/ lunes 18 de mayo de 2020

Un pilar fundamental de la educación en México

Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez. En estos momentos difíciles, es importante que la sociedad mexicana valore el trabajo de sus maestras y sus maestros.

La emergencia sanitaria por la propagación de Covid-19 en nuestro país hizo necesario que las clases se trasladaran a los hogares, que la enseñanza se hiciera en línea, para reducir las posibilidades de contagio en la comunidad escolar.

Desde sus casas, las maestras y los maestros han hecho un esfuerzo relevante para cumplir con las metas de su calendario y no perder este ciclo escolar; sin embargo, esta labor no ha sido nada sencilla, porque la contingencia hizo evidentes los rezagos generados por las promesas incumplidas y las malas de decisiones de pasados gobiernos.

Por ejemplo, el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto impulsó una agenda digital para conectar a todo México. Dijo que se ampliaría la cobertura de internet y telefonía en el país, para que en 2024 alcanzara a más del 90% de la población.

Esta meta, más que ambiciosa, fue engañosa, porque no logró cerrar la brecha del acceso y apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación, ni tampoco la brecha de conexión entre ricos y pobres, en beneficio de toda la población.

Aunque sabía que estas brechas implican el analfabetismo del siglo XXI, simplemente no se comprometió a reducirlas, y la prueba está en los problemas que ahora afronta todo el sector educativo para cumplir sus objetivos elementales, especialmente, a nivel de las familias más humildes, tanto de maestros como de alumnos, que, por condición de ingreso o ubicación, enfrentan los efectos de la corrupción traducidos en rezago tecnológico.

Sus reformas en materia educativa y de telecomunicaciones fracasaron, y estamos pagando las consecuencias. Por eso, es importante tomar conciencia y fortalecer las políticas públicas destinadas a cubrir los grandes desafíos de la educación en México con base en los retos actuales del mundo.

Necesitamos mejores ambientes de aprendizaje, con procesos continuos de innovación educativa y acceso permanente a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; mejorar la infraestructura, los servicios básicos y el equipamiento de las escuelas; voltear a las escuelas normales y revalorar la función docente; invertir en programas de capacitación en manejo de nuevas tecnologías, Inglés, atención de menores con discapacidades o dificultades de aprendizaje, y manejo de violencia escolar y equidad de género; y destinar también recursos financieros para apoyar a las familias con la compra de uniformes y materiales escolares.

Afortunadamente, estos puntos se verán cumplidos en la medida en que logremos avanzar en la implementación de las leyes secundarias de la Reforma Educativa, aprobada como parte de los compromisos del proyecto de la Cuarta Transformación, para cumplir con los principios rectores de la Nueva Escuela Mexicana que propugna el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

  • Estimados tlaxcaltecas: las maestras y los maestros son uno de los pilares fundamentales de la educación en México, y a propósito del Día del Maestro, quiero expresarles mi más sincera felicitación y un fraterno reconocimiento por su entrega, constancia y dedicación solidaria.

La pandemia nos pone a prueba como sociedad, y ustedes nuevamente se ponen a la altura de las circunstancias para cumplir con su irrenunciable deber de formar en los conocimientos y los valores a las nuevas generaciones de mexicanos.

Les reitero mi absoluto respaldo, siempre solidario y comprometido con la defensa de sus causas e intereses, compañeros.

Gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.

Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez. En estos momentos difíciles, es importante que la sociedad mexicana valore el trabajo de sus maestras y sus maestros.

La emergencia sanitaria por la propagación de Covid-19 en nuestro país hizo necesario que las clases se trasladaran a los hogares, que la enseñanza se hiciera en línea, para reducir las posibilidades de contagio en la comunidad escolar.

Desde sus casas, las maestras y los maestros han hecho un esfuerzo relevante para cumplir con las metas de su calendario y no perder este ciclo escolar; sin embargo, esta labor no ha sido nada sencilla, porque la contingencia hizo evidentes los rezagos generados por las promesas incumplidas y las malas de decisiones de pasados gobiernos.

Por ejemplo, el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto impulsó una agenda digital para conectar a todo México. Dijo que se ampliaría la cobertura de internet y telefonía en el país, para que en 2024 alcanzara a más del 90% de la población.

Esta meta, más que ambiciosa, fue engañosa, porque no logró cerrar la brecha del acceso y apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación, ni tampoco la brecha de conexión entre ricos y pobres, en beneficio de toda la población.

Aunque sabía que estas brechas implican el analfabetismo del siglo XXI, simplemente no se comprometió a reducirlas, y la prueba está en los problemas que ahora afronta todo el sector educativo para cumplir sus objetivos elementales, especialmente, a nivel de las familias más humildes, tanto de maestros como de alumnos, que, por condición de ingreso o ubicación, enfrentan los efectos de la corrupción traducidos en rezago tecnológico.

Sus reformas en materia educativa y de telecomunicaciones fracasaron, y estamos pagando las consecuencias. Por eso, es importante tomar conciencia y fortalecer las políticas públicas destinadas a cubrir los grandes desafíos de la educación en México con base en los retos actuales del mundo.

Necesitamos mejores ambientes de aprendizaje, con procesos continuos de innovación educativa y acceso permanente a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; mejorar la infraestructura, los servicios básicos y el equipamiento de las escuelas; voltear a las escuelas normales y revalorar la función docente; invertir en programas de capacitación en manejo de nuevas tecnologías, Inglés, atención de menores con discapacidades o dificultades de aprendizaje, y manejo de violencia escolar y equidad de género; y destinar también recursos financieros para apoyar a las familias con la compra de uniformes y materiales escolares.

Afortunadamente, estos puntos se verán cumplidos en la medida en que logremos avanzar en la implementación de las leyes secundarias de la Reforma Educativa, aprobada como parte de los compromisos del proyecto de la Cuarta Transformación, para cumplir con los principios rectores de la Nueva Escuela Mexicana que propugna el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

  • Estimados tlaxcaltecas: las maestras y los maestros son uno de los pilares fundamentales de la educación en México, y a propósito del Día del Maestro, quiero expresarles mi más sincera felicitación y un fraterno reconocimiento por su entrega, constancia y dedicación solidaria.

La pandemia nos pone a prueba como sociedad, y ustedes nuevamente se ponen a la altura de las circunstancias para cumplir con su irrenunciable deber de formar en los conocimientos y los valores a las nuevas generaciones de mexicanos.

Les reitero mi absoluto respaldo, siempre solidario y comprometido con la defensa de sus causas e intereses, compañeros.

Gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.