/ viernes 5 de febrero de 2021

Un poco de historia y cultura

El Estado de Tlaxcala es abundante en historia, partiendo de época precortesiana se rescatan por medio de investigaciones aspectos interesantes e importantes de los pueblos que habitaron antes de la presencia de extranjeros de cultura ajena a la de los pueblos autóctonos de este continente llamado americano.

Hay un lugar con el nombre de origen nahuatlata: Cacaxtla que significa lugar de cacaxtles, así llamados unos contenedores de madera en los que se transportaban aves, telas o alimentos, pues dicho “cacaxtle” podía era transportado como medio utilitario múltiple incluyendo a los mercaderes que acudían a varios centros de venta y canje. Dicho medio transportable era elaborado con varas resistentes con las que se construían cajas conocidos como “huacales” transportados a espaldas del “tameme”. Cargante. Como es sabido, Tlaxcala y otros pueblos en su agricultura sembraban varias semillas entre ellas el maíz que era un nutrimento principal. Para preservar su naturaleza de las semillas, lo hacían en una construcción llamada Cuexcomatl (cuescomate), donde eran depositadas las semillas las que durante un año permanecían protegidas contra animales y ventiladas para conservar en buen estados a los alimentos, esta construcción hacía algunas funciones del actual refrigerador.

Otra construcción para la higiene personal llamada “temazcal” en náhuatl: “casa de baño”, donde el aseo se efectuaba con agua caliente dentro de la construcción semiesférica, la que era alimentado el fuego con leña. La cultura moderna ahora le llama “baño de vapor”, del que a la manera ancestral se conocía como “temazcal”. Además, dicha cultura autóctona era amante de la limpieza corporal, utilizada también como medicinal. En los lugares arqueológicos se han encontrado valiosas obras maestras plasmadas magistralmente en los muros de los edificios, ellas elaboradas con pinturas orgánicas como lo realizaban los grandes maestros pintores que vivieron hace cientos de años y que practicaban la “Pintura Muralista”, lo que en el siglo pasado cobró auge con las pinturas del muralista Diego de Rivera y otros pintores muralistas mexicanos. En dichos murales se encuentran grecas trabajadas con trazos perfectos, delineados geométricamente. Obras que son dignas de admiración que hacen reflexionar al espectador lo que las etnias del pasado cultivaron en cuanto al arte y la ciencia.

Otro invento de las etnias Nahuatlatas pusieron en práctica otro invento al que actualmente se le conoce con el nombre “Olla Exprés” y que desde luego era elaborada exclusivamente con barro cocido, dicha olla se caracterizaba por tener un cuello estrecho que terminaba en boca donde podía alojarse sobre ella un caxitl (cajete con agua), que operaba como válvula de escape para la fuga del vapor emanada de la ebullición de la cocción contenida en la olla. Dicha técnica empleada aceleraba la cocción de los alimentos. Entonces podemos comprobar con ese pequeño ejemplo que los ancestros que vivieron en Tlaxcala eran poseedores de gran inteligencia creativa.

El barro cocido fue utilizado para elaborar utensilios al servicio de las necesidades de esas épocas, así como platos (cajetes), ollas, morteros para triturar granos y hacer salsas con chiles y jitomates, los comales de diferentes dimensiones, los que eran puestos al fuego para calentar alimentos. La utilización de la piedra “tetl”, permitió la elaboración de morteros como el conocido metate (metatl) y metlapil, utensilios que permitían triturar las semillas hasta convertirla en macilla. La piedra además fue útil para ser utilizada como utensilio defensivo convertida en martillos y hachas, así como puntas para flecha.

Los descubrimientos arqueológicos de los edificios de Cacaxtla, permitieron descubrir criadero de aves y de conejos, en esa área mencionada los habitantes sembraban un alimento muy apreciado en la época de hambrunas sufridas con una semilla llamada “Amaranto”, que científicamente se ha descubriendo que es poseedora del ácido fólico para fortalecer el cerebro humano.

Un breve llamado de atención a legisladores de la cámara de diputados Tlaxcalteca para pedirles corregir la ortografía que debe observarse en el nombre de personajes de la etnia Tlaxcalteca, debido a que la ortografía de la lengua Náhuatl difiere con la Española, la que debe ser observada para defender la cultura étnica.

La generación actual debe resguardar la riqueza cultural precortesiana que orgullosamente descendemos de ella.

El Estado de Tlaxcala es abundante en historia, partiendo de época precortesiana se rescatan por medio de investigaciones aspectos interesantes e importantes de los pueblos que habitaron antes de la presencia de extranjeros de cultura ajena a la de los pueblos autóctonos de este continente llamado americano.

Hay un lugar con el nombre de origen nahuatlata: Cacaxtla que significa lugar de cacaxtles, así llamados unos contenedores de madera en los que se transportaban aves, telas o alimentos, pues dicho “cacaxtle” podía era transportado como medio utilitario múltiple incluyendo a los mercaderes que acudían a varios centros de venta y canje. Dicho medio transportable era elaborado con varas resistentes con las que se construían cajas conocidos como “huacales” transportados a espaldas del “tameme”. Cargante. Como es sabido, Tlaxcala y otros pueblos en su agricultura sembraban varias semillas entre ellas el maíz que era un nutrimento principal. Para preservar su naturaleza de las semillas, lo hacían en una construcción llamada Cuexcomatl (cuescomate), donde eran depositadas las semillas las que durante un año permanecían protegidas contra animales y ventiladas para conservar en buen estados a los alimentos, esta construcción hacía algunas funciones del actual refrigerador.

Otra construcción para la higiene personal llamada “temazcal” en náhuatl: “casa de baño”, donde el aseo se efectuaba con agua caliente dentro de la construcción semiesférica, la que era alimentado el fuego con leña. La cultura moderna ahora le llama “baño de vapor”, del que a la manera ancestral se conocía como “temazcal”. Además, dicha cultura autóctona era amante de la limpieza corporal, utilizada también como medicinal. En los lugares arqueológicos se han encontrado valiosas obras maestras plasmadas magistralmente en los muros de los edificios, ellas elaboradas con pinturas orgánicas como lo realizaban los grandes maestros pintores que vivieron hace cientos de años y que practicaban la “Pintura Muralista”, lo que en el siglo pasado cobró auge con las pinturas del muralista Diego de Rivera y otros pintores muralistas mexicanos. En dichos murales se encuentran grecas trabajadas con trazos perfectos, delineados geométricamente. Obras que son dignas de admiración que hacen reflexionar al espectador lo que las etnias del pasado cultivaron en cuanto al arte y la ciencia.

Otro invento de las etnias Nahuatlatas pusieron en práctica otro invento al que actualmente se le conoce con el nombre “Olla Exprés” y que desde luego era elaborada exclusivamente con barro cocido, dicha olla se caracterizaba por tener un cuello estrecho que terminaba en boca donde podía alojarse sobre ella un caxitl (cajete con agua), que operaba como válvula de escape para la fuga del vapor emanada de la ebullición de la cocción contenida en la olla. Dicha técnica empleada aceleraba la cocción de los alimentos. Entonces podemos comprobar con ese pequeño ejemplo que los ancestros que vivieron en Tlaxcala eran poseedores de gran inteligencia creativa.

El barro cocido fue utilizado para elaborar utensilios al servicio de las necesidades de esas épocas, así como platos (cajetes), ollas, morteros para triturar granos y hacer salsas con chiles y jitomates, los comales de diferentes dimensiones, los que eran puestos al fuego para calentar alimentos. La utilización de la piedra “tetl”, permitió la elaboración de morteros como el conocido metate (metatl) y metlapil, utensilios que permitían triturar las semillas hasta convertirla en macilla. La piedra además fue útil para ser utilizada como utensilio defensivo convertida en martillos y hachas, así como puntas para flecha.

Los descubrimientos arqueológicos de los edificios de Cacaxtla, permitieron descubrir criadero de aves y de conejos, en esa área mencionada los habitantes sembraban un alimento muy apreciado en la época de hambrunas sufridas con una semilla llamada “Amaranto”, que científicamente se ha descubriendo que es poseedora del ácido fólico para fortalecer el cerebro humano.

Un breve llamado de atención a legisladores de la cámara de diputados Tlaxcalteca para pedirles corregir la ortografía que debe observarse en el nombre de personajes de la etnia Tlaxcalteca, debido a que la ortografía de la lengua Náhuatl difiere con la Española, la que debe ser observada para defender la cultura étnica.

La generación actual debe resguardar la riqueza cultural precortesiana que orgullosamente descendemos de ella.