/ domingo 5 de julio de 2020

Secreto a voces | Qué se desea “frenar” con el atentado contra Omar

Dice el jefe de la policía capitalina Omar García, desde el hospital en donde era atendido de las heridas sufridas durante el atentado en su contra, ocurridas el viernes por la mañana mientras se dirigía a una reunión de seguridad: “…fuimos cobardemente atacados por el CJNG, dos compañeros y amigos míos perdieron la vida, tengo tres impactos de bala y varias esquirlas. Nuestra nación tiene que continuar haciéndole frente a la cobarde delincuencia organizada. Continuaremos trabajando”. Algo ha cambiado, se puede percibir en este mensaje al calor del incidente recién ocurrido, aunque evidentemente no se trata de algo como para celebrar.

Lo anterior, mientras en Nueva York está siendo enjuiciado el ex encargado de seguridad del gobierno de Felipe Calderón, Genaro García Luna. El ex secretario de seguridad es acusado de ser el principal conductor de una falsa “guerra contra el narco” decretada por Calderón, además de múltiples montajes para influir en la opinión pública con el fin de acoplar la ficción y realidad. En tanto, lo que me consta por comentarios que me hizo un entonces encargado de las operaciones contra el narco en una región del país, percibía la llegada de maletas llenas de dólares que ingresaban a la oficina de García Luna.

Debe hacerse frente a la “cobarde delincuencia organizada”, dijo Omar. Es probable que estaba en su mente el primer mensaje del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este ocurrió el pasado 15 de este mismo mes cuando en Colima fue asesinado el Juez federal Uriel Villegas Ortiz, quien viajaba con su esposa quien también perdió la vida. El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldivar, hizo referencia al caso después de ocurrido el fatídico hecho, subrayando la necesidad de que a los jueces se les garantizara la seguridad.

Qué ha cambiado para que Omar García Harfuch se exprese de esa manera desde el hospital luego de que intentaron asesinarle, en tanto que un ex funcionario de seguridad es cuestionado por su falta de ética profesional en Nueva York. Sinceramente, creo que existe un nuevo “espíritu” en la sociedad que ha permeado a funcionarios y funcionarias del primer nivel (no me atrevo a decir que en todos y todas) y que todo tiene que ver con el impulso que Obrador le ha dado a una nueva forma de gobernar y encarar el fenómeno del “narco”.

El trabajo de algunos funcionarios que operaban bajo el antiguo gobierno han encontrado una ruta para encuadrar su acción en un nuevo sentido de cómo se debe gobernar. Los dos casos más llamativos es el responsable de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, así como el de Hugo López-Gatell. El primero, fue expulsado por Peña Nieto por intentar ir a fondo en temas relacionados con Odebretch, mientras que al segundo se le negó el participar en panel de expertos de la OMS durante aquel gobierno, situación que ahora se ha remediado.

Otras de las cosas que ha cambiado, es el tema de las estrategias contra el narcotráfico. De acuerdo a la revista Expansión: “La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) informó que en colaboración con la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), bloqueó 1,939 cuentas vinculadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) …Como parte de la “Operación Agave Azul”, las cuentas congeladas corresponden a 1,770 personas físicas, 167 empresas y dos fideicomisos, detalló el órgano de la Secretaría de Hacienda en un comunicado. Las investigaciones se alargaron durante varias semanas y el bloqueo de cuentas se efectuó entre el 1 y el 2 de junio”.

Lo anterior contrasta con un hecho por demás lamentable y que era una práctica de anteriores administraciones federales. El 4 de junio de 2018, antes de dejar el poder Peña Nieto, éste desbloqueó mil millones de pesos y 18 millones de dólares. Eran cuentas que pertenecían tanto al cártel de Sinaloa como al de Jalisco Nueva Generación. Es decir, se trata de los dos grupos de la delincuencia organizada con mayor poder en país y en el mundo de la distribución de estupefacientes en el mundo, no solamente en México.

Digo, cualquier persona con un mínimo de sentido de la realidad se puede preguntar: ¿Cuánto le costó a los grupos beneficiados esta simple medida del entonces encargado de la Presidencia de la República?, y la más importante: ¿Qué intereses existían entre ambas agrupaciones y el entonces titular del Poder Ejecutivo de la Nación, Enrique Peña Nieto? ¿Otros beneficiados?

Estimado lector, saque usted sus conclusiones. Más allá de quien organizó el atentado, piense usted a quién y quiénes fortalece el temor que se intenta generar en la opinión pública.

El trabajo de algunos funcionarios que operaban bajo el antiguo gobierno han encontrado una ruta para encuadrar su acción en un nuevo sentido de cómo se debe gobernar.

Dice el jefe de la policía capitalina Omar García, desde el hospital en donde era atendido de las heridas sufridas durante el atentado en su contra, ocurridas el viernes por la mañana mientras se dirigía a una reunión de seguridad: “…fuimos cobardemente atacados por el CJNG, dos compañeros y amigos míos perdieron la vida, tengo tres impactos de bala y varias esquirlas. Nuestra nación tiene que continuar haciéndole frente a la cobarde delincuencia organizada. Continuaremos trabajando”. Algo ha cambiado, se puede percibir en este mensaje al calor del incidente recién ocurrido, aunque evidentemente no se trata de algo como para celebrar.

Lo anterior, mientras en Nueva York está siendo enjuiciado el ex encargado de seguridad del gobierno de Felipe Calderón, Genaro García Luna. El ex secretario de seguridad es acusado de ser el principal conductor de una falsa “guerra contra el narco” decretada por Calderón, además de múltiples montajes para influir en la opinión pública con el fin de acoplar la ficción y realidad. En tanto, lo que me consta por comentarios que me hizo un entonces encargado de las operaciones contra el narco en una región del país, percibía la llegada de maletas llenas de dólares que ingresaban a la oficina de García Luna.

Debe hacerse frente a la “cobarde delincuencia organizada”, dijo Omar. Es probable que estaba en su mente el primer mensaje del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este ocurrió el pasado 15 de este mismo mes cuando en Colima fue asesinado el Juez federal Uriel Villegas Ortiz, quien viajaba con su esposa quien también perdió la vida. El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldivar, hizo referencia al caso después de ocurrido el fatídico hecho, subrayando la necesidad de que a los jueces se les garantizara la seguridad.

Qué ha cambiado para que Omar García Harfuch se exprese de esa manera desde el hospital luego de que intentaron asesinarle, en tanto que un ex funcionario de seguridad es cuestionado por su falta de ética profesional en Nueva York. Sinceramente, creo que existe un nuevo “espíritu” en la sociedad que ha permeado a funcionarios y funcionarias del primer nivel (no me atrevo a decir que en todos y todas) y que todo tiene que ver con el impulso que Obrador le ha dado a una nueva forma de gobernar y encarar el fenómeno del “narco”.

El trabajo de algunos funcionarios que operaban bajo el antiguo gobierno han encontrado una ruta para encuadrar su acción en un nuevo sentido de cómo se debe gobernar. Los dos casos más llamativos es el responsable de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, así como el de Hugo López-Gatell. El primero, fue expulsado por Peña Nieto por intentar ir a fondo en temas relacionados con Odebretch, mientras que al segundo se le negó el participar en panel de expertos de la OMS durante aquel gobierno, situación que ahora se ha remediado.

Otras de las cosas que ha cambiado, es el tema de las estrategias contra el narcotráfico. De acuerdo a la revista Expansión: “La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) informó que en colaboración con la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), bloqueó 1,939 cuentas vinculadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) …Como parte de la “Operación Agave Azul”, las cuentas congeladas corresponden a 1,770 personas físicas, 167 empresas y dos fideicomisos, detalló el órgano de la Secretaría de Hacienda en un comunicado. Las investigaciones se alargaron durante varias semanas y el bloqueo de cuentas se efectuó entre el 1 y el 2 de junio”.

Lo anterior contrasta con un hecho por demás lamentable y que era una práctica de anteriores administraciones federales. El 4 de junio de 2018, antes de dejar el poder Peña Nieto, éste desbloqueó mil millones de pesos y 18 millones de dólares. Eran cuentas que pertenecían tanto al cártel de Sinaloa como al de Jalisco Nueva Generación. Es decir, se trata de los dos grupos de la delincuencia organizada con mayor poder en país y en el mundo de la distribución de estupefacientes en el mundo, no solamente en México.

Digo, cualquier persona con un mínimo de sentido de la realidad se puede preguntar: ¿Cuánto le costó a los grupos beneficiados esta simple medida del entonces encargado de la Presidencia de la República?, y la más importante: ¿Qué intereses existían entre ambas agrupaciones y el entonces titular del Poder Ejecutivo de la Nación, Enrique Peña Nieto? ¿Otros beneficiados?

Estimado lector, saque usted sus conclusiones. Más allá de quien organizó el atentado, piense usted a quién y quiénes fortalece el temor que se intenta generar en la opinión pública.

El trabajo de algunos funcionarios que operaban bajo el antiguo gobierno han encontrado una ruta para encuadrar su acción en un nuevo sentido de cómo se debe gobernar.