/ miércoles 18 de abril de 2018

Tratado de libre comercio TLC ¿se firmará en mayo? Los riesgos de una agresión a Siria

La campaña de Donald Trump tuvo varias propuestas, entre ellas que cancelaría el tratado del TLC y no firmaría el Tratado Transpacífico (TTP), construir el muro fronterizo con México e impedir la entrada de droga a los EE. UU.

A un año de haber iniciado su mandato, Donald Trump ya claudicó en algunos de ellos, debido a que los intereses de los países integrantes han sido superiores a su compromiso y ha dado instrucciones de apresurar la firma del TLC y revisar su regreso al Tratado Transpacífico, porque piensa integrar ya a la nación norteamericana a ese tratado.

Otro propósito, impedir la entrada de droga a los EE. UU., es muy complicado porque implica hacer mucha labor interna para desalentar el consumo de droga entre sus ciudadanos, el problema mayor es que la demanda determina el consumo y, por ende, la entrada de droga a los EE. UU.

Por estas razones se ha colgado de la construcción del muro, porque en los demás no ha podido avanzar, con ello pretendería justificarse ante su núcleo duro de votantes, esto se da ante la baja de popularidad del Partido Republicano, al que pertenece, en virtud de que si la próxima elección, que se espera para el mes de noviembre, la ganan los demócratas, en el Congreso muchas de las decisiones controvertidas que ha tomado el presidente podrían revertirse.

Otro de los problemas que tiene la administración Trump es el exceso de relevos de funcionarios de su gabinete, que rebasan ya los 30 cambios, esto tensa mucho su desempeño, esto pasa debido al desconocimiento de la política y de la historia de los EE. UU. por parte del presidente americano, adicionalmente su falta de cultura y su ignorancia en las relaciones diplomáticas y su carácter hostil y reacio que lo vuelve intolerante y amenazante, esto solo demuestra su inseguridad e ignorancia.

Un problema mayor lo tiene con el Congreso, que investiga la posible intervención rusa en las elecciones en su favor, no sería difícil que este problema tenga relación con la apresurada decisión de bombardear Siria, un país enclavado en oriente medio, contrariando la posición rusa como para desalentar la investigación y mostrar distancia con los rusos y en particular con el presidente Putin, para cohesionar a sus votantes por el miedo a la guerra en ambos sentidos, la guerra sería solo una manipulación.

Más allá de este supuesto, el pasar de las amenazas y discurso agresivo del presidente Trump a la instrucción para bombardear Siria, es mucho más delicado porque la región es un polvorín, en donde los intereses de los países de la zona están muy encontrados y cualquier variable que se salga de control podría iniciar la tercera guerra mundial.

Solo por mencionar algunos de los problemas en la región, podremos decir que la confrontación inicial es entre los EE. UU., quien junto con Inglaterra y Francia tomaron la decisión del bombardeo, por el otro lado están Rusia, Irán y Siria, por otro lado están las diferencias que tienen los palestinos con Israel, que se han agudizado en las últimas semanas, por otro lado está la diferencia que tienen Irán, que no permitirá que Arabia Saudita le tome la delantera en el liderazgo de la zona y, por si fuera poco, está el conflicto de Líbano, que lleva ya varias décadas.

Por otro lado, se encuentran China, que está más a favor de Siria, y la Unión Europea, que tendría más tendencia a apoyar a los EE. UU.

La razón en la que se justifica Trump para bombardear es que Siria utilizó armas químicas, pero el embajador ruso en los EEUU argumentó que los norteamericanos tienen el mayor almacén de armas químicas en el mundo.

Otra versión de la vocera rusa es que los EE. UU. apresuraron el bombardeo sin que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo autorizara, porque pretenden ocultar que no hubo armas químicas y que, en todo caso, el ataque lo lanzó un grupo de rebeldes contrario a Siria, para justificar el bombardeo de los EE. UU.

Finalmente, pensar que sean solo escarceos bélicos convenidos por debajo de la mesa entre rusos y el presidente americano para demostrar distancia, ante la investigación del Congreso americano o para atraer el voto duro de Trump por la cercanía de las elecciones, como fue nuestro supuesto inicial, esta versión se convertiría en una salida más conveniente para desvanecer las posibilidades de una tercera guerra mundial que nos afectaría a todo el orbe.

La campaña de Donald Trump tuvo varias propuestas, entre ellas que cancelaría el tratado del TLC y no firmaría el Tratado Transpacífico (TTP), construir el muro fronterizo con México e impedir la entrada de droga a los EE. UU.

A un año de haber iniciado su mandato, Donald Trump ya claudicó en algunos de ellos, debido a que los intereses de los países integrantes han sido superiores a su compromiso y ha dado instrucciones de apresurar la firma del TLC y revisar su regreso al Tratado Transpacífico, porque piensa integrar ya a la nación norteamericana a ese tratado.

Otro propósito, impedir la entrada de droga a los EE. UU., es muy complicado porque implica hacer mucha labor interna para desalentar el consumo de droga entre sus ciudadanos, el problema mayor es que la demanda determina el consumo y, por ende, la entrada de droga a los EE. UU.

Por estas razones se ha colgado de la construcción del muro, porque en los demás no ha podido avanzar, con ello pretendería justificarse ante su núcleo duro de votantes, esto se da ante la baja de popularidad del Partido Republicano, al que pertenece, en virtud de que si la próxima elección, que se espera para el mes de noviembre, la ganan los demócratas, en el Congreso muchas de las decisiones controvertidas que ha tomado el presidente podrían revertirse.

Otro de los problemas que tiene la administración Trump es el exceso de relevos de funcionarios de su gabinete, que rebasan ya los 30 cambios, esto tensa mucho su desempeño, esto pasa debido al desconocimiento de la política y de la historia de los EE. UU. por parte del presidente americano, adicionalmente su falta de cultura y su ignorancia en las relaciones diplomáticas y su carácter hostil y reacio que lo vuelve intolerante y amenazante, esto solo demuestra su inseguridad e ignorancia.

Un problema mayor lo tiene con el Congreso, que investiga la posible intervención rusa en las elecciones en su favor, no sería difícil que este problema tenga relación con la apresurada decisión de bombardear Siria, un país enclavado en oriente medio, contrariando la posición rusa como para desalentar la investigación y mostrar distancia con los rusos y en particular con el presidente Putin, para cohesionar a sus votantes por el miedo a la guerra en ambos sentidos, la guerra sería solo una manipulación.

Más allá de este supuesto, el pasar de las amenazas y discurso agresivo del presidente Trump a la instrucción para bombardear Siria, es mucho más delicado porque la región es un polvorín, en donde los intereses de los países de la zona están muy encontrados y cualquier variable que se salga de control podría iniciar la tercera guerra mundial.

Solo por mencionar algunos de los problemas en la región, podremos decir que la confrontación inicial es entre los EE. UU., quien junto con Inglaterra y Francia tomaron la decisión del bombardeo, por el otro lado están Rusia, Irán y Siria, por otro lado están las diferencias que tienen los palestinos con Israel, que se han agudizado en las últimas semanas, por otro lado está la diferencia que tienen Irán, que no permitirá que Arabia Saudita le tome la delantera en el liderazgo de la zona y, por si fuera poco, está el conflicto de Líbano, que lleva ya varias décadas.

Por otro lado, se encuentran China, que está más a favor de Siria, y la Unión Europea, que tendría más tendencia a apoyar a los EE. UU.

La razón en la que se justifica Trump para bombardear es que Siria utilizó armas químicas, pero el embajador ruso en los EEUU argumentó que los norteamericanos tienen el mayor almacén de armas químicas en el mundo.

Otra versión de la vocera rusa es que los EE. UU. apresuraron el bombardeo sin que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo autorizara, porque pretenden ocultar que no hubo armas químicas y que, en todo caso, el ataque lo lanzó un grupo de rebeldes contrario a Siria, para justificar el bombardeo de los EE. UU.

Finalmente, pensar que sean solo escarceos bélicos convenidos por debajo de la mesa entre rusos y el presidente americano para demostrar distancia, ante la investigación del Congreso americano o para atraer el voto duro de Trump por la cercanía de las elecciones, como fue nuestro supuesto inicial, esta versión se convertiría en una salida más conveniente para desvanecer las posibilidades de una tercera guerra mundial que nos afectaría a todo el orbe.