/ domingo 30 de abril de 2023

Secreto a voces | Chávez, aún enfermo, ganó en 2012 (XXVIII)

En 2011 Chávez suspende una gira internacional debido a que una de las rodillas se le había inflamado y le impedía caminar, previo a los comicios presidenciales de 2012. Algunos antecedentes: Chávez perdió el referéndum de 2007; en las elecciones federales de 2010 gana a pesar de que obtiene una votación baja comparada con las conseguidas en procesos anteriores. Lo anterior podría suponer o hacer una lectura de los datos en términos de que finalmente el grupo gobernante estaba en declive y que esta condición se vería muy seriamente reflejada en 2012 durante la elección presidencial.

La Mesa de Unidad Democrática (MUD) agrupó a la oposición desde 2008 y compitió en las elecciones federales de 2010 obtuvo, aparentemente, el 51.8 por ciento de los votos. Aquí cabe precisar que un 4.79 por ciento fue para fuerzas políticas que no necesariamente se aliaron a la oposición, pero la MUD lo difundió como si hubiese sido mayoría (Asanza, J. C., (2016). Micropúblicos, públicos y élites: fragmentación y democratización de la oposición en Venezuela. Politeia, 39(56),103-138). Al parecer tuvo un buen efecto en la opinión pública aunque era en parte una mentira.

En 2012 la MUD va por la presidencia con la candidatura de Henrique Capriles. Fue el resultado de un proceso de elecciones primarias imitando a la democracia estadounidense. Los partidos que se agrupan en la MUD en general son de un perfil de centro derecha como lo es el partido de Capriles Primero Justicia (PJ). Capriles, de ascendencia judía, familia de empresarios, abogado joven con estudios de posgrado en el extranjero, en 1998 diputado, alcalde en dos ocasiones, gobernador de Mirando en donde derrotó a Diosdado Cabello una de las figuras políticas y emblemáticos del chavismo.

Capriles, que en alguna biografía digital le asignan una ascendencia relacionada con Simón Bolivar, quiso como ocurre con los políticos venezolanos, utilizar la figura de Bolivar y disputársela al gobierno chavista. Aunque a Bolivar se le acercan todos los políticos y corrientes y han tratado de desacreditar su figura asignándole un rol inofensivo de hacendado que carecía de un pensamiento progresista propio, igual fue tomado por la oposición, pero sin éxito. Después de la Independencia de Venezuela, Colombia, Bolivia y Perú, nadie como Chávez para reposicionar a Bolivar.

El problema de Capriles fue que había estado ligado a los viejos partidos del Punto Fijo (fue diputado en 1998 por la Alianza Democrática) y carecía de un programa opositor original. Una de los aspectos que se destaca de su campaña fue el uso de las redes sociales durante su campaña electoral a través del Facebook. Ya hemos destacado la importancia de los jóvenes incluidos segmentos importantes de universitarios que apoyaron a la oposición apegados a un discurso liberal y anticomunista, como resultado de la derechización de las universidades. Esta tendencia se repitió.

A diferencia de lo que ocurre ahora en México la oposición venezolana trató de pintar su raya con respecto del antiguo modelo de Punto Fijo. Ahora bien, en materia social les fue complicado criticar las políticas sociales del chavismo, ya que no pudieron ser imaginadas de mejor manera por la oposición. Lo anterior significó un dique para Capriles que si bien es cierto quiso mostrarse con un candidato con vitalidad ante la imagen de un Chávez enfermo, recorriendo el país y utilizando las redes sociales para comunicarse con los jóvenes, no pudo debilitar la figura querida de Chávez y su política social.

El joven candidato opositor fue derrotado a pesar de su esfuerzo por el contacto directo con la gente, a pesar de que para 2012 la situación económica de Venezuela no fue muy estable y aunque las cifras indican una disminución de la pobreza, lo cierto es que en general la inflación estaba más o menos controlada y que la violencia casualmente se incrementó como en México ante el ascenso del obradorismo, había un ambiente que era como la “hostia” para la oposición. El gobierno respondió con sendos programas dirigidos a construir dos millones de viviendas y un programa para sustituir la dependencia alimentaria y fortalecer la soberanía en este rubro.

Más allá de si estos programas fueron utilizados o no como un instrumento electoral, la verdad es que se trata de por lo menos, con respecto a la vivienda, de un proyecto brutal de dos millones de viviendas. No existe antecedente de un proyecto dirigido a los pobres de tal magnitud. He consultado a especialistas sobre estas cifras y me confirman que tales programas no se registran en ninguna otra nación latinoamericana. Si existen proyectos de apoyos de todo tipo, pero dos millones de viviendas fue algo inédito y ha sido poco estudiado ya en concreto lo que significó aunque los que no tenían casa no olvidan por supuesto.

Veamos uno de los relatos (ver; Gómez Calcaño, L, y Arenas N. (2013). El populismo chavista: autoristarismo electoral para amigos y enemigos. Cuadernos del CENDES, núm. 82, 17-34) “…El agradecido propietario de un inmueble adjudicado por el gobierno le dice a su hijo, frente a una foto del presidente colgada en el recibo de su nueva casa, que el beneficio no fue posible «[si no] hasta que llegó el Bolívar éste», para terminar señalando que él tiene un «dicho»: «Primero Dios, segundo mi comandante»…”

Entonces, imaginemos a la oposición hablando de “un nuevo camino” cuando del lado gubernamental se proyecta un programa no visto de vivienda y alimentario que había sido el talón de Aquiles de los gobiernos venezolanos pre chavistas y del mismo gobierno durante los 14 años de bolivarianismo. Lo anterior a pesar de que en materia de corrupción y violencia no le iba tan bien en las evaluaciones que mostraban el sentir del pueblo. Aún hoy en día es una tarea pendiente del bolivarianismo encabezado por Maduro. Si ha tomado medidas con respecto a funcionarios de la petrolera del Estado pero parece que debería ir más a fondo.

Dice Asanza (2016, ver: Micropúblicos, públicos y élites: fragmentación y democratización de la oposición en Venezuela. Politeia, 39(56),103-138) que los cables que se filtraron en las redes sociales de WikiLeaks, de que integrantes de AD se habían reunido con representantes de la embajada de EU en Venezuela con el fin de pedir dinero para apoyar sus actividades opositoras, significó el jaque mate contra estas agrupaciones que habían perdido el poder y la presencia incluida en la oposición venezolana. Los desmentidos no tuvieron eco entre la población ante el desprestigio que arrastraban del pasado. Esto le restaba prestigio a la MUD.

Por más que se destaque la importancia de las nuevas misiones en el sentido de que inclinaron la balanza a favor del gobierno de Hugo Chávez, aunque sin duda fortalecieron en los excluidos su confianza en el mando que le habían otorgado desde 1998, lo cierto es que el Comandante todavía es adorado por los marginados venezolanos. Se percibe que esa relación entre Chávez y el pueblo fue trabajada desde la cúspide del núcleo cercano al comandante pero es evidente que no solo fue puro y simple interés de crear una figura emblemática en el aire. Les corresponde a los venezolanos evaluar esta estrategia. En 2012, Chávez alcanzó el 53.7 por ciento de la votación mientras que Capriles obtuvo un 44.3 por ciento. La diferencia fue de 10 puntos. En 1998, apunta Cyr J. (2013, ver: Que veinte años no es nada. Hugo Chávez, las elecciones de 2012 y el continuismo político venezolano. Revista de Ciencia Política, núm. 1, pp. 381), en 2000 fue de 22 puntos; en 2006, en 2006 casi 26 de ventaja. En marzo de 2013 el comandante Chávez pierde la batalla contra el cáncer y Capriles no deja de ser el líder de la oposición venezolana e intenta disputar el poder al heredero de Chávez: Nicolás Maduro.

Chávez, como el Mio Cid salió avante… (Continuará).

En 2011 Chávez suspende una gira internacional debido a que una de las rodillas se le había inflamado y le impedía caminar, previo a los comicios presidenciales de 2012. Algunos antecedentes: Chávez perdió el referéndum de 2007; en las elecciones federales de 2010 gana a pesar de que obtiene una votación baja comparada con las conseguidas en procesos anteriores. Lo anterior podría suponer o hacer una lectura de los datos en términos de que finalmente el grupo gobernante estaba en declive y que esta condición se vería muy seriamente reflejada en 2012 durante la elección presidencial.

La Mesa de Unidad Democrática (MUD) agrupó a la oposición desde 2008 y compitió en las elecciones federales de 2010 obtuvo, aparentemente, el 51.8 por ciento de los votos. Aquí cabe precisar que un 4.79 por ciento fue para fuerzas políticas que no necesariamente se aliaron a la oposición, pero la MUD lo difundió como si hubiese sido mayoría (Asanza, J. C., (2016). Micropúblicos, públicos y élites: fragmentación y democratización de la oposición en Venezuela. Politeia, 39(56),103-138). Al parecer tuvo un buen efecto en la opinión pública aunque era en parte una mentira.

En 2012 la MUD va por la presidencia con la candidatura de Henrique Capriles. Fue el resultado de un proceso de elecciones primarias imitando a la democracia estadounidense. Los partidos que se agrupan en la MUD en general son de un perfil de centro derecha como lo es el partido de Capriles Primero Justicia (PJ). Capriles, de ascendencia judía, familia de empresarios, abogado joven con estudios de posgrado en el extranjero, en 1998 diputado, alcalde en dos ocasiones, gobernador de Mirando en donde derrotó a Diosdado Cabello una de las figuras políticas y emblemáticos del chavismo.

Capriles, que en alguna biografía digital le asignan una ascendencia relacionada con Simón Bolivar, quiso como ocurre con los políticos venezolanos, utilizar la figura de Bolivar y disputársela al gobierno chavista. Aunque a Bolivar se le acercan todos los políticos y corrientes y han tratado de desacreditar su figura asignándole un rol inofensivo de hacendado que carecía de un pensamiento progresista propio, igual fue tomado por la oposición, pero sin éxito. Después de la Independencia de Venezuela, Colombia, Bolivia y Perú, nadie como Chávez para reposicionar a Bolivar.

El problema de Capriles fue que había estado ligado a los viejos partidos del Punto Fijo (fue diputado en 1998 por la Alianza Democrática) y carecía de un programa opositor original. Una de los aspectos que se destaca de su campaña fue el uso de las redes sociales durante su campaña electoral a través del Facebook. Ya hemos destacado la importancia de los jóvenes incluidos segmentos importantes de universitarios que apoyaron a la oposición apegados a un discurso liberal y anticomunista, como resultado de la derechización de las universidades. Esta tendencia se repitió.

A diferencia de lo que ocurre ahora en México la oposición venezolana trató de pintar su raya con respecto del antiguo modelo de Punto Fijo. Ahora bien, en materia social les fue complicado criticar las políticas sociales del chavismo, ya que no pudieron ser imaginadas de mejor manera por la oposición. Lo anterior significó un dique para Capriles que si bien es cierto quiso mostrarse con un candidato con vitalidad ante la imagen de un Chávez enfermo, recorriendo el país y utilizando las redes sociales para comunicarse con los jóvenes, no pudo debilitar la figura querida de Chávez y su política social.

El joven candidato opositor fue derrotado a pesar de su esfuerzo por el contacto directo con la gente, a pesar de que para 2012 la situación económica de Venezuela no fue muy estable y aunque las cifras indican una disminución de la pobreza, lo cierto es que en general la inflación estaba más o menos controlada y que la violencia casualmente se incrementó como en México ante el ascenso del obradorismo, había un ambiente que era como la “hostia” para la oposición. El gobierno respondió con sendos programas dirigidos a construir dos millones de viviendas y un programa para sustituir la dependencia alimentaria y fortalecer la soberanía en este rubro.

Más allá de si estos programas fueron utilizados o no como un instrumento electoral, la verdad es que se trata de por lo menos, con respecto a la vivienda, de un proyecto brutal de dos millones de viviendas. No existe antecedente de un proyecto dirigido a los pobres de tal magnitud. He consultado a especialistas sobre estas cifras y me confirman que tales programas no se registran en ninguna otra nación latinoamericana. Si existen proyectos de apoyos de todo tipo, pero dos millones de viviendas fue algo inédito y ha sido poco estudiado ya en concreto lo que significó aunque los que no tenían casa no olvidan por supuesto.

Veamos uno de los relatos (ver; Gómez Calcaño, L, y Arenas N. (2013). El populismo chavista: autoristarismo electoral para amigos y enemigos. Cuadernos del CENDES, núm. 82, 17-34) “…El agradecido propietario de un inmueble adjudicado por el gobierno le dice a su hijo, frente a una foto del presidente colgada en el recibo de su nueva casa, que el beneficio no fue posible «[si no] hasta que llegó el Bolívar éste», para terminar señalando que él tiene un «dicho»: «Primero Dios, segundo mi comandante»…”

Entonces, imaginemos a la oposición hablando de “un nuevo camino” cuando del lado gubernamental se proyecta un programa no visto de vivienda y alimentario que había sido el talón de Aquiles de los gobiernos venezolanos pre chavistas y del mismo gobierno durante los 14 años de bolivarianismo. Lo anterior a pesar de que en materia de corrupción y violencia no le iba tan bien en las evaluaciones que mostraban el sentir del pueblo. Aún hoy en día es una tarea pendiente del bolivarianismo encabezado por Maduro. Si ha tomado medidas con respecto a funcionarios de la petrolera del Estado pero parece que debería ir más a fondo.

Dice Asanza (2016, ver: Micropúblicos, públicos y élites: fragmentación y democratización de la oposición en Venezuela. Politeia, 39(56),103-138) que los cables que se filtraron en las redes sociales de WikiLeaks, de que integrantes de AD se habían reunido con representantes de la embajada de EU en Venezuela con el fin de pedir dinero para apoyar sus actividades opositoras, significó el jaque mate contra estas agrupaciones que habían perdido el poder y la presencia incluida en la oposición venezolana. Los desmentidos no tuvieron eco entre la población ante el desprestigio que arrastraban del pasado. Esto le restaba prestigio a la MUD.

Por más que se destaque la importancia de las nuevas misiones en el sentido de que inclinaron la balanza a favor del gobierno de Hugo Chávez, aunque sin duda fortalecieron en los excluidos su confianza en el mando que le habían otorgado desde 1998, lo cierto es que el Comandante todavía es adorado por los marginados venezolanos. Se percibe que esa relación entre Chávez y el pueblo fue trabajada desde la cúspide del núcleo cercano al comandante pero es evidente que no solo fue puro y simple interés de crear una figura emblemática en el aire. Les corresponde a los venezolanos evaluar esta estrategia. En 2012, Chávez alcanzó el 53.7 por ciento de la votación mientras que Capriles obtuvo un 44.3 por ciento. La diferencia fue de 10 puntos. En 1998, apunta Cyr J. (2013, ver: Que veinte años no es nada. Hugo Chávez, las elecciones de 2012 y el continuismo político venezolano. Revista de Ciencia Política, núm. 1, pp. 381), en 2000 fue de 22 puntos; en 2006, en 2006 casi 26 de ventaja. En marzo de 2013 el comandante Chávez pierde la batalla contra el cáncer y Capriles no deja de ser el líder de la oposición venezolana e intenta disputar el poder al heredero de Chávez: Nicolás Maduro.

Chávez, como el Mio Cid salió avante… (Continuará).