/ martes 11 de septiembre de 2018

TINTERO

“AGENDA DE AVANZADA” PARA UN ESTADO MORALISTA


Con la promesa de legalizar el uso de la mariguana y despenalizar el aborto, como parte de su prometedora agenda legislativa, los nuevos diputados se meten en “camisa de once varas”. Sobre todo porque si algo tiene Tlaxcala es una mayoritaria sociedad moralista y hasta espantada en esos dos temas.

No vamos lejos. Cuando, en mayo de 2015, el entonces presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Francisco Mixcoatl Antonio, presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una acción de inconstitucionalidad en contra del decreto mediante el cual el Congreso local modificó el artículo 243 del Código Penal, que regulaba las causales del aborto, la Iglesia y varios sectores –entre ellos congresistas locales- se le fueron a la yugular.

Los legisladores aumentaron dos causales por las que las mujeres podrían interrumpir el embarazo: si era producto de una inseminación no consentida y si el producto presentaba malformaciones graves que no daban posibilidad alguna de sobrevivencia. Caso concreto: la anencefalia, mal que no admite tratamiento ni curación posible y, en una gran mayoría de casos, los fetos no resisten la gestación.

Pero ante la Corte, Mixcoatl argumentó el principio de progresividad, una de las reglas básicas en las que se sustenta toda la estructura de promoción, protección, respeto y garantía de los derechos humanos y sostuvo que, en este tema, había retrocesos legislativos.

El asunto es que, muy molesto, el otrora Obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, inició una campaña en contra de la CEDH y de su titular por supuestamente pretender despenalizar el aborto mientras ellos estaban a favor de la vida. Pero las cosas no quedaron ahí: en un hecho inédito, el líder de la grey católica, junto con sacerdotes y feligreses, tomó por asalto las calles y encabezó una manifestación contra esa determinación judicial.

Casi llamó demonio a Mixcoatl y hasta amagó con excomulgarlo de la iglesia católica.

Las cosas estaban calientes. Moreno llamó a la Diócesis, a través del sacerdote Ranulfo Rojas, al Ombudsman, supuestamente para que desayunaran y charlaran sobre el tema, pero más bien fue para exigirle que desistiera del recurso ante la Corte.

-Mire, señor Obispo, no hay marcha atrás. Quiero que sepa que no es mi idea despenalizar el aborto, solo hago ver el retroceso que ha tenido el Congreso en este tema- respondió Mixcoatl

-“Bueno, pues entonces nosotros seguiremos en lo nuestro, Nosotros respetamos la vida y jamás apoyaremos la práctica del aborto”, le precisó el religioso.

Nadie probó el desayuno, sí acaso un café y, con un apretón de manos, se despidieron.

Mientras tanto, tan cerca de Tlaxcala y tan lejos de estos temas, la Ciudad de México sigue siendo el único lugar en el país donde el aborto es legal durante las primeras 12 semanas de gestación. Y si a esto quiere llegar el nuevo Legislativo local, va en el camino correcto.

Explico por qué: Las estadísticas de embarazos no deseados en adolescentes en Tlaxcala sigue mostrando que los programas de prevención son un fiasco.

O de qué otra forma se entiende que Tlaxcala haya registrado en 2016 alrededor de 17 mil embarazos en adolescentes.

Pero no solo eso, el número de madres solteras va en ascenso, sobre todo en poblaciones rurales donde son incapaces de abortar y prefieren parir, aunque sus condiciones de vida sean precarias.

De acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos de la mujer, decenas de féminas tlaxcaltecas viajan a la Ciudad de México a interrumpir su embarazo porque allá es legal, porque les resulta gratuito y son atendidas en hospitales serios, no clandestinos.

Así que el tema debe ser legislado con extrema urgencia. Las preguntas son: ¿hasta dónde el gobierno de Marco Antonio Mena lo avalará sin reticencia? La Iglesia, por lo pronto, ya dijo que no la entra, pero ¿otros sectores moralistas tomarán al “toro por los cuernos”?

EL OTRO ASUNTO

Legalizar el uso y consumo de la mariguana no será tampoco un tema sencillo. Es cierto que en los últimos meses ha habido decomisos de cargamentos de yerba como el de Villa Alta, pero sería bueno debatir porque, hasta ahora, los cárteles de la droga no han encontrado aquí el terreno ideal para sembrar, producir, cosechar y comercializar –a gran escala- estupefacientes.

Eso sí, la legalización beneficiaría en un buen porcentaje a los enfermos que encuentran en la mariguana un alivio a sus males, así como a quienes la consumen en forma lúdica.

Los aseguramientos todavía son mínimos. Y, salvo algunos casos, las grandes capturas de la policía estatal son irrisorias, pues se centran en personas a quienes les hallaron entre sus ropas "yerba verde" (algunos gramos) con características similares a la mariguana, así lo describen en los informes. Luego entonces, pensar que en Tlaxcala haya centros de producción, suena imposible.

Y precisamente por ello, no creo que la entidad deba cerrarse a la posibilidad de legalizar el uso y consumo de la mariguana. Al tiempo.

******

EPÍLOGO…

1.-¿HARAKIRI? Y qué va a hacer el diputado Víctor Castro (quien anda desatado en el Congreso exigiendo cuentas claras y acusando de ladrones a sus antecesores) cuando sometan a revisión la cuenta pública 2016 de Tzompantepec, municipio que gobernó, y que está reprobada por supuestos malos manejos financieros y administrativos.

¡Hasta el próximo martes!

“AGENDA DE AVANZADA” PARA UN ESTADO MORALISTA


Con la promesa de legalizar el uso de la mariguana y despenalizar el aborto, como parte de su prometedora agenda legislativa, los nuevos diputados se meten en “camisa de once varas”. Sobre todo porque si algo tiene Tlaxcala es una mayoritaria sociedad moralista y hasta espantada en esos dos temas.

No vamos lejos. Cuando, en mayo de 2015, el entonces presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Francisco Mixcoatl Antonio, presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una acción de inconstitucionalidad en contra del decreto mediante el cual el Congreso local modificó el artículo 243 del Código Penal, que regulaba las causales del aborto, la Iglesia y varios sectores –entre ellos congresistas locales- se le fueron a la yugular.

Los legisladores aumentaron dos causales por las que las mujeres podrían interrumpir el embarazo: si era producto de una inseminación no consentida y si el producto presentaba malformaciones graves que no daban posibilidad alguna de sobrevivencia. Caso concreto: la anencefalia, mal que no admite tratamiento ni curación posible y, en una gran mayoría de casos, los fetos no resisten la gestación.

Pero ante la Corte, Mixcoatl argumentó el principio de progresividad, una de las reglas básicas en las que se sustenta toda la estructura de promoción, protección, respeto y garantía de los derechos humanos y sostuvo que, en este tema, había retrocesos legislativos.

El asunto es que, muy molesto, el otrora Obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, inició una campaña en contra de la CEDH y de su titular por supuestamente pretender despenalizar el aborto mientras ellos estaban a favor de la vida. Pero las cosas no quedaron ahí: en un hecho inédito, el líder de la grey católica, junto con sacerdotes y feligreses, tomó por asalto las calles y encabezó una manifestación contra esa determinación judicial.

Casi llamó demonio a Mixcoatl y hasta amagó con excomulgarlo de la iglesia católica.

Las cosas estaban calientes. Moreno llamó a la Diócesis, a través del sacerdote Ranulfo Rojas, al Ombudsman, supuestamente para que desayunaran y charlaran sobre el tema, pero más bien fue para exigirle que desistiera del recurso ante la Corte.

-Mire, señor Obispo, no hay marcha atrás. Quiero que sepa que no es mi idea despenalizar el aborto, solo hago ver el retroceso que ha tenido el Congreso en este tema- respondió Mixcoatl

-“Bueno, pues entonces nosotros seguiremos en lo nuestro, Nosotros respetamos la vida y jamás apoyaremos la práctica del aborto”, le precisó el religioso.

Nadie probó el desayuno, sí acaso un café y, con un apretón de manos, se despidieron.

Mientras tanto, tan cerca de Tlaxcala y tan lejos de estos temas, la Ciudad de México sigue siendo el único lugar en el país donde el aborto es legal durante las primeras 12 semanas de gestación. Y si a esto quiere llegar el nuevo Legislativo local, va en el camino correcto.

Explico por qué: Las estadísticas de embarazos no deseados en adolescentes en Tlaxcala sigue mostrando que los programas de prevención son un fiasco.

O de qué otra forma se entiende que Tlaxcala haya registrado en 2016 alrededor de 17 mil embarazos en adolescentes.

Pero no solo eso, el número de madres solteras va en ascenso, sobre todo en poblaciones rurales donde son incapaces de abortar y prefieren parir, aunque sus condiciones de vida sean precarias.

De acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos de la mujer, decenas de féminas tlaxcaltecas viajan a la Ciudad de México a interrumpir su embarazo porque allá es legal, porque les resulta gratuito y son atendidas en hospitales serios, no clandestinos.

Así que el tema debe ser legislado con extrema urgencia. Las preguntas son: ¿hasta dónde el gobierno de Marco Antonio Mena lo avalará sin reticencia? La Iglesia, por lo pronto, ya dijo que no la entra, pero ¿otros sectores moralistas tomarán al “toro por los cuernos”?

EL OTRO ASUNTO

Legalizar el uso y consumo de la mariguana no será tampoco un tema sencillo. Es cierto que en los últimos meses ha habido decomisos de cargamentos de yerba como el de Villa Alta, pero sería bueno debatir porque, hasta ahora, los cárteles de la droga no han encontrado aquí el terreno ideal para sembrar, producir, cosechar y comercializar –a gran escala- estupefacientes.

Eso sí, la legalización beneficiaría en un buen porcentaje a los enfermos que encuentran en la mariguana un alivio a sus males, así como a quienes la consumen en forma lúdica.

Los aseguramientos todavía son mínimos. Y, salvo algunos casos, las grandes capturas de la policía estatal son irrisorias, pues se centran en personas a quienes les hallaron entre sus ropas "yerba verde" (algunos gramos) con características similares a la mariguana, así lo describen en los informes. Luego entonces, pensar que en Tlaxcala haya centros de producción, suena imposible.

Y precisamente por ello, no creo que la entidad deba cerrarse a la posibilidad de legalizar el uso y consumo de la mariguana. Al tiempo.

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EPÍLOGO…

1.-¿HARAKIRI? Y qué va a hacer el diputado Víctor Castro (quien anda desatado en el Congreso exigiendo cuentas claras y acusando de ladrones a sus antecesores) cuando sometan a revisión la cuenta pública 2016 de Tzompantepec, municipio que gobernó, y que está reprobada por supuestos malos manejos financieros y administrativos.

¡Hasta el próximo martes!