Tlaxcala ha dado un paso muy importante en el mejoramiento de su realidad social. Esta semana, como lo había comprometido, el Gobernador Marco Mena firmó el Memorando de Entendimiento con el director regional para América Latina y El Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Luis Felipe López-Calva, para que este organismo internacional supervise y dé acompañamiento técnico al Programa “Supérate”, un instrumento diseñado por el gobierno estatal para acelerar la reducción de la pobreza extrema en la entidad.
Y no solo eso, los representantes del PNUD hicieron públicos los resultados del Informe de Desarrollo Humano “Transformando México desde lo Local”, que reveló que, en general, el desarrollo humano en los municipios tlaxcaltecas es alto, aunque con pendientes en algunas regiones.
¿Por qué es importante todo esto? La respuesta es simple. Porque después de años de implementar políticas públicas de desarrollo social de manera inercial o improvisada, por primera vez, se recurre a la asesoría de un organismo especializado para potenciar las condiciones de bienestar de las personas en sus localidades
En efecto, con el respaldo del PNUD, Tlaxcala tiene la posibilidad de respaldar a las familias que viven en condiciones de vulnerabilidad, cumpliendo las metas del Programa “Supérate”, para que sea conocido como el estado que logró la mayor disminución de esta condición entre su población en México.
Es una meta ambiciosa, sí, pero realizable.
Si revisamos los resultados de la última mediación de la pobreza en México, a cargo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), podemos advertir que, en Tlaxcala, de 2016 a 2018, la pobreza disminuyó, de 53.9% a 48.4%, y esta reducción, de 5.5 puntos porcentuales, fue la tercera más sobresaliente del país, equivalente a 3.2 veces la mejoría que hubo en el promedio de todos los estados de la República.
Esto significa que estamos reduciendo la pobreza a un ritmo tres veces más acelerado que el promedio nacional.
Además, en ese periodo, la pobreza extrema en el estado pasó de 5.7% a 3.1%, esto es, una reducción de 2.6 puntos porcentuales, también la tercera más notable entre todas las entidades del país.
Y es de considerarse que, desde que el Coneval mide la pobreza multidimensional, Tlaxcala no había logrado una reducción, en este indicador, de esta magnitud. Y la administración que encabeza Marco Mena lo hizo posible.
Ahora, el Informe de Desarrollo Humano Municipal, que el PNUD presentó, muestra que los municipios tlaxcaltecas mejoraron, en su mayoría, su desarrollo humano, pero que persisten retos para lograr que más personas gocen de mayores niveles de ingreso, educación y salud.
Sin embargo, los últimos años han sido claves para que la entidad siga avanzando en el perfeccionamiento de este importante indicador.
Afortunadamente, Tlaxcala no sólo es el estado menos desigual del país, sino que es líder nacional en combate a la pobreza y a la pobreza extrema, lo que es un aliciente de cara al desafío de llevar al mínimo los niveles de rezago social en los municipios.
Esa es la razón por la que se puede afirmar que Tlaxcala ha dado un paso muy importante en el mejoramiento de su realidad social: porque hoy tiene las condiciones y los instrumentos para lograrlo.
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