/ martes 23 de marzo de 2021

Tintero | Los colores no son como los tamales

Hablar de política hoy ya no es tema, pero ante Covid-19 la pregunta es: cómo hacer entender a la gente que los colores epidemiológicos no son como los tamales: de rojo, mole, verde y dulce.

Son una forma de manejar el nivel de vida y riesgo. El plan es bueno. Pero no es la mejor estrategia. Confunde a la gente y el gobierno de la República no ha sabido aterrizarlo. La de Andrés Manuel López Obrador es una administración fina para pelear con los “conservadores” pero, como en el boxeo, pierde la guardia en temas torales.

Sin una religión firme, el Presidente cree en quien quiere creer y muchos le dan la vuelta: Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, le tomó la medida. Es un “Rock Star”. Ese tipo de personas, no toca en una banda de rock y , sin saber nada, es famoso.

Él está enamorado, y el amor tiene una magia: lo pierde todo. El funcionario miente, nunca estuvo infectado de Covid.

No me gustan las composiciones del argentino cantante Ricardo Arjona, pero lo parafraseo: el problema no es que mientas, el problema es que te creo, pero este es el tema interesante para los “lopezobradoristas”, aunque insisto, voté por él.

Como la gripe española, Covid-19 no solo modificó la forma de interactuar y de cuidarse para no ser contagiado, sino que ha cambiado el ritmo de la vida.

La supervivencia es la lucha de todos los días.

Hace casi medio año había un exceso de confianza y, de reto, pero ahora, a estas alturas de la vida, muere y se deja morir quien quiere.

En 1918 era diferente, la gripe española fue la pandemia más grave de la historia reciente. Fue causada por el virus H1N1 con genes de origen aviar. Si bien no hay un consenso universal respecto de dónde se originó el virus, se propagó a nivel mundial en dos años consecutivos a partir de la fecha de arriba. En Estados Unidos de América fue detectada por militares durante la primavera, la época de más calor que, por cierto inició este lunes.

Ni entre familiares había misericordia. Arrojaban los cuerpos infectados a las fosas que “rascaban” sin un proceso de luto y los cubrían de tierra. No sé si era lo mejor, pero había miedo al contagio.

Hoy sucede algo similar. Se acabó el ritual de la mejor ceremonia de despido: llanto, ataúd, mariachis y comilona. Nadie te acompaña en ese momento. El miedo vive en el ambiente.

Pero la gente no entiende.

Los colores epidemiológicos son una forma de manejar el nivel de vida. El tema es de risa, pero muchos lo asumen así.

La gente vive del “blog social”. Los fines de semana, aunque no haya dinero, abarrota los centros comerciales para aparentar lo que no tiene.

Presume marcas de ropa y zapatos pero no tienen recurso para sostener una familia. Solo es una fantasía.

Mucha información es la que han bombardeado en últimas fechas acerca de un virus que nos llegó por sorpresa. De poco sirvió el desarrollo tecnológico, la constitución de un sistema económico que se antojaba implacable y los recursos que, bien o mal, fueron utilizados para lograr una estabilidad que solo existía en nuestras mentes.

Nos ha sacudido de una manera inusual y ha develado la vulnerabilidad del ser humano. Y sí, las cosas al día de hoy han cambiado diametralmente.

Sin embargo, todavía no hay la capacidad para reinventarse y esta es una excelente ocasión para hacerlo, no sin antes reflexionar sobre la manera en que se ha construido a la sociedad y aprender de nuestros errores.

Leí un excelente artículo de Gabriela Faz, de que ante los retos que vivimos actualmente como sociedad global, hoy es fundamental renacer, repensar el conocimiento y experiencias acumuladas, debatirlas y, sobre todo, proponer soluciones para una nueva era post pandemia.

Es a través de la iniciativa llamada “Think Tank Post Covid-19”, que especialistas investigadores del Tecnológico de Monterrey buscan replantear realidades, debatir propuestas y buscar soluciones ante los nuevos retos que la Covid-19 ha traído a nuestras vidas.

El objetivo medular de este proyecto es realizar un análisis, a través de trabajo colaborativo entre expertos de diversas áreas del conocimiento de nuestra Institución, de las repercusiones derivadas de esta pandemia, que han desencadenado una situación sin precedente en el mundo moderno, y que nos han llevado a replantear todos nuestros sistemas y nuestra forma de vida tal cual la conocemos. Al tiempo

Hablar de política hoy ya no es tema, pero ante Covid-19 la pregunta es: cómo hacer entender a la gente que los colores epidemiológicos no son como los tamales: de rojo, mole, verde y dulce.

Son una forma de manejar el nivel de vida y riesgo. El plan es bueno. Pero no es la mejor estrategia. Confunde a la gente y el gobierno de la República no ha sabido aterrizarlo. La de Andrés Manuel López Obrador es una administración fina para pelear con los “conservadores” pero, como en el boxeo, pierde la guardia en temas torales.

Sin una religión firme, el Presidente cree en quien quiere creer y muchos le dan la vuelta: Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, le tomó la medida. Es un “Rock Star”. Ese tipo de personas, no toca en una banda de rock y , sin saber nada, es famoso.

Él está enamorado, y el amor tiene una magia: lo pierde todo. El funcionario miente, nunca estuvo infectado de Covid.

No me gustan las composiciones del argentino cantante Ricardo Arjona, pero lo parafraseo: el problema no es que mientas, el problema es que te creo, pero este es el tema interesante para los “lopezobradoristas”, aunque insisto, voté por él.

Como la gripe española, Covid-19 no solo modificó la forma de interactuar y de cuidarse para no ser contagiado, sino que ha cambiado el ritmo de la vida.

La supervivencia es la lucha de todos los días.

Hace casi medio año había un exceso de confianza y, de reto, pero ahora, a estas alturas de la vida, muere y se deja morir quien quiere.

En 1918 era diferente, la gripe española fue la pandemia más grave de la historia reciente. Fue causada por el virus H1N1 con genes de origen aviar. Si bien no hay un consenso universal respecto de dónde se originó el virus, se propagó a nivel mundial en dos años consecutivos a partir de la fecha de arriba. En Estados Unidos de América fue detectada por militares durante la primavera, la época de más calor que, por cierto inició este lunes.

Ni entre familiares había misericordia. Arrojaban los cuerpos infectados a las fosas que “rascaban” sin un proceso de luto y los cubrían de tierra. No sé si era lo mejor, pero había miedo al contagio.

Hoy sucede algo similar. Se acabó el ritual de la mejor ceremonia de despido: llanto, ataúd, mariachis y comilona. Nadie te acompaña en ese momento. El miedo vive en el ambiente.

Pero la gente no entiende.

Los colores epidemiológicos son una forma de manejar el nivel de vida. El tema es de risa, pero muchos lo asumen así.

La gente vive del “blog social”. Los fines de semana, aunque no haya dinero, abarrota los centros comerciales para aparentar lo que no tiene.

Presume marcas de ropa y zapatos pero no tienen recurso para sostener una familia. Solo es una fantasía.

Mucha información es la que han bombardeado en últimas fechas acerca de un virus que nos llegó por sorpresa. De poco sirvió el desarrollo tecnológico, la constitución de un sistema económico que se antojaba implacable y los recursos que, bien o mal, fueron utilizados para lograr una estabilidad que solo existía en nuestras mentes.

Nos ha sacudido de una manera inusual y ha develado la vulnerabilidad del ser humano. Y sí, las cosas al día de hoy han cambiado diametralmente.

Sin embargo, todavía no hay la capacidad para reinventarse y esta es una excelente ocasión para hacerlo, no sin antes reflexionar sobre la manera en que se ha construido a la sociedad y aprender de nuestros errores.

Leí un excelente artículo de Gabriela Faz, de que ante los retos que vivimos actualmente como sociedad global, hoy es fundamental renacer, repensar el conocimiento y experiencias acumuladas, debatirlas y, sobre todo, proponer soluciones para una nueva era post pandemia.

Es a través de la iniciativa llamada “Think Tank Post Covid-19”, que especialistas investigadores del Tecnológico de Monterrey buscan replantear realidades, debatir propuestas y buscar soluciones ante los nuevos retos que la Covid-19 ha traído a nuestras vidas.

El objetivo medular de este proyecto es realizar un análisis, a través de trabajo colaborativo entre expertos de diversas áreas del conocimiento de nuestra Institución, de las repercusiones derivadas de esta pandemia, que han desencadenado una situación sin precedente en el mundo moderno, y que nos han llevado a replantear todos nuestros sistemas y nuestra forma de vida tal cual la conocemos. Al tiempo