/ martes 27 de julio de 2021

Tintero | Imprudencia

La gente no entiende. Es irracional. Cada vez hay más contagios de Covid-19 por imprudencia.

Se perdió el miedo al virus y, por ello, Tlaxcala regresó al semáforo epidemiológico amarillo. Lamentablemente ni la vacuna es garantía de supervivencia. Quienes ya recibieron el biológico se están infectando otra vez. Grave.

El problema es que el gobierno de la República lo aplica a "cuenta gotas". Está más ocupado e interesado en enviarlo a Cuba y Argentina.

Decían los abuelos: "Farol de calle y oscuridad de la casa". Y es así como actúa Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

Ahora promueve, sin condiciones, el regreso a las escuelas y tras casi dos años abandonadas, las instituciones están en mal estado y saqueadas por delincuentes. No hay seguridad, eso está claro.

En lo único que tiene razón, es cuando dice que, en la educación a distancia, los estudiantes se convirtieron en adictos a la tecnología y a los video juegos.

El tema es que él lo promovió cuando, alebrestado como es, decía que la gente podía abrazarse y besarse. Nunca tomó en serio la pandemia y ahora que se lo cuestionan hasta se enoja y sale con el argumento de que no es nivel de debate.

López Obrador es mitómano y no es ofensa, es un trastorno del comportamiento, las personas que lo padecen son adictas a mentir. El tema no es él sino toda la gente que comparte lo que hace y dice. Por ejemplo, la consulta popular es una mera ocurrencia. ¿De qué quiere a acusar a los expresidentes de México? ¿Qué delito es traición a la democracia?

Cierto, cometieron excesos como él lo hace, pero es demasiado dinero arrojado a la basura para denunciarlos por los ilícitos que ya prescribieron, más tardarán en "armarlos" que en obtener amparos.

Se debe gobernar sin rencores y presiones. Marco Antonio Mena, todavía titular del Ejecutivo estatal, tomó la decisión, aun con el semáforo verde, de no autorizar regresar a los estudiantes a las aulas.

Ahora los niños y jóvenes representan el mayor riesgo de contagio. No hay que apostarle a la suerte.

La próxima gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, tendrá que asumir dos grandes responsabilidades: por un lado, presionada por la llamada "cuarta transformación", autorizar el regreso a los colegios y exponer a los alumnos a un ambiente donde no hay seguridad sanitaria o no llevarle la corriente al Ejecutivo de la Nación. Ella tomará la primera decisión.

Puede parecer una eternidad, pero dos años perdidos de vida no son nada, por el contrario se aprendió mucho. Explico: la gente ahora dejó atrás la soberbia y la intolerancia; entendió que no es mejor el que tiene más dinero y recursos de vida, pero sí saber decir gracias como una forma de agradecimiento, lo que se había perdido

EPÍLOGO…

1.- EL DEDO… Nada ha cambiado en la forma de gobernar en México. Andrés Manuel López Obrador, como sus antecesores, ya decidió, desde ahora, quién debe sucederlo en el cargo y es Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México. Para él es la mejor opción porque si algo tiene a su favor y lo hace muy bien es la sumisión.

Solo que su dolor de cabeza será Marcelo Ebrard Casaubón, porque quiere el cargo. A López Obrador le molesta algunos enlaces que el todavía secretario de Relaciones Exteriores tiene con Carlos Salinas de Gortari. No le debe asustar porque Ebrard creció a la sombra de Manuel Camacho Solís (+), brazo derecho de Salinas. Ahora tiene el apoyo de la "mafia del poder" que tanto critica. De hecho, aquí en Tlaxcala, como en varios estados del país está formando grupos de apoyo. No llegará, pero quiere dar la pelea.

2.- ARGUMENTO PUERIL… Cuando López Obrador dice que no se ha concretado que las secretarías de Estado operen en los estados por la pandemia es un absurdo. En Tlaxcala, por ejemplo, tan cerca de la capital del país, Alejandra Frausto Guerrero pocas veces viene. No ha rentado una casa "humilde" de la "cuarta transformación" y vive en hoteles de lujo.

El Gobierno estatal le cedió lo que antes era el Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, un lugar amplio y hermoso a la vista, pero que por dentro se está cayendo a cachos porque no tiene servicios y funcionamiento. La funcionaria no tiene una oficina como tal. Cuando, por alguna razón está aquí para presumir algo, trabaja en un lugar que solo tiene una silla y un escritorio. Al tiempo.

La gente no entiende. Es irracional. Cada vez hay más contagios de Covid-19 por imprudencia.

Se perdió el miedo al virus y, por ello, Tlaxcala regresó al semáforo epidemiológico amarillo. Lamentablemente ni la vacuna es garantía de supervivencia. Quienes ya recibieron el biológico se están infectando otra vez. Grave.

El problema es que el gobierno de la República lo aplica a "cuenta gotas". Está más ocupado e interesado en enviarlo a Cuba y Argentina.

Decían los abuelos: "Farol de calle y oscuridad de la casa". Y es así como actúa Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

Ahora promueve, sin condiciones, el regreso a las escuelas y tras casi dos años abandonadas, las instituciones están en mal estado y saqueadas por delincuentes. No hay seguridad, eso está claro.

En lo único que tiene razón, es cuando dice que, en la educación a distancia, los estudiantes se convirtieron en adictos a la tecnología y a los video juegos.

El tema es que él lo promovió cuando, alebrestado como es, decía que la gente podía abrazarse y besarse. Nunca tomó en serio la pandemia y ahora que se lo cuestionan hasta se enoja y sale con el argumento de que no es nivel de debate.

López Obrador es mitómano y no es ofensa, es un trastorno del comportamiento, las personas que lo padecen son adictas a mentir. El tema no es él sino toda la gente que comparte lo que hace y dice. Por ejemplo, la consulta popular es una mera ocurrencia. ¿De qué quiere a acusar a los expresidentes de México? ¿Qué delito es traición a la democracia?

Cierto, cometieron excesos como él lo hace, pero es demasiado dinero arrojado a la basura para denunciarlos por los ilícitos que ya prescribieron, más tardarán en "armarlos" que en obtener amparos.

Se debe gobernar sin rencores y presiones. Marco Antonio Mena, todavía titular del Ejecutivo estatal, tomó la decisión, aun con el semáforo verde, de no autorizar regresar a los estudiantes a las aulas.

Ahora los niños y jóvenes representan el mayor riesgo de contagio. No hay que apostarle a la suerte.

La próxima gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, tendrá que asumir dos grandes responsabilidades: por un lado, presionada por la llamada "cuarta transformación", autorizar el regreso a los colegios y exponer a los alumnos a un ambiente donde no hay seguridad sanitaria o no llevarle la corriente al Ejecutivo de la Nación. Ella tomará la primera decisión.

Puede parecer una eternidad, pero dos años perdidos de vida no son nada, por el contrario se aprendió mucho. Explico: la gente ahora dejó atrás la soberbia y la intolerancia; entendió que no es mejor el que tiene más dinero y recursos de vida, pero sí saber decir gracias como una forma de agradecimiento, lo que se había perdido

EPÍLOGO…

1.- EL DEDO… Nada ha cambiado en la forma de gobernar en México. Andrés Manuel López Obrador, como sus antecesores, ya decidió, desde ahora, quién debe sucederlo en el cargo y es Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México. Para él es la mejor opción porque si algo tiene a su favor y lo hace muy bien es la sumisión.

Solo que su dolor de cabeza será Marcelo Ebrard Casaubón, porque quiere el cargo. A López Obrador le molesta algunos enlaces que el todavía secretario de Relaciones Exteriores tiene con Carlos Salinas de Gortari. No le debe asustar porque Ebrard creció a la sombra de Manuel Camacho Solís (+), brazo derecho de Salinas. Ahora tiene el apoyo de la "mafia del poder" que tanto critica. De hecho, aquí en Tlaxcala, como en varios estados del país está formando grupos de apoyo. No llegará, pero quiere dar la pelea.

2.- ARGUMENTO PUERIL… Cuando López Obrador dice que no se ha concretado que las secretarías de Estado operen en los estados por la pandemia es un absurdo. En Tlaxcala, por ejemplo, tan cerca de la capital del país, Alejandra Frausto Guerrero pocas veces viene. No ha rentado una casa "humilde" de la "cuarta transformación" y vive en hoteles de lujo.

El Gobierno estatal le cedió lo que antes era el Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, un lugar amplio y hermoso a la vista, pero que por dentro se está cayendo a cachos porque no tiene servicios y funcionamiento. La funcionaria no tiene una oficina como tal. Cuando, por alguna razón está aquí para presumir algo, trabaja en un lugar que solo tiene una silla y un escritorio. Al tiempo.