la realidad siempre lo termina alcanzando.

Solo en nuestro estado Petróleos Mexicanos reporta la presencia de al menos 287 tomas clandestinas, que pese a la coordinación que debería haber entre el Gobierno federal y estatal emanados del mismo partido, hoy están en riesgo las vidas de miles de tlaxcaltecas, a causa de la ineficiencia de los gobiernos de Morena.

El problema no se resolverá fácilmente, pero menos ocurrirá cuando el interés de los gobiernos se centre en la política electoral y no en la política económica y social.

Agradezco el favor de su lectura.