/ martes 26 de marzo de 2019

Tintero

Otro bodrio

  • Hoy en Tlaxcala se puede uno fundamentar en cualquier cosa u ostentar con cualquier cargo y no pasa nada.

Vivir en un verdadero Estado de derecho donde se ajuste a lo que marque la ley es una odisea en la entidad. Actualmente la clase política de Tlaxcala se ha caracterizado por brillar por esa ausencia. Cualquier seudopolítico se puede autonombrar con rasgos característicos de liderazgo y estar ahí en la pelea. Y así los liderazgos se forman ante el desencanto de la ciudadanía.

En la actualidad se vive un desencanto, simplemente los políticos no responden a los intereses de la ciudadanía, más bien aquellos que tratan de dilapidar el poco capital que se les otorgó en beneficio de pocos.

Muchos abogan con el discurso del Estado de derecho y de la legalidad en un tema hueco y sin sentido.

En Tlaxcala parece que el Estado de derecho es simplemente discurso.

Y explicó por qué.

En el Poder Judicial se pueden autodesignar salarios estrafalarios y nadie puede decir nada, en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos los consejeros honoríficos se pueden autorizar salarios que rebasan los ochenta mil pesos mensuales y no importa el delito penal que cometan o el acto de corrupción que están cometiendo, la cuarta trasformación simplemente perdona todo.

Ahora nos hemos enterado que en el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala (IAIP-Tlax) se ha creado un Consejo Consultivo de carácter honorífico que no tiene fundamento constitucional ni legal alguno.

Hoy en Tlaxcala se puede uno fundamentar en cualquier cosa u ostentar con cualquier cargo y no pasa nada.

Resulta que, en otra barbarie legislativa, crearon un Consejo Consultivo de carácter honorífico al interior de la IAIPTlax, pero nunca fue legislado en la Constitución local, simplemente fue aplicado en la ley sin detallar cómo estaría su funcionamiento y facultades. Y así al vapor fue creado.

En todo este vericueto legal, en el año 2017, renunciaron a esta farsa legislativa Emanuel Montiel Flores y Jefferson Ojeda Jara.

En tanto Liliana Atonal Mendoza, Isela Pérez Águila y Josefina Romano Sanluis, decidieron continuar con esta farsa legal ya que desde un inicio se contemplaba que este mejunje legislativo fue creado al vapor.

Hoy Liliana Atonal Mendoza, sin el menor rubor legislativo, se ha autonombrado presidenta de ese bodrio legislativo, sin pies ni cabeza, ante la complacencia de los rijosos comisionados José David Cabrera Canales y Francisco José Morones Servín, ellos en su afán de derrocar a Marlene Alonso Meneses, de la Presidencia de ese organismo garante de transparencia, sin importarles el daño colateral que le han hecho a su fuente de trabajo donde cada quincena devengan sus emolumentos.

Pero, por otro lado, de nada les importa que en el pasado, la hoy designada presidenta de ese supuesto Consejo Consultivo Honorífico, fue una de las piezas claves que echó por la borda, o mejor dicho al cesto de la basura, las supuestas pruebas con las que contaba el Congreso local para enjuiciar al entonces magistrado presidente del Poder Judicial del Estado, Ricardo Eulalio Pérez Zarate, por la supuesta compra de tangas y ropa de lencería. Al final resultó una farsa total. Ella fue la testigo principal en el caso y mintió.

Hoy muchos se preguntan cómo una persona con esa calidad moral puede estar al frente de ese Consejo Consultivo encargado de la transparencia desde la sociedad civil. O más bien es otra farsa que nada llevará en este vericueto legal.

EPILOGO.

1.- RUPTURA TOTAL. La conmemoración de los 500 años del encuentro de dos culturas sin duda fue de uno de los eventos donde se dio a conocer el estado que guarda la clase política tlaxcalteca. Los que brillaron por su ausencia fueron las magistradas y magistrados integrantes del Poder Judicial del Estado.

La arrogancia con la que se conducen los integrantes de ese Poder, simplemente fue óbice para que fueran marginados de ese festejo.

Una burocracia dorada que en nada les importa los cambios con los que la sociedad tlaxcalteca les reclama frenar sus abusos y arbitrariedades y estos siguen haciendo oídos sordos.

Simplemente no hay nada que decirles. Que impere la corrupción y el chantaje-

2.- PIFIA INTELECTUAL... De nada sirve presumir doctorados en derecho si en la práctica no dan una. En qué cabeza cabe proponer una fe de erratas para reformar una ley. Así o más claro. Una ley solo se puede reformar, derogar o abrogar por una iniciativa de esa misma jerarquía. Eso lo sabe un estudiante de licenciatura de derecho

¡Hasta el próximo martes!


Otro bodrio

  • Hoy en Tlaxcala se puede uno fundamentar en cualquier cosa u ostentar con cualquier cargo y no pasa nada.

Vivir en un verdadero Estado de derecho donde se ajuste a lo que marque la ley es una odisea en la entidad. Actualmente la clase política de Tlaxcala se ha caracterizado por brillar por esa ausencia. Cualquier seudopolítico se puede autonombrar con rasgos característicos de liderazgo y estar ahí en la pelea. Y así los liderazgos se forman ante el desencanto de la ciudadanía.

En la actualidad se vive un desencanto, simplemente los políticos no responden a los intereses de la ciudadanía, más bien aquellos que tratan de dilapidar el poco capital que se les otorgó en beneficio de pocos.

Muchos abogan con el discurso del Estado de derecho y de la legalidad en un tema hueco y sin sentido.

En Tlaxcala parece que el Estado de derecho es simplemente discurso.

Y explicó por qué.

En el Poder Judicial se pueden autodesignar salarios estrafalarios y nadie puede decir nada, en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos los consejeros honoríficos se pueden autorizar salarios que rebasan los ochenta mil pesos mensuales y no importa el delito penal que cometan o el acto de corrupción que están cometiendo, la cuarta trasformación simplemente perdona todo.

Ahora nos hemos enterado que en el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala (IAIP-Tlax) se ha creado un Consejo Consultivo de carácter honorífico que no tiene fundamento constitucional ni legal alguno.

Hoy en Tlaxcala se puede uno fundamentar en cualquier cosa u ostentar con cualquier cargo y no pasa nada.

Resulta que, en otra barbarie legislativa, crearon un Consejo Consultivo de carácter honorífico al interior de la IAIPTlax, pero nunca fue legislado en la Constitución local, simplemente fue aplicado en la ley sin detallar cómo estaría su funcionamiento y facultades. Y así al vapor fue creado.

En todo este vericueto legal, en el año 2017, renunciaron a esta farsa legislativa Emanuel Montiel Flores y Jefferson Ojeda Jara.

En tanto Liliana Atonal Mendoza, Isela Pérez Águila y Josefina Romano Sanluis, decidieron continuar con esta farsa legal ya que desde un inicio se contemplaba que este mejunje legislativo fue creado al vapor.

Hoy Liliana Atonal Mendoza, sin el menor rubor legislativo, se ha autonombrado presidenta de ese bodrio legislativo, sin pies ni cabeza, ante la complacencia de los rijosos comisionados José David Cabrera Canales y Francisco José Morones Servín, ellos en su afán de derrocar a Marlene Alonso Meneses, de la Presidencia de ese organismo garante de transparencia, sin importarles el daño colateral que le han hecho a su fuente de trabajo donde cada quincena devengan sus emolumentos.

Pero, por otro lado, de nada les importa que en el pasado, la hoy designada presidenta de ese supuesto Consejo Consultivo Honorífico, fue una de las piezas claves que echó por la borda, o mejor dicho al cesto de la basura, las supuestas pruebas con las que contaba el Congreso local para enjuiciar al entonces magistrado presidente del Poder Judicial del Estado, Ricardo Eulalio Pérez Zarate, por la supuesta compra de tangas y ropa de lencería. Al final resultó una farsa total. Ella fue la testigo principal en el caso y mintió.

Hoy muchos se preguntan cómo una persona con esa calidad moral puede estar al frente de ese Consejo Consultivo encargado de la transparencia desde la sociedad civil. O más bien es otra farsa que nada llevará en este vericueto legal.

EPILOGO.

1.- RUPTURA TOTAL. La conmemoración de los 500 años del encuentro de dos culturas sin duda fue de uno de los eventos donde se dio a conocer el estado que guarda la clase política tlaxcalteca. Los que brillaron por su ausencia fueron las magistradas y magistrados integrantes del Poder Judicial del Estado.

La arrogancia con la que se conducen los integrantes de ese Poder, simplemente fue óbice para que fueran marginados de ese festejo.

Una burocracia dorada que en nada les importa los cambios con los que la sociedad tlaxcalteca les reclama frenar sus abusos y arbitrariedades y estos siguen haciendo oídos sordos.

Simplemente no hay nada que decirles. Que impere la corrupción y el chantaje-

2.- PIFIA INTELECTUAL... De nada sirve presumir doctorados en derecho si en la práctica no dan una. En qué cabeza cabe proponer una fe de erratas para reformar una ley. Así o más claro. Una ley solo se puede reformar, derogar o abrogar por una iniciativa de esa misma jerarquía. Eso lo sabe un estudiante de licenciatura de derecho

¡Hasta el próximo martes!