/ martes 17 de agosto de 2021

Tintero | El temor de regresar a las aulas

En tiempos de Covid-19, el “caminito de la escuela… apurándose a llegar”, famosa canción de Francisco Gabilondo Soler, alias “cri-cri”, pasó a la historia. Y hoy la gran disyuntiva de los padres de familia es, si en el autoritarismo oficial quieren o no arriesgar a sus hijos a ser contagiados de coronavirus. El tema es que aunque insistan las autoridades federales, las aulas representan un foco de contagio. Si antes de la pandemia operaban en mal estado, qué hace creer que con una simple limpieza estarán listas.

La mayoría de los paterfamilias no quiere y lo sostiene en todos los sondeos públicos. Es más, ni siquiera la totalidad ayuda en la limpieza y rehabilitación de las instituciones y quienes sí lo hacen, tienen que contratar a un especialista para la “sanitización”, (cobra casi mil pesos y debe ser cada semana), adquirir gel antibacterial, jabón, cloro, cubrebocas y hasta pintura. ¿Y el gobierno qué hace?

A todo esto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insiste en que el valor de retornar a los colegios es por cuestiones sociales para los niños ya que no pueden seguir sujetos al Nintendo”.

No sabe lo que dice. Explico: “Nintendo Company Ltd” es una empresa que data de 2018, era de entretenimiento dedicada a la investigación y desarrollo, producción y distribución de software y hardware de videojuegos, además de cartas, su sede es Japón. También ya es historia.

Ahora los juegos principales, vía internet son “among us” (entre nosotros, en español), un multijugador violento, similar a apuestas de mesa, tipo la mafia; fue desarrollado por la compañía estadounidense “InnerSloth” para las plataformas Android; otro es “Minecraft”, figuras de papel -inocuas- para armar y el último es para diseñar, mejor que un arquitecto, sus propias ideas de vida como casas y ranchos, el problema es que, a su modo y sin piedad, matan animales para elaborar sus alimentos.

Exceso sí, siempre hay, pero la tecnología reactiva la vida de los niños. La educación tradicional dejó de ser funcional. Explico: Como castigos, “jalar” las orejas, golpear con la regla en las nalgas, ordenar limpiar baños con la mano y gritar, no deben existir, los infantes tienen derechos y, muchas veces, hasta saben más que los adultos.

  • El tema es que la educación debe reinventarse porque lo nuevo está mal encaminado. No funciona tampoco que “a la una sale la luna y a las dos suena el reloj…”, es decir, la planeación que han determinado, segundo, minuto, hora y día es inservible, los alumnos deben aprender pero no de “choros mareadores” y del abuso de verbos como (aprenderá, conocerá y se expresará, etcétera). Mal hecho.

El sistema educativo, como nunca, resultado de la pandemia por el coronavirus, aprendió una lección y debe ser aprovechado.

Antes de la enfermedad que azota al mundo, el Instituto Tecnológico de Monterrey manejaba y muy bien la educación a distancia, pero no con canales de televisión y planeaciones fuera de lugar, sino con una interacción entre alumnos y maestros a cualquier hora y lugar, el espacio que cada uno tiene es fundamental. Ahí, los directivos y maestros sí saben lo que los alumnos necesitan.

El Foro Económico Mundial establece que las autoridades educativas están fallando a los jóvenes en prepararlos para el trabajo del futuro y no proponen una serie de medidas para alinear la educación y la formación con los requisitos que tendrán que cumplir. En esta era, la inteligencia artificial y plataformas digitales son las que están marcando la nueva etapa, pero deben ser para comunicarse, aprenden y hasta divertirse... Al tiempo.

En tiempos de Covid-19, el “caminito de la escuela… apurándose a llegar”, famosa canción de Francisco Gabilondo Soler, alias “cri-cri”, pasó a la historia. Y hoy la gran disyuntiva de los padres de familia es, si en el autoritarismo oficial quieren o no arriesgar a sus hijos a ser contagiados de coronavirus. El tema es que aunque insistan las autoridades federales, las aulas representan un foco de contagio. Si antes de la pandemia operaban en mal estado, qué hace creer que con una simple limpieza estarán listas.

La mayoría de los paterfamilias no quiere y lo sostiene en todos los sondeos públicos. Es más, ni siquiera la totalidad ayuda en la limpieza y rehabilitación de las instituciones y quienes sí lo hacen, tienen que contratar a un especialista para la “sanitización”, (cobra casi mil pesos y debe ser cada semana), adquirir gel antibacterial, jabón, cloro, cubrebocas y hasta pintura. ¿Y el gobierno qué hace?

A todo esto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insiste en que el valor de retornar a los colegios es por cuestiones sociales para los niños ya que no pueden seguir sujetos al Nintendo”.

No sabe lo que dice. Explico: “Nintendo Company Ltd” es una empresa que data de 2018, era de entretenimiento dedicada a la investigación y desarrollo, producción y distribución de software y hardware de videojuegos, además de cartas, su sede es Japón. También ya es historia.

Ahora los juegos principales, vía internet son “among us” (entre nosotros, en español), un multijugador violento, similar a apuestas de mesa, tipo la mafia; fue desarrollado por la compañía estadounidense “InnerSloth” para las plataformas Android; otro es “Minecraft”, figuras de papel -inocuas- para armar y el último es para diseñar, mejor que un arquitecto, sus propias ideas de vida como casas y ranchos, el problema es que, a su modo y sin piedad, matan animales para elaborar sus alimentos.

Exceso sí, siempre hay, pero la tecnología reactiva la vida de los niños. La educación tradicional dejó de ser funcional. Explico: Como castigos, “jalar” las orejas, golpear con la regla en las nalgas, ordenar limpiar baños con la mano y gritar, no deben existir, los infantes tienen derechos y, muchas veces, hasta saben más que los adultos.

  • El tema es que la educación debe reinventarse porque lo nuevo está mal encaminado. No funciona tampoco que “a la una sale la luna y a las dos suena el reloj…”, es decir, la planeación que han determinado, segundo, minuto, hora y día es inservible, los alumnos deben aprender pero no de “choros mareadores” y del abuso de verbos como (aprenderá, conocerá y se expresará, etcétera). Mal hecho.

El sistema educativo, como nunca, resultado de la pandemia por el coronavirus, aprendió una lección y debe ser aprovechado.

Antes de la enfermedad que azota al mundo, el Instituto Tecnológico de Monterrey manejaba y muy bien la educación a distancia, pero no con canales de televisión y planeaciones fuera de lugar, sino con una interacción entre alumnos y maestros a cualquier hora y lugar, el espacio que cada uno tiene es fundamental. Ahí, los directivos y maestros sí saben lo que los alumnos necesitan.

El Foro Económico Mundial establece que las autoridades educativas están fallando a los jóvenes en prepararlos para el trabajo del futuro y no proponen una serie de medidas para alinear la educación y la formación con los requisitos que tendrán que cumplir. En esta era, la inteligencia artificial y plataformas digitales son las que están marcando la nueva etapa, pero deben ser para comunicarse, aprenden y hasta divertirse... Al tiempo.