/ martes 18 de septiembre de 2018

Tintero

INSENSIBLE

¿Quién protege a Karina Edith Torres Vázquez? ¿y quién solapa las presuntas irregularidades en la Junta de Conciliación y Arbitraje de Tlaxcala?

Vamos por partes: El 26 de febrero de 2016, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 05/2016 en contra de Torres Vázquez, por haber violado derechos humanos de personas jubiladas, uno de ellos, fue la falta de acceso a la justicia al mantener en el archivo expedientes por más de cinco años. Pero no solo eso, al imponer medidas de seguridad muy estrictas para acceder a las oficinas de esa dependencia, la funcionaria permitió que se cometieran otras supuestas violaciones a la integridad personal y al trato digno por parte de la fuerza pública en contra de personas de la tercera edad, que se manifestaban ante la falta de información sobre la situación que guardaban sus juicios laborales.

Por lo anterior, se ordenó iniciar, contra Karina Edith Torres, el procedimiento de responsabilidad administrativa correspondiente. Nada sucedió y, ante la complacencia de sus superiores, la señora sigue haciendo de las suyas.

Las quejas siguen y aumentan. De hecho, resulta más fácil acceder a Palacio de Gobierno que pasar los filtros excesivos de esa dependencia para arribar a dirimir sus controversias. Torres Vázquez está desatada. En días pasados ordenó que los vendedores de alimentos fueran desalojados de sus lugares donde ofertaban sus productos con el argumento de que daban mal aspecto.

Peor aún, en cada festejo que realiza, no escatima en pedir la cooperación “voluntaria” a los servidores públicos y, no conforme con ello, también “pasa la charola” a los litigantes y líderes sindicales que tramitan sus asuntos en ese órgano impartidor de justicia laboral.

Mientras tanto, los juristas que acuden a esa instancia, deben hacer largas filas de espera para poder tener audiencia con ella, para que, después de ese largo tiempo, les digan que “la señora presidenta no los puede atender por motivos de agenda”.

Su férreo control sobre la dependencia que administra peca en el patrimonialismo particular. La dilación y el burocratismo son una constante en la tramitación de los asuntos laborales.

Otro tema que preocupa es el trato que existe entre esta institución y los representantes de los sindicatos foráneos a los que, sin mayor problema, les otorgan los registros o tomas de nota. Y, en contraparte, los litigantes y sindicatos locales tienen que realizar un peregrinar en la tramitación de sus asuntos.

Si la CNDH, en su momento, emitió la recomendación por dilación en contra de esta funcionaria, cómo estarán las cosas que, a más de dos años, no se sabe el resultado del procedimiento de responsabilidad administrativa que, se supone, le deben fincar. Cosas de la gobernanza moderna.

*************

EPÍLOGO…

1.- Ya pasaron más de siete semanas de aquel “enérgico” discurso del 5 de julio de este año, en el cual el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez advirtió que no toleraría la falta de compromiso en el desempeño de la función pública ni el desgano, falta de resultados, indiferencia, apatía y deslealtad.

Habló, incluso, de refrescar los cuadros de funcionarios por falta de compromiso con el gobierno y deslealtad con el ciudadano. Empero, hasta ahora, solo se han visto enroques en puestos de segunda línea y los responsables de la operación del gobierno, titulares del gabinete y gabinete ampliado siguen tan campantes presumiendo un “trabajo excelente” que no ha sido.

Personajes como el Secretario Técnico, Carlos Bailón Valencia y el Oficial Mayor de Gobierno, Luis Miguel Álvarez Landa, ya no deben tener cabida en el gobierno estatal. El primero es un gran hacedor de problemas y al segundo hasta las licitaciones –como la reciente adquisición de 200 patrullas- le han tumbado bajo la sospecha de que metió “mano negra”. Otros como el de Políticas Públicas y Ecología brillan más por el trabajo que no realizan. El primero se ha constituido como el principal “aviador” de la administración estatal.

Y mientras tanto los problemas siguen creciendo. El empleo puede haber aumentado, pero es mal pagado. La inseguridad se encuentra en índices nunca vistos, la atención a la salud está gravemente enferma y las grandes obras prometidas siguen guardadas en el escritorio del titular de la Secoduvi, Francisco Javier Romero Ahuactzi.

El tsunami electoral del uno de julio debió haber dejado un aprendizaje muy importante. Tlaxcala fue el segundo estado donde, proporcionalmente, más se votó por Andrés Manuel López Obrador. En esos comicios había tres componentes: estar a favor del “peje”; el voto de rechazo al presidente Enrique Peña Nieto y al PRI y la evaluación del Gobernador en funciones.

No hay de otra. Si quiere pasar a la historia como un buen gobernante, Marco Mena está obligado a hacer cambios de fondo, erradicar la corrupción y la ineficiencia entre sus colaboradores. Al tiempo

********************

2.- PACHANGA CON AUSTERIDAD… Mientras el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, pregona a los cuatro vientos la austeridad republicana, los recién estrenados diputados locales no dudaron en erogar recursos públicos para festejar, a lo grande, las fiestas patrias.

Incluso ordenaron cerrar el acceso a ese recinto legislativo el pasado 14 de septiembre, desde las 13:00 horas porque, según dijeron, tenían un “curso de capacitación”. ¿Ahora así se llaman las fiestas? Qué pena.

¡Hasta el próximo martes!






INSENSIBLE

¿Quién protege a Karina Edith Torres Vázquez? ¿y quién solapa las presuntas irregularidades en la Junta de Conciliación y Arbitraje de Tlaxcala?

Vamos por partes: El 26 de febrero de 2016, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 05/2016 en contra de Torres Vázquez, por haber violado derechos humanos de personas jubiladas, uno de ellos, fue la falta de acceso a la justicia al mantener en el archivo expedientes por más de cinco años. Pero no solo eso, al imponer medidas de seguridad muy estrictas para acceder a las oficinas de esa dependencia, la funcionaria permitió que se cometieran otras supuestas violaciones a la integridad personal y al trato digno por parte de la fuerza pública en contra de personas de la tercera edad, que se manifestaban ante la falta de información sobre la situación que guardaban sus juicios laborales.

Por lo anterior, se ordenó iniciar, contra Karina Edith Torres, el procedimiento de responsabilidad administrativa correspondiente. Nada sucedió y, ante la complacencia de sus superiores, la señora sigue haciendo de las suyas.

Las quejas siguen y aumentan. De hecho, resulta más fácil acceder a Palacio de Gobierno que pasar los filtros excesivos de esa dependencia para arribar a dirimir sus controversias. Torres Vázquez está desatada. En días pasados ordenó que los vendedores de alimentos fueran desalojados de sus lugares donde ofertaban sus productos con el argumento de que daban mal aspecto.

Peor aún, en cada festejo que realiza, no escatima en pedir la cooperación “voluntaria” a los servidores públicos y, no conforme con ello, también “pasa la charola” a los litigantes y líderes sindicales que tramitan sus asuntos en ese órgano impartidor de justicia laboral.

Mientras tanto, los juristas que acuden a esa instancia, deben hacer largas filas de espera para poder tener audiencia con ella, para que, después de ese largo tiempo, les digan que “la señora presidenta no los puede atender por motivos de agenda”.

Su férreo control sobre la dependencia que administra peca en el patrimonialismo particular. La dilación y el burocratismo son una constante en la tramitación de los asuntos laborales.

Otro tema que preocupa es el trato que existe entre esta institución y los representantes de los sindicatos foráneos a los que, sin mayor problema, les otorgan los registros o tomas de nota. Y, en contraparte, los litigantes y sindicatos locales tienen que realizar un peregrinar en la tramitación de sus asuntos.

Si la CNDH, en su momento, emitió la recomendación por dilación en contra de esta funcionaria, cómo estarán las cosas que, a más de dos años, no se sabe el resultado del procedimiento de responsabilidad administrativa que, se supone, le deben fincar. Cosas de la gobernanza moderna.

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EPÍLOGO…

1.- Ya pasaron más de siete semanas de aquel “enérgico” discurso del 5 de julio de este año, en el cual el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez advirtió que no toleraría la falta de compromiso en el desempeño de la función pública ni el desgano, falta de resultados, indiferencia, apatía y deslealtad.

Habló, incluso, de refrescar los cuadros de funcionarios por falta de compromiso con el gobierno y deslealtad con el ciudadano. Empero, hasta ahora, solo se han visto enroques en puestos de segunda línea y los responsables de la operación del gobierno, titulares del gabinete y gabinete ampliado siguen tan campantes presumiendo un “trabajo excelente” que no ha sido.

Personajes como el Secretario Técnico, Carlos Bailón Valencia y el Oficial Mayor de Gobierno, Luis Miguel Álvarez Landa, ya no deben tener cabida en el gobierno estatal. El primero es un gran hacedor de problemas y al segundo hasta las licitaciones –como la reciente adquisición de 200 patrullas- le han tumbado bajo la sospecha de que metió “mano negra”. Otros como el de Políticas Públicas y Ecología brillan más por el trabajo que no realizan. El primero se ha constituido como el principal “aviador” de la administración estatal.

Y mientras tanto los problemas siguen creciendo. El empleo puede haber aumentado, pero es mal pagado. La inseguridad se encuentra en índices nunca vistos, la atención a la salud está gravemente enferma y las grandes obras prometidas siguen guardadas en el escritorio del titular de la Secoduvi, Francisco Javier Romero Ahuactzi.

El tsunami electoral del uno de julio debió haber dejado un aprendizaje muy importante. Tlaxcala fue el segundo estado donde, proporcionalmente, más se votó por Andrés Manuel López Obrador. En esos comicios había tres componentes: estar a favor del “peje”; el voto de rechazo al presidente Enrique Peña Nieto y al PRI y la evaluación del Gobernador en funciones.

No hay de otra. Si quiere pasar a la historia como un buen gobernante, Marco Mena está obligado a hacer cambios de fondo, erradicar la corrupción y la ineficiencia entre sus colaboradores. Al tiempo

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2.- PACHANGA CON AUSTERIDAD… Mientras el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, pregona a los cuatro vientos la austeridad republicana, los recién estrenados diputados locales no dudaron en erogar recursos públicos para festejar, a lo grande, las fiestas patrias.

Incluso ordenaron cerrar el acceso a ese recinto legislativo el pasado 14 de septiembre, desde las 13:00 horas porque, según dijeron, tenían un “curso de capacitación”. ¿Ahora así se llaman las fiestas? Qué pena.

¡Hasta el próximo martes!