/ lunes 18 de enero de 2021

Tiempos de Democracia | Democracia desnaturalizada

Popularidades ficticias, encuestas fantasmales, compra de voluntades y decisiones cupulares al margen de las militancias son los precedentes de la nominación de dos candidatas de cuyo oficio y talento político se tiene justificada desconfianza.

No recuerdo una sucesión gubernamental más desangelada que la actual. Sea por el poco entusiasmo que las candidatas de las dos alianzas contendientes provocan en la gente común ajena al avatar de los políticos, o bien porque el ánimo de la población no es el mejor en estos tiempos, pero el caso es que no acude a mi mente otra tan desvaída como ésta cuyos antidemocráticos prolegómenos hemos conocido. Lo afirmo desde el conocimiento que otorga haber asistido a todos los procesos electorales convocados en Tlaxcala para el relevo en el cargo político más importante del estado, desde el de Sánchez Piedras en 1981 al de Mena Rodríguez en este presente 2021.

Candidata desaparecida

Haya sido a causa de una enfermedad real o a un retiro estratégico de equivocado diseño, el punto es que la ausencia de Ávalos Zempoalteca en la escena política está incidiendo negativamente en los acuerdos que dieron vida a la Alianza Unidos por Tlaxcala. Justo era en esta coyuntura cuando tendría que haberse dejado sentir la personalidad y la capacidad negociadora de la elegida para abanderar la coalición. Contrario a lo que se suponía debía ocurrir, su extraño e inoportuno eclipsamiento abrió espacio a diferencias y desentendimientos entre beneficiados y perjudicados por el reparto de candidaturas a alcaldías y diputaciones federales y locales, convenido entre los partidos asociados.

Alianza sin capitana

No fue sorpresivo el malestar que esas asignaciones ocasionaron, como tampoco lo fueron las tensiones que generó el complejo tejido político que se precisó para conciliar intereses y liderazgos tan disímbolos como los del PRI, PAN, PRD, PAC y PS. Supongo que no resultó nada fácil salvar las diferencias de sus idearios y la siempre opinable calidad de sus aspirantes. A falta de la candidata -cabeza de la alianza hasta en tanto no se diga otra cosa- toca ahora a los dirigentes de cada instituto político coaligado la tarea de atenuar el disgusto de sus militantes que no fueron agraciados con una nominación convergente. Y todavía más difícil será pedirles que voten a favor de quienes los desplazaron.

Imposición… sin derecho a la protesta

No es el caso de Morena y asociados. Es tan desproporcionadamente mayor el peso electoral del lopezobradorismo respecto del de sus partidos allegados -PT, Verde, Panal y PEST- que no cabe posibilidad ninguna de disenso en la alianza Juntos haremos Historia. Cuéllar Cisneros tuvo problemas, sí, y graves, pero eso fue antes de que el dedo presidencial la limpiara de pecados ungiéndola candidata. Acatada la voluntad del mesías, hoy es dueña y señora de la coalición y única asignante de postulaciones, prebendas y cargos de gobierno. Así funciona una organización en la que sólo se reconoce la voluntad inapelable de su creador. Surge, claro, una inquietud lógica: a falta de él… ¿quien?

El Legislativo, prioridad del presidente

A Andrés Manuel le interesa preponderantemente mantener la mayoría en la Cámara de Diputados federal y en los congresos locales -necesita por lo menos diecisiete- para que sus iniciativas constitucionales que transiten en San Lázaro no se traben en las entidades federativas. Le importan también las quince gubernaturas en juego y hará todo por ganar el mayor número posible; empero, en orden a sus apetencias, la prioridad es afianzar el control que ejerce sobre el Poder Legislativo de la Nación. De ahí que cuidará la selección de candidatos que le aseguren, por su arrastre popular y sin mirar si son de Morena o del PT, la victoria en los tres distritos federales tlaxcaltecas en disputa.

Los chalecos marrones de López Obrador

De los imprecisos planes dados a conocer por el presidente en sus “mañaneras” se deduce que pronto caerán por Tlaxcala alrededor de 100 de las 10 mil brigadas de vacunación Covid -llamadas “correcaminos” en lenguaje 4T- cuya función será inmunizar a 15 millones de adultos mayores de 60 años que hay en el país. Esas cuadrillas se compondrán de un médico y una enfermera, encargada de poner la vacuna, más 2 voluntarios, 4 guardias nacionales y 2 servidores de la nación”, integrantes estos últimos del ejército lopezobradorista que, al mando de Gabriel García Hernández, elaboró y maneja los “Censos del Bienestar” con que operan los programas sociales del gobierno federal.

Avasallamiento sin oposición

Como en su momento comenté en este espacio, la inmunización versus Covid iba a coincidir con el proceso electoral que ya estaba en marcha. Eso se sabía; lo que se ignoraba era que los servidores de la nación participarían en ambos ejercicios con el doble rol de coordinar la campaña de vacunación y promover adherentes a la causa del movimiento. Y para evitar que mandatarios de otros partidos pudieran compartir con su gobierno la gratitud de los adultos mayores beneficiados, la administración central reservó para sí la exclusividad del procedimiento. Así, mientras monopolice la adquisición y distribución de las vacunas, la figura de López Obrador está a salvo de comparaciones incómodas.

ANTENA NACIONAL

De la sumisión humillante a la pendencia bravucona

No entiendo a AMLO. Obsecuente con el taimado Trump que se va, y arrogante con el caballeroso Biden que llega.

Popularidades ficticias, encuestas fantasmales, compra de voluntades y decisiones cupulares al margen de las militancias son los precedentes de la nominación de dos candidatas de cuyo oficio y talento político se tiene justificada desconfianza.

No recuerdo una sucesión gubernamental más desangelada que la actual. Sea por el poco entusiasmo que las candidatas de las dos alianzas contendientes provocan en la gente común ajena al avatar de los políticos, o bien porque el ánimo de la población no es el mejor en estos tiempos, pero el caso es que no acude a mi mente otra tan desvaída como ésta cuyos antidemocráticos prolegómenos hemos conocido. Lo afirmo desde el conocimiento que otorga haber asistido a todos los procesos electorales convocados en Tlaxcala para el relevo en el cargo político más importante del estado, desde el de Sánchez Piedras en 1981 al de Mena Rodríguez en este presente 2021.

Candidata desaparecida

Haya sido a causa de una enfermedad real o a un retiro estratégico de equivocado diseño, el punto es que la ausencia de Ávalos Zempoalteca en la escena política está incidiendo negativamente en los acuerdos que dieron vida a la Alianza Unidos por Tlaxcala. Justo era en esta coyuntura cuando tendría que haberse dejado sentir la personalidad y la capacidad negociadora de la elegida para abanderar la coalición. Contrario a lo que se suponía debía ocurrir, su extraño e inoportuno eclipsamiento abrió espacio a diferencias y desentendimientos entre beneficiados y perjudicados por el reparto de candidaturas a alcaldías y diputaciones federales y locales, convenido entre los partidos asociados.

Alianza sin capitana

No fue sorpresivo el malestar que esas asignaciones ocasionaron, como tampoco lo fueron las tensiones que generó el complejo tejido político que se precisó para conciliar intereses y liderazgos tan disímbolos como los del PRI, PAN, PRD, PAC y PS. Supongo que no resultó nada fácil salvar las diferencias de sus idearios y la siempre opinable calidad de sus aspirantes. A falta de la candidata -cabeza de la alianza hasta en tanto no se diga otra cosa- toca ahora a los dirigentes de cada instituto político coaligado la tarea de atenuar el disgusto de sus militantes que no fueron agraciados con una nominación convergente. Y todavía más difícil será pedirles que voten a favor de quienes los desplazaron.

Imposición… sin derecho a la protesta

No es el caso de Morena y asociados. Es tan desproporcionadamente mayor el peso electoral del lopezobradorismo respecto del de sus partidos allegados -PT, Verde, Panal y PEST- que no cabe posibilidad ninguna de disenso en la alianza Juntos haremos Historia. Cuéllar Cisneros tuvo problemas, sí, y graves, pero eso fue antes de que el dedo presidencial la limpiara de pecados ungiéndola candidata. Acatada la voluntad del mesías, hoy es dueña y señora de la coalición y única asignante de postulaciones, prebendas y cargos de gobierno. Así funciona una organización en la que sólo se reconoce la voluntad inapelable de su creador. Surge, claro, una inquietud lógica: a falta de él… ¿quien?

El Legislativo, prioridad del presidente

A Andrés Manuel le interesa preponderantemente mantener la mayoría en la Cámara de Diputados federal y en los congresos locales -necesita por lo menos diecisiete- para que sus iniciativas constitucionales que transiten en San Lázaro no se traben en las entidades federativas. Le importan también las quince gubernaturas en juego y hará todo por ganar el mayor número posible; empero, en orden a sus apetencias, la prioridad es afianzar el control que ejerce sobre el Poder Legislativo de la Nación. De ahí que cuidará la selección de candidatos que le aseguren, por su arrastre popular y sin mirar si son de Morena o del PT, la victoria en los tres distritos federales tlaxcaltecas en disputa.

Los chalecos marrones de López Obrador

De los imprecisos planes dados a conocer por el presidente en sus “mañaneras” se deduce que pronto caerán por Tlaxcala alrededor de 100 de las 10 mil brigadas de vacunación Covid -llamadas “correcaminos” en lenguaje 4T- cuya función será inmunizar a 15 millones de adultos mayores de 60 años que hay en el país. Esas cuadrillas se compondrán de un médico y una enfermera, encargada de poner la vacuna, más 2 voluntarios, 4 guardias nacionales y 2 servidores de la nación”, integrantes estos últimos del ejército lopezobradorista que, al mando de Gabriel García Hernández, elaboró y maneja los “Censos del Bienestar” con que operan los programas sociales del gobierno federal.

Avasallamiento sin oposición

Como en su momento comenté en este espacio, la inmunización versus Covid iba a coincidir con el proceso electoral que ya estaba en marcha. Eso se sabía; lo que se ignoraba era que los servidores de la nación participarían en ambos ejercicios con el doble rol de coordinar la campaña de vacunación y promover adherentes a la causa del movimiento. Y para evitar que mandatarios de otros partidos pudieran compartir con su gobierno la gratitud de los adultos mayores beneficiados, la administración central reservó para sí la exclusividad del procedimiento. Así, mientras monopolice la adquisición y distribución de las vacunas, la figura de López Obrador está a salvo de comparaciones incómodas.

ANTENA NACIONAL

De la sumisión humillante a la pendencia bravucona

No entiendo a AMLO. Obsecuente con el taimado Trump que se va, y arrogante con el caballeroso Biden que llega.