/ lunes 17 de junio de 2019

Trabajamos por el progreso de México

Semanas atrás, el Senado de la República aprobó la Reforma Laboral, poniendo en el centro de su análisis y discusión a los trabajadores de México.

Las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo son relevantes, porque representan cambios significativos de apertura y transparencia en la relación trabajador-sindicato-patrón, una añeja demanda que ahora se cristaliza en beneficio de todo el sector.

La nueva legislación contempla el voto libre, directo y secreto para elegir a líderes sindicales, y que los integrantes de sindicatos, federaciones y confederaciones tengan derecho de libre afiliación y participación. Ahora, ya no podrán ser obligados a formar parte de ellos.

Además, se crea el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral para atender todo lo relacionado con los contratos colectivos y asociaciones sindicales; la parte patronal deberá entregar copia de contratos colectivos a sus trabajadores, de forma gratuita, y los contratos colectivos deberán revisarse al menos una vez cada 4 años.

Vale la pena mencionar que esta reforma laboral establece condiciones favorables para la mujer trabajadora, porque los patrones tienen que implantar protocolos para prevenir discriminación por género y para dar atención a casos de violencia y acoso u hostigamiento sexual. Y en los hogares, las empleadas domésticas tendrán los beneficios de la seguridad social, atendiendo así un tema pendiente: el reconocimiento de sus derechos y la regulación del trabajo doméstico remunerado.

Por estas razones, podemos afirmar que, en México, hemos dado pasos firmes para lograr la justicia laboral, la libertad sindical y la asociación plural de los trabajadores, pero también para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, y para generar un ambiente más productivo, libre de discriminación y de violencia.

Y todo ello es muy importante en este momento en que la relación entre nuestro país y Estados Unidos tiene dificultades. Como recientemente manifestó el presidente Andrés Manuel López Obrador: la enseñanza que nos deja la amenaza arancelaria del presidente Donald Trump y la negociación con su gobierno es la importancia de que seamos más autosuficientes. Debemos producir lo que consumimos, apoyar con todo a nuestros productores, y fortalecer más nuestro mercado interno.

Ciertamente, pudimos superar una situación delicada. No olvidemos que el gobierno estadounidense quería cobrar tarifas extra a las exportaciones mexicanas, porque afirma que ha crecido el número de migrantes hacia su país. Pero es claro que se trataba de una medida unilateral e injusta, porque la realidad es que en Centroamérica hay una gran crisis humanitaria que se debe resolver, y no era aceptable poner en entredicho la dignidad de México ni su ámbito de decisión.

La semana pasada, los secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía comparecieron ante la Comisión Permanente para informar los resultados de esas negociaciones diplomáticas, y fue relevante saber que, a pesar de su complejidad, se logró un acuerdo que incluyó medidas que nuestro país ya tenían programadas para una migración más ordenada, como el despliegue de la Guardia Nacional en todo el territorio nacional, incluida la frontera sur; el fortalecimiento del Instituto Nacional de Migración (INM) y el inicio de un Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica.

Por su parte, las comisiones de Relaciones Exteriores de América del Norte, de Puntos Constitucionales y de Economía, del Senado, aprobaron por unanimidad el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC, y si se alcanza su ratificación por parte del Pleno en los próximos días se mandará un mensaje de estabilidad económica y seguridad jurídica al comercio internacional.

Estimados paisanos: México no está detenido ni tampoco está indefenso. Por el contrario, está demostrando su capacidad para responder a los desafíos.

Trabajar por el progreso de México exige de todos compromiso, y en el Senado lo asumimos con responsabilidad, haciendo la parte que nos corresponde para hacer que nuestro pueblo salga adelante.

Muchas gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.

Semanas atrás, el Senado de la República aprobó la Reforma Laboral, poniendo en el centro de su análisis y discusión a los trabajadores de México.

Las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo son relevantes, porque representan cambios significativos de apertura y transparencia en la relación trabajador-sindicato-patrón, una añeja demanda que ahora se cristaliza en beneficio de todo el sector.

La nueva legislación contempla el voto libre, directo y secreto para elegir a líderes sindicales, y que los integrantes de sindicatos, federaciones y confederaciones tengan derecho de libre afiliación y participación. Ahora, ya no podrán ser obligados a formar parte de ellos.

Además, se crea el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral para atender todo lo relacionado con los contratos colectivos y asociaciones sindicales; la parte patronal deberá entregar copia de contratos colectivos a sus trabajadores, de forma gratuita, y los contratos colectivos deberán revisarse al menos una vez cada 4 años.

Vale la pena mencionar que esta reforma laboral establece condiciones favorables para la mujer trabajadora, porque los patrones tienen que implantar protocolos para prevenir discriminación por género y para dar atención a casos de violencia y acoso u hostigamiento sexual. Y en los hogares, las empleadas domésticas tendrán los beneficios de la seguridad social, atendiendo así un tema pendiente: el reconocimiento de sus derechos y la regulación del trabajo doméstico remunerado.

Por estas razones, podemos afirmar que, en México, hemos dado pasos firmes para lograr la justicia laboral, la libertad sindical y la asociación plural de los trabajadores, pero también para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, y para generar un ambiente más productivo, libre de discriminación y de violencia.

Y todo ello es muy importante en este momento en que la relación entre nuestro país y Estados Unidos tiene dificultades. Como recientemente manifestó el presidente Andrés Manuel López Obrador: la enseñanza que nos deja la amenaza arancelaria del presidente Donald Trump y la negociación con su gobierno es la importancia de que seamos más autosuficientes. Debemos producir lo que consumimos, apoyar con todo a nuestros productores, y fortalecer más nuestro mercado interno.

Ciertamente, pudimos superar una situación delicada. No olvidemos que el gobierno estadounidense quería cobrar tarifas extra a las exportaciones mexicanas, porque afirma que ha crecido el número de migrantes hacia su país. Pero es claro que se trataba de una medida unilateral e injusta, porque la realidad es que en Centroamérica hay una gran crisis humanitaria que se debe resolver, y no era aceptable poner en entredicho la dignidad de México ni su ámbito de decisión.

La semana pasada, los secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía comparecieron ante la Comisión Permanente para informar los resultados de esas negociaciones diplomáticas, y fue relevante saber que, a pesar de su complejidad, se logró un acuerdo que incluyó medidas que nuestro país ya tenían programadas para una migración más ordenada, como el despliegue de la Guardia Nacional en todo el territorio nacional, incluida la frontera sur; el fortalecimiento del Instituto Nacional de Migración (INM) y el inicio de un Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica.

Por su parte, las comisiones de Relaciones Exteriores de América del Norte, de Puntos Constitucionales y de Economía, del Senado, aprobaron por unanimidad el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC, y si se alcanza su ratificación por parte del Pleno en los próximos días se mandará un mensaje de estabilidad económica y seguridad jurídica al comercio internacional.

Estimados paisanos: México no está detenido ni tampoco está indefenso. Por el contrario, está demostrando su capacidad para responder a los desafíos.

Trabajar por el progreso de México exige de todos compromiso, y en el Senado lo asumimos con responsabilidad, haciendo la parte que nos corresponde para hacer que nuestro pueblo salga adelante.

Muchas gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.