/ martes 20 de noviembre de 2018

Tiempos de Democracia

Marco Mena persiste en su apoyo a la juventud estudiosa de Tlaxcala, pese a la reducida redituabilidad política de su esfuerzo

  • En nuestro medio, privilegiar los programas educativos supone para el gobernante renunciar a todo brillo mediático
  • La cruzada por la enseñanza en Tlaxcala precisa de una narrativa inteligente y persuasiva que facilite su comprensión
  • ¡Albricias! Esta semana ocurrirá un primer contacto entre el Gobierno estatal y la Universidad Autónoma de Tlaxcala

Un mandatario que tiene como inspiración central de su gestión la elevación de la calidad de la enseñanza trabaja para el futuro de la comunidad que gobierna. Tiene empero que estar consciente que los logros de su cruzada no se advertirán sino hasta que las nuevas generaciones disfruten del resultado de haber recibido una mejor educación. Sabe además que transitar por los complicados entreveros de la implantación de nuevos y mejores sistemas educativos exige canalizar a ese objetivo muchos recursos, en detrimento de otros rubros del servicio público que, esos sí, son políticamente capitalizables. Y debe estar al tanto de que su esfuerzo no se reconocerá sino hasta años después de concluido su mandato, lo que, a querer o no, en lo inmediato no incidirá positivamente en su carrera política. Hablo, sí, amigo lector, de Marco Antonio Mena Rodríguez, el actual gobernador de Tlaxcala.


LA INDUSTRIA DEL CONOCIMIENTO VS. LAS OBRAS SUNTUOSAS

El simplismo de apreciar el trabajo del gobernante sólo en función de las obras materiales que entrega nos ha inducido a infravalorar actividades que, por sus características, no tienen sobre sí el relumbrón del reflector propagandístico. De siempre, a las tareas que tienen lugar en las aulas se les ha prestado poca atención, seguramente en virtud de su propia naturaleza, geográficamente dispersa y rutinariamente repetitiva. Sin embargo es ahí, en la escuela a la que diariamente acuden niños y maestros para practicar el antiguo ritual de transmitirse mutuamente conocimientos, es ahí, repito, en la escuela, donde se va forjando el mañana de la Patria. En México, el que escolapios y profesores dispongan de los elementos y los estímulos necesarios para desempeñar eficientemente sus labores es, por ley, responsabilidad íntegra de las instituciones del Estado.


OBRAS SON AMORES… Y NO BUENAS RAZONES

Seré claro. El rezago que se padece -en Tlaxcala concretamente- es atribuible a que gobiernos precedentes -federales y estatales- nunca consideraron a la enseñanza como su meta de mayor prioridad. Aludo a hechos, no a palabras en boca de políticos demagogos. Verbal y discursivamente, en la oratoria oficialista siempre ha estado presente esa preocupación…, pero no en el gasto público. Por supuesto que no ignoro que, en los presupuestos, el capítulo de la Educación es al que se le asigna la mayor cantidad de recursos; sin embargo, hace falta más dinero y, sobre todo, mayor eficacia y honestidad en su aplicación. De otra suerte, nunca podremos abandonar ese oprobioso último lugar que en materia educativa ocupa México en la lista de los países agrupados en la OCDE.


EJEMPLOS A SEGUIR EN EL MUNDO

Países que en el reciente pasado fueron devastados por crueles conflictos bélicos han sido capaces de levantarse y construir por sí mismos naciones prósperas. Basta mirar al amplio mosaico de naciones asiáticas que, en muy pocos años, lograron trascender hecatombes naturales, enfrentamientos armados y gobiernos ineficaces y ladrones, y hoy son sociedades florecientes que están a la vanguardia de la ciencia y la tecnología mundial. Y no hay duda que el ascenso lo consiguieron a partir de haber instaurado sistemas de educación de excelencia. En la biografía del actual gobernador tlaxcalteca hay elementos que permiten afirmar que a él le tocó hacer el recorrido por los más distintos circuitos de la enseñanza, desde el elemental en su entidad natal, pasando por el de media y superior en la capital de la República, hasta culminar en el de la mayor gradación académica en universidades extranjeras.


LA EXPERIENCIA PERSONAL DE MARCO MENA

Marco Mena sabe cuan difícil es insertarse en espacios académicos y profesionales de alto nivel cuando por todo bagaje se lleva una base educativa afectada de múltiples insuficiencias. Equivale -para usar la frase coloquial- “a marchar a la guerra sin fusil”. Es emprender una lucha dispar en la que el desenlace probable es la derrota. Y es que para compensar ese déficit de origen se requiere voluntad, tiempo, apoyos financieros… y suerte. ¿Cuántos jóvenes tlaxcaltecas disponen de esos bienes? Usted y yo conocemos la respuesta. Hago pues un llamado para que se justiprecie el valor de una beca y los problemas que resuelve, y también para que se valore el esfuerzo que en todos los grados educativos lleva al cabo el gobernador a favor de los estudiantes de su estado.


ANTENA ESTATAL

SE ACERCA EL FINAL DE UN ABSURDO DIFERENDO

Es tiempo de terminar con el disenso que creó y profundizó irresponsablemente González Zarur el pasado sexenio, entre la UAT y el gobierno del estado. Con Luis González Placencia en la Rectoría de la Casa de Estudios, y con Marco Mena Rodríguez en la titularidad del Ejecutivo estatal, la opinión pública no espera otra cosa que no sea un acuerdo que -al margen de cuestiones políticas- siente las bases para la reanudación de las relaciones entre ambas entidades, y zanje -civilizada, inteligente y amistosamente- las diferencias que les fueron heredadas. González Placencia y Mena Rodríguez son académicos respetados, sensibles y con experiencia, que valoran -y seguro lamentan- el daño que mutuamente se infligen las instituciones que representan y, sobre todo, el perjuicio que ocasionan a las generaciones de jóvenes tlaxcaltecas que se han visto impedidos de cursar en su estado estudios superiores.


CONDICIONES PARA UN POSIBLE ACUERDO

Sin embargo, hay condiciones que cumplir antes de llegar a acuerdos. De un lado, el rector ha de admitir que a la Universidad cuyos destinos dirige le urge abrir espacios para su democratización interna y, de otro, el gobernador tiene que reconocer que el financiamiento estatal a la Casa de Estudios debe cumplirse en los términos de la ley. El diálogo -lo saben bien González Placencia y Mena Rodríguez- es la vía para acercar posiciones y lograr entendimientos. Pero… ¿dónde, cuando y bajo qué condiciones podría darse un primer contacto entre las partes? La coyuntura privilegiada y probablemente irrepetible se las ofrece la presencia en Tlaxcala de un amigo de ambos, el doctor Mauricio Merino; el afecto que los une facilitará el acercamiento. El marco de ese primer encuentro puede ser la conferencia magistral que pronunciará el doctor Merino en el Teatro Universitario este próximo jueves 22.


Marco Mena persiste en su apoyo a la juventud estudiosa de Tlaxcala, pese a la reducida redituabilidad política de su esfuerzo

  • En nuestro medio, privilegiar los programas educativos supone para el gobernante renunciar a todo brillo mediático
  • La cruzada por la enseñanza en Tlaxcala precisa de una narrativa inteligente y persuasiva que facilite su comprensión
  • ¡Albricias! Esta semana ocurrirá un primer contacto entre el Gobierno estatal y la Universidad Autónoma de Tlaxcala

Un mandatario que tiene como inspiración central de su gestión la elevación de la calidad de la enseñanza trabaja para el futuro de la comunidad que gobierna. Tiene empero que estar consciente que los logros de su cruzada no se advertirán sino hasta que las nuevas generaciones disfruten del resultado de haber recibido una mejor educación. Sabe además que transitar por los complicados entreveros de la implantación de nuevos y mejores sistemas educativos exige canalizar a ese objetivo muchos recursos, en detrimento de otros rubros del servicio público que, esos sí, son políticamente capitalizables. Y debe estar al tanto de que su esfuerzo no se reconocerá sino hasta años después de concluido su mandato, lo que, a querer o no, en lo inmediato no incidirá positivamente en su carrera política. Hablo, sí, amigo lector, de Marco Antonio Mena Rodríguez, el actual gobernador de Tlaxcala.


LA INDUSTRIA DEL CONOCIMIENTO VS. LAS OBRAS SUNTUOSAS

El simplismo de apreciar el trabajo del gobernante sólo en función de las obras materiales que entrega nos ha inducido a infravalorar actividades que, por sus características, no tienen sobre sí el relumbrón del reflector propagandístico. De siempre, a las tareas que tienen lugar en las aulas se les ha prestado poca atención, seguramente en virtud de su propia naturaleza, geográficamente dispersa y rutinariamente repetitiva. Sin embargo es ahí, en la escuela a la que diariamente acuden niños y maestros para practicar el antiguo ritual de transmitirse mutuamente conocimientos, es ahí, repito, en la escuela, donde se va forjando el mañana de la Patria. En México, el que escolapios y profesores dispongan de los elementos y los estímulos necesarios para desempeñar eficientemente sus labores es, por ley, responsabilidad íntegra de las instituciones del Estado.


OBRAS SON AMORES… Y NO BUENAS RAZONES

Seré claro. El rezago que se padece -en Tlaxcala concretamente- es atribuible a que gobiernos precedentes -federales y estatales- nunca consideraron a la enseñanza como su meta de mayor prioridad. Aludo a hechos, no a palabras en boca de políticos demagogos. Verbal y discursivamente, en la oratoria oficialista siempre ha estado presente esa preocupación…, pero no en el gasto público. Por supuesto que no ignoro que, en los presupuestos, el capítulo de la Educación es al que se le asigna la mayor cantidad de recursos; sin embargo, hace falta más dinero y, sobre todo, mayor eficacia y honestidad en su aplicación. De otra suerte, nunca podremos abandonar ese oprobioso último lugar que en materia educativa ocupa México en la lista de los países agrupados en la OCDE.


EJEMPLOS A SEGUIR EN EL MUNDO

Países que en el reciente pasado fueron devastados por crueles conflictos bélicos han sido capaces de levantarse y construir por sí mismos naciones prósperas. Basta mirar al amplio mosaico de naciones asiáticas que, en muy pocos años, lograron trascender hecatombes naturales, enfrentamientos armados y gobiernos ineficaces y ladrones, y hoy son sociedades florecientes que están a la vanguardia de la ciencia y la tecnología mundial. Y no hay duda que el ascenso lo consiguieron a partir de haber instaurado sistemas de educación de excelencia. En la biografía del actual gobernador tlaxcalteca hay elementos que permiten afirmar que a él le tocó hacer el recorrido por los más distintos circuitos de la enseñanza, desde el elemental en su entidad natal, pasando por el de media y superior en la capital de la República, hasta culminar en el de la mayor gradación académica en universidades extranjeras.


LA EXPERIENCIA PERSONAL DE MARCO MENA

Marco Mena sabe cuan difícil es insertarse en espacios académicos y profesionales de alto nivel cuando por todo bagaje se lleva una base educativa afectada de múltiples insuficiencias. Equivale -para usar la frase coloquial- “a marchar a la guerra sin fusil”. Es emprender una lucha dispar en la que el desenlace probable es la derrota. Y es que para compensar ese déficit de origen se requiere voluntad, tiempo, apoyos financieros… y suerte. ¿Cuántos jóvenes tlaxcaltecas disponen de esos bienes? Usted y yo conocemos la respuesta. Hago pues un llamado para que se justiprecie el valor de una beca y los problemas que resuelve, y también para que se valore el esfuerzo que en todos los grados educativos lleva al cabo el gobernador a favor de los estudiantes de su estado.


ANTENA ESTATAL

SE ACERCA EL FINAL DE UN ABSURDO DIFERENDO

Es tiempo de terminar con el disenso que creó y profundizó irresponsablemente González Zarur el pasado sexenio, entre la UAT y el gobierno del estado. Con Luis González Placencia en la Rectoría de la Casa de Estudios, y con Marco Mena Rodríguez en la titularidad del Ejecutivo estatal, la opinión pública no espera otra cosa que no sea un acuerdo que -al margen de cuestiones políticas- siente las bases para la reanudación de las relaciones entre ambas entidades, y zanje -civilizada, inteligente y amistosamente- las diferencias que les fueron heredadas. González Placencia y Mena Rodríguez son académicos respetados, sensibles y con experiencia, que valoran -y seguro lamentan- el daño que mutuamente se infligen las instituciones que representan y, sobre todo, el perjuicio que ocasionan a las generaciones de jóvenes tlaxcaltecas que se han visto impedidos de cursar en su estado estudios superiores.


CONDICIONES PARA UN POSIBLE ACUERDO

Sin embargo, hay condiciones que cumplir antes de llegar a acuerdos. De un lado, el rector ha de admitir que a la Universidad cuyos destinos dirige le urge abrir espacios para su democratización interna y, de otro, el gobernador tiene que reconocer que el financiamiento estatal a la Casa de Estudios debe cumplirse en los términos de la ley. El diálogo -lo saben bien González Placencia y Mena Rodríguez- es la vía para acercar posiciones y lograr entendimientos. Pero… ¿dónde, cuando y bajo qué condiciones podría darse un primer contacto entre las partes? La coyuntura privilegiada y probablemente irrepetible se las ofrece la presencia en Tlaxcala de un amigo de ambos, el doctor Mauricio Merino; el afecto que los une facilitará el acercamiento. El marco de ese primer encuentro puede ser la conferencia magistral que pronunciará el doctor Merino en el Teatro Universitario este próximo jueves 22.