/ martes 25 de junio de 2019

TINTERO

¿Cómo reprocharle a Trump?

En México “vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el nuestro”.

Explico: nos rasgamos las vestiduras despotricando contra el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, por el trato que da los migrantes, pero, en ese tema, en México no solo nos mordemos la lengua sino que sangramos.

Qué es peor, que el presidente de ese país, vuelto loco, no quite el “dedo del renglón” para alzar un gran muro que impida el paso de indocumentados o que en México, peor aún en Tlaxcala, se haya vuelto costumbre asesinar, robar y golpear a ilegales.

O cómo olvidar lo ocurrido en marzo de 2013 cuando el salvadoreño Jorge Alberto Mondragón, de 37 años de edad, fue asesinado de cuatro balazos disparados con una ametralladora tipo Uzi, y el hondureño Rafael Leonardo Rodríguez, de 21 años, fue arrojado a las vías del tren porque se negaron a entregar a un comando armado mil dólares.

No hay un solo castigado aun cuando las autoridades de los tres niveles de gobierno prometieron investigar el caso y llegar hasta sus últimas consecuencias. Sí, cómo no.

Qué es más patético, que Trump critique a México porque tiene una errónea política de control migratorio o que los gobiernos estatal y federal, en su momento, hayan permitido que la empresa Ferrocarriles del Sur (Ferrosur) haya colocado vallas metálicas -casi un kilómetro de postes de concreto- a un costado de la vía del tren para impedir que los indocumentados suban o bajen cuando los vagones se detienen en la estación de Apizaco. Muchos muertos y mutilados ha habido por esa acción.

¿Quién ha puesto en su lugar a los vigilantes de las empresas de seguridad privada contratados por Ferrosur que agreden a los migrantes centroamericanos y les cobran cuotas por dejarlos subir a los vagones?

Qué es peor, que miles de personas intenten ingresar a ese país en busca de mejores oportunidades de vida o que aquí, en México, ninguna autoridad sea capaz de combatir a los “coyotes” que cobran por 'cruzarlos al otro lado' hasta 50 mil pesos. Peor aún, operan a diestra y siniestra, pero nadie los ve, menos la gente del gobierno.

¿Qué han hecho las autoridades en materia de migración para respetar los derechos humanos de estas personas que abandonan sus hogares en busca de un mejor nivel de vida en la Unión Americana?

La política migratoria paternalista de Andrés Manuel López Obrador en nada ayuda a resolver el problema. Esto no se soluciona con becas o empleos “temporales” que no sirven de nada.

Los migrantes deben saber que EE.UU ya dejó de ser el país del empleo bien remunerado, el de la infinidad de oportunidades y el la riqueza abundante. Allá la vida es dura, padecen humillaciones, discriminación y racismo, amén de que son –en algunos casos- esclavizados y golpeados.

Eso sí, el migratorio no es un problema menor, pero no se resolverá con “la voluntad de Dios” y con discursos trillados de combate a la corrupción. Gobiernos van y vienen y el tema de los migrantes siempre ha sido ignorado.

Hace ocho años, miles de mexicanos y tlaxcaltecas por supuesto, creyeron en la promesa de Barack Obama, de impulsar y maquinar con el Congreso, una ley migratoria que, entre otras cosas, permitiera a los mexicanos alcanzar la ciudadanía de ese país y, por ende, tener mejores garantías de vida. No pudo o no quiso.

A muchos mexicanos enoja que a los ilegales despectivamente se les llame chicken (pollos) o wetback (espaladas mojadas), pero se nos olvida –o no queremos ver- que en este país a los migrantes se les da igual o peor trato que el que reciben en EE.UU.

Con todos estos pendientes ¿cómo seguir reprochando a los arranques de Trump? Al tiempo

EPÍLOGO…

1.-FUERA DE LA LEY… La libertad de tránsito está consagrada en la Carta Magna para los ciudadanos de este país y, por ende, resulta ilegal que cada persona tenga que acreditar la ciudadanía mexicana -con una credencial- para trasladarse, como lo solicitó el gobierno de la República a las empresas del servicio de transporte público de pasajeros, bajo la lógica de inhibir el tránsito de inmigrantes.

2.-A LAS LABORES... Tintero se incorpora a sus actividades después de varios días de descanso. Gracias mil por su comprensión

Hasta el próximo martes

¿Cómo reprocharle a Trump?

En México “vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el nuestro”.

Explico: nos rasgamos las vestiduras despotricando contra el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, por el trato que da los migrantes, pero, en ese tema, en México no solo nos mordemos la lengua sino que sangramos.

Qué es peor, que el presidente de ese país, vuelto loco, no quite el “dedo del renglón” para alzar un gran muro que impida el paso de indocumentados o que en México, peor aún en Tlaxcala, se haya vuelto costumbre asesinar, robar y golpear a ilegales.

O cómo olvidar lo ocurrido en marzo de 2013 cuando el salvadoreño Jorge Alberto Mondragón, de 37 años de edad, fue asesinado de cuatro balazos disparados con una ametralladora tipo Uzi, y el hondureño Rafael Leonardo Rodríguez, de 21 años, fue arrojado a las vías del tren porque se negaron a entregar a un comando armado mil dólares.

No hay un solo castigado aun cuando las autoridades de los tres niveles de gobierno prometieron investigar el caso y llegar hasta sus últimas consecuencias. Sí, cómo no.

Qué es más patético, que Trump critique a México porque tiene una errónea política de control migratorio o que los gobiernos estatal y federal, en su momento, hayan permitido que la empresa Ferrocarriles del Sur (Ferrosur) haya colocado vallas metálicas -casi un kilómetro de postes de concreto- a un costado de la vía del tren para impedir que los indocumentados suban o bajen cuando los vagones se detienen en la estación de Apizaco. Muchos muertos y mutilados ha habido por esa acción.

¿Quién ha puesto en su lugar a los vigilantes de las empresas de seguridad privada contratados por Ferrosur que agreden a los migrantes centroamericanos y les cobran cuotas por dejarlos subir a los vagones?

Qué es peor, que miles de personas intenten ingresar a ese país en busca de mejores oportunidades de vida o que aquí, en México, ninguna autoridad sea capaz de combatir a los “coyotes” que cobran por 'cruzarlos al otro lado' hasta 50 mil pesos. Peor aún, operan a diestra y siniestra, pero nadie los ve, menos la gente del gobierno.

¿Qué han hecho las autoridades en materia de migración para respetar los derechos humanos de estas personas que abandonan sus hogares en busca de un mejor nivel de vida en la Unión Americana?

La política migratoria paternalista de Andrés Manuel López Obrador en nada ayuda a resolver el problema. Esto no se soluciona con becas o empleos “temporales” que no sirven de nada.

Los migrantes deben saber que EE.UU ya dejó de ser el país del empleo bien remunerado, el de la infinidad de oportunidades y el la riqueza abundante. Allá la vida es dura, padecen humillaciones, discriminación y racismo, amén de que son –en algunos casos- esclavizados y golpeados.

Eso sí, el migratorio no es un problema menor, pero no se resolverá con “la voluntad de Dios” y con discursos trillados de combate a la corrupción. Gobiernos van y vienen y el tema de los migrantes siempre ha sido ignorado.

Hace ocho años, miles de mexicanos y tlaxcaltecas por supuesto, creyeron en la promesa de Barack Obama, de impulsar y maquinar con el Congreso, una ley migratoria que, entre otras cosas, permitiera a los mexicanos alcanzar la ciudadanía de ese país y, por ende, tener mejores garantías de vida. No pudo o no quiso.

A muchos mexicanos enoja que a los ilegales despectivamente se les llame chicken (pollos) o wetback (espaladas mojadas), pero se nos olvida –o no queremos ver- que en este país a los migrantes se les da igual o peor trato que el que reciben en EE.UU.

Con todos estos pendientes ¿cómo seguir reprochando a los arranques de Trump? Al tiempo

EPÍLOGO…

1.-FUERA DE LA LEY… La libertad de tránsito está consagrada en la Carta Magna para los ciudadanos de este país y, por ende, resulta ilegal que cada persona tenga que acreditar la ciudadanía mexicana -con una credencial- para trasladarse, como lo solicitó el gobierno de la República a las empresas del servicio de transporte público de pasajeros, bajo la lógica de inhibir el tránsito de inmigrantes.

2.-A LAS LABORES... Tintero se incorpora a sus actividades después de varios días de descanso. Gracias mil por su comprensión

Hasta el próximo martes