/ viernes 4 de junio de 2021

Tareas tediosas y destructivas

Al realizar somera encuesta respecto a tareas escolares que maestros señalan a desarrollar entre niños de educación primaria y secundaria en la que participaron padres de familia que tienen hijos en la escuela, aportaron su opinión respecto a las tareas que los escolapios realizan en el hogar, a veces auxiliados por madres o padres, de acuerdo con su preparación escolar adquirida en su vida infantil.

La opinión generalizada fue manifestada en el sentido de que un gran porcentaje de las tareas escolares son tediosas, y otros que los alumnos no pueden desarrollar porque su maestra o maestro no tuvo el acierto de orientar debidamente el “cómo", deberían realizarlas. Motivo por el cual las tareas se convierten en dilemas sin resolver. Lo cierto es que en estos casos se esconde una verdad que padece el profesor, y por deducción; acusa al maestro de ignorar el desarrollo de la tarea. Es una verdad lacerante, pero existente. Ello es, entre otras autoridades, responsabilidad pedagógica de directores y supervisores del profesorado de educación pública.

Existen maestros que atienden la educación básica que no consideran la capacidad del alumno, aquella que la sobrepasa y por ello el estudiante fracasa en el intento de encontrar solución al problema planteado, aún contando con el apoyo de los propios padres, los que no alcanzan a comprender cuál es el objetivo. Otros profesores dejan tareas sin objetivo, simplemente porque desean de patente su “poder” de manifestar ante el alumno sometido “el mando”, malentendido y sobre todo mal aplicado, en perjuicio de la moral de estudiante.

En el caso de la escuela secundaria, los maestros de cada una de las materias dejan tarea a desempeñar en extramuros del aula, sin considerar que no solo es tarea de una materia, sino de varias, que eleva sin consideración la carga de trabajo. Así, el trabajo de tarea es abundante que obliga al estudiante a someterse a cumplir hasta altas horas de la noche. ¡El colmo de la irracionalidad! Cuando el maestro no se preocupa por hacer revisión del trabajo efectuado por los alumnos. Esta conducta de maestros genera decepción en los alumnos que tratan con su esfuerzo agotador de cumplir con lo “ordenado”. En este caso es culpa del director de la escuela, pues debe en consejo escolar tratar estos asuntos académicos, con el propósito de que los maestros distribuyan razonablemente las tareas, que muchas veces son carga inútil de estudio o de trabajo para los alumnos. Debiera la escuela moderna tener un buzón de quejas Y sugerencias de los alumnos respecto a sus maestros, ello basado en el valor de la democracia también es señalada en la escuela pública. Así como los maestros señalan las conductas de sus alumnos, también los alumnos tienen el derecho de expresar su opinión respecto a la actitud y aptitud de sus guías, ello coadyuvaría a mejorar la enseñanza y, desde luego, el aprendizaje. Ello, sin duda, repercutiría en la mejora de la enseñanza del personal docente.

El maestro se olvidó considerar la brevedad de las tareas escolares, procurando no lesionar el tiempo libre de recreación, la que tienen derecho a los estudiantes y que contribuyen a conservar su equilibrio mental.

Los maestros deben recordar que lo importante de las tareas escolares es contribuir a educar, de ninguna forma crear repulsa hasta cierta materia o profesor, que conduzca hacia lamentable deserción en demérito del estudiante y de la familia de éste.

El maestro debe conducir el grupo de su cargo para que desempeñe tareas encomendadas de acuerdo a intereses del estudiante, en otras palabras: debe señalar tareas agradables. Debe el maestro formar hábitos y actitudes deseables, alejando la animadversión de la actitud estudiosa, la que debe desarrollarse con agrado.

En cuanto a las tareas de investigación, no dejar tarea sin una guía de observación, olvidando cuestionario y sobretodo calcular el tiempo factible, en otras palabras el maestro debe explicar cómo se investiga. Se quejan alumnos de tareas de investigación, sin contar con los elementos que se requieren para realizar las. Quejas de estudiantes y padres acusan a las tareas de carecer de claridad respecto al propósito de las mismas.

El tema de las tareas debe impartirse en un curso, se impone para una parte del magisterio retomar las recomendaciones pedagógicas al respecto a las tareas escolares, si verdaderamente la autoridad educativa desea transformar la enseñanza, entonces debe estructurar la auténtica capacitación del magisterio y los problemas que adolece la educación para el pueblo.

Al realizar somera encuesta respecto a tareas escolares que maestros señalan a desarrollar entre niños de educación primaria y secundaria en la que participaron padres de familia que tienen hijos en la escuela, aportaron su opinión respecto a las tareas que los escolapios realizan en el hogar, a veces auxiliados por madres o padres, de acuerdo con su preparación escolar adquirida en su vida infantil.

La opinión generalizada fue manifestada en el sentido de que un gran porcentaje de las tareas escolares son tediosas, y otros que los alumnos no pueden desarrollar porque su maestra o maestro no tuvo el acierto de orientar debidamente el “cómo", deberían realizarlas. Motivo por el cual las tareas se convierten en dilemas sin resolver. Lo cierto es que en estos casos se esconde una verdad que padece el profesor, y por deducción; acusa al maestro de ignorar el desarrollo de la tarea. Es una verdad lacerante, pero existente. Ello es, entre otras autoridades, responsabilidad pedagógica de directores y supervisores del profesorado de educación pública.

Existen maestros que atienden la educación básica que no consideran la capacidad del alumno, aquella que la sobrepasa y por ello el estudiante fracasa en el intento de encontrar solución al problema planteado, aún contando con el apoyo de los propios padres, los que no alcanzan a comprender cuál es el objetivo. Otros profesores dejan tareas sin objetivo, simplemente porque desean de patente su “poder” de manifestar ante el alumno sometido “el mando”, malentendido y sobre todo mal aplicado, en perjuicio de la moral de estudiante.

En el caso de la escuela secundaria, los maestros de cada una de las materias dejan tarea a desempeñar en extramuros del aula, sin considerar que no solo es tarea de una materia, sino de varias, que eleva sin consideración la carga de trabajo. Así, el trabajo de tarea es abundante que obliga al estudiante a someterse a cumplir hasta altas horas de la noche. ¡El colmo de la irracionalidad! Cuando el maestro no se preocupa por hacer revisión del trabajo efectuado por los alumnos. Esta conducta de maestros genera decepción en los alumnos que tratan con su esfuerzo agotador de cumplir con lo “ordenado”. En este caso es culpa del director de la escuela, pues debe en consejo escolar tratar estos asuntos académicos, con el propósito de que los maestros distribuyan razonablemente las tareas, que muchas veces son carga inútil de estudio o de trabajo para los alumnos. Debiera la escuela moderna tener un buzón de quejas Y sugerencias de los alumnos respecto a sus maestros, ello basado en el valor de la democracia también es señalada en la escuela pública. Así como los maestros señalan las conductas de sus alumnos, también los alumnos tienen el derecho de expresar su opinión respecto a la actitud y aptitud de sus guías, ello coadyuvaría a mejorar la enseñanza y, desde luego, el aprendizaje. Ello, sin duda, repercutiría en la mejora de la enseñanza del personal docente.

El maestro se olvidó considerar la brevedad de las tareas escolares, procurando no lesionar el tiempo libre de recreación, la que tienen derecho a los estudiantes y que contribuyen a conservar su equilibrio mental.

Los maestros deben recordar que lo importante de las tareas escolares es contribuir a educar, de ninguna forma crear repulsa hasta cierta materia o profesor, que conduzca hacia lamentable deserción en demérito del estudiante y de la familia de éste.

El maestro debe conducir el grupo de su cargo para que desempeñe tareas encomendadas de acuerdo a intereses del estudiante, en otras palabras: debe señalar tareas agradables. Debe el maestro formar hábitos y actitudes deseables, alejando la animadversión de la actitud estudiosa, la que debe desarrollarse con agrado.

En cuanto a las tareas de investigación, no dejar tarea sin una guía de observación, olvidando cuestionario y sobretodo calcular el tiempo factible, en otras palabras el maestro debe explicar cómo se investiga. Se quejan alumnos de tareas de investigación, sin contar con los elementos que se requieren para realizar las. Quejas de estudiantes y padres acusan a las tareas de carecer de claridad respecto al propósito de las mismas.

El tema de las tareas debe impartirse en un curso, se impone para una parte del magisterio retomar las recomendaciones pedagógicas al respecto a las tareas escolares, si verdaderamente la autoridad educativa desea transformar la enseñanza, entonces debe estructurar la auténtica capacitación del magisterio y los problemas que adolece la educación para el pueblo.