/ viernes 17 de diciembre de 2021

¡Un poco de todo…!

UNO. Inició el puente “Guadalupe-Reyes”. Los precios se incrementan, pareciera proceso inflacionario, se sobrecalienta la economía. La moneda compra menos, los salarios se achican. Pero, hay que enfiestarnos ahora que no tenemos ola pandémica. Aunque el horizonte de Ómicron sea amenaza. En Europa ya es flagelo y en México vamos por la tercera dosis de vacunación que nos protegerá según la OMS otros seis meses. Cuándo terminará esta pesadilla, no lo sabemos.

El planeta sigue mostrando signos de cambios desconocidos. Los volcanes “vomitan” lava y truenos, los continentes se “cuartean”. Hay tornados devastadores en E.E.U.U, los polos se derriten. Innumerables desastres no vistos. Quién protegerá a la comunidad mundial. Aunque no quisiéramos hacer recuentos desastrosos, los males están ocurriendo y ni modo de callarnos la boca o “los ojos”. La vida debe seguir, en medio de la violencia social, en cuyo ambiente político, los partidos morralla pelean por sobrevivir. “Cachan” ahora las migajas de aquel gran pastel del que en antaño dispusieron y en MORENA está desatada la guerra civil por la sucesión presidencial. Vendrán unos días de tranquilidad. Un Fin de Año de festejos, preámbulo de lo que sigue.

DOS. Los legisladores locales resultaron ambiciosos. Quieren disponer de obra pública para que tengan moches y prohíjen capital político. Pero esa no es su función. Dedíquense a legislar. El Ejecutivo es quien debe hacerlo. Así que no podrán agandallarse los millones. La práctica del pasado fue perversa. Se permitió para corromperlos y tenerlos contentos. Eso debe corregirse, el electorado se hastió de tanto abuso. Los que se fueron salieron con “el rabo entre las piernas” y si le siguen seguramente así terminarán.

TRES. En Chiautempan hay un “títere” y un “titiritero”. Un “padrino” y un “ahijado” y pareciera que también un “convidado de piedra”. ASA le está abriendo camino a su vástago, el municipio es su coto de caza. El padre se “sienta” y el hijo gobierna. La corrupción está enseñando sus colmillos. Agua potable, policía, tesorería, ya están en la ruta equivocada. No por ser “MORENA” cambia la situación. Igual que en el caso anterior, miremos como salió el que se fue y yo creo que el señor de Xaltantla no querrá terminar de esa manera. Tiempo hay para la reflexión y para hacer un buen gobierno. El trienio apenas inicia.

CUATRO. Los centroamericanos huyen de la miseria y la violencia. Cruzan por México buscando el norte. La frontera sur es una coladera, se entra y se sale sin problema. Hambre, violencia y pobreza los expulsa por miles. Las redes de tratantes están activas, son gánsteres que desafían a la autoridad, propiciando inseguridad y lamentables accidentes. Ahora, hasta exigen transportes y visas, falta que pidan casas, comida y sustento. Por humanismo se les atiende, pero que no sea en detrimento de la solución que puedan tener los problemas que aquí padecemos.

CINCO. Pareciera que los partidos políticos tradicionales, ahora “morrallas” están cavando su tumba. Deserciones, diatribas, ambiciones de poder. La podredumbre que arrastran los va a destruir. Repudian la consulta porque no les conviene. Suben a la tribuna legislativa federal a exhibir su desesperación y a vituperar. En Tlaxcala, el otrora partido aplanador es ahora un cascaron vacío, timoneado por inexpertos incondicionales que seguramente lo llevarán a la pérdida de su registro. Los ambiciosos que ya “fueron”, sueñan cacicazgos para sus vástagos. Ponen alfiles buscando conservar reductos. Las militancias no cuentan, ahora menos. Importa el presupuesto y el poder.

EPILOGO: Próximos a la Navidad, las luces multicolores se han encendido ya por todas partes. Las despensas, sin lo mínimo, se surtirán. Que algo detenga la inflación y las reuniones multitudinarias para evitar contagios, porque si no, vendrá muy cruda la cuesta de enero, sumidos en la pandemia, con una escalada de precios que no deseamos, con carreteras plagadas de extranjeros y sin dinero en el bolsillo. Ojalá y a esto no lleguemos.

Los legisladores locales resultaron ambiciosos. Quieren disponer de obra pública para que tengan moches y prohíjen capital político. Pero esa no es su función.

UNO. Inició el puente “Guadalupe-Reyes”. Los precios se incrementan, pareciera proceso inflacionario, se sobrecalienta la economía. La moneda compra menos, los salarios se achican. Pero, hay que enfiestarnos ahora que no tenemos ola pandémica. Aunque el horizonte de Ómicron sea amenaza. En Europa ya es flagelo y en México vamos por la tercera dosis de vacunación que nos protegerá según la OMS otros seis meses. Cuándo terminará esta pesadilla, no lo sabemos.

El planeta sigue mostrando signos de cambios desconocidos. Los volcanes “vomitan” lava y truenos, los continentes se “cuartean”. Hay tornados devastadores en E.E.U.U, los polos se derriten. Innumerables desastres no vistos. Quién protegerá a la comunidad mundial. Aunque no quisiéramos hacer recuentos desastrosos, los males están ocurriendo y ni modo de callarnos la boca o “los ojos”. La vida debe seguir, en medio de la violencia social, en cuyo ambiente político, los partidos morralla pelean por sobrevivir. “Cachan” ahora las migajas de aquel gran pastel del que en antaño dispusieron y en MORENA está desatada la guerra civil por la sucesión presidencial. Vendrán unos días de tranquilidad. Un Fin de Año de festejos, preámbulo de lo que sigue.

DOS. Los legisladores locales resultaron ambiciosos. Quieren disponer de obra pública para que tengan moches y prohíjen capital político. Pero esa no es su función. Dedíquense a legislar. El Ejecutivo es quien debe hacerlo. Así que no podrán agandallarse los millones. La práctica del pasado fue perversa. Se permitió para corromperlos y tenerlos contentos. Eso debe corregirse, el electorado se hastió de tanto abuso. Los que se fueron salieron con “el rabo entre las piernas” y si le siguen seguramente así terminarán.

TRES. En Chiautempan hay un “títere” y un “titiritero”. Un “padrino” y un “ahijado” y pareciera que también un “convidado de piedra”. ASA le está abriendo camino a su vástago, el municipio es su coto de caza. El padre se “sienta” y el hijo gobierna. La corrupción está enseñando sus colmillos. Agua potable, policía, tesorería, ya están en la ruta equivocada. No por ser “MORENA” cambia la situación. Igual que en el caso anterior, miremos como salió el que se fue y yo creo que el señor de Xaltantla no querrá terminar de esa manera. Tiempo hay para la reflexión y para hacer un buen gobierno. El trienio apenas inicia.

CUATRO. Los centroamericanos huyen de la miseria y la violencia. Cruzan por México buscando el norte. La frontera sur es una coladera, se entra y se sale sin problema. Hambre, violencia y pobreza los expulsa por miles. Las redes de tratantes están activas, son gánsteres que desafían a la autoridad, propiciando inseguridad y lamentables accidentes. Ahora, hasta exigen transportes y visas, falta que pidan casas, comida y sustento. Por humanismo se les atiende, pero que no sea en detrimento de la solución que puedan tener los problemas que aquí padecemos.

CINCO. Pareciera que los partidos políticos tradicionales, ahora “morrallas” están cavando su tumba. Deserciones, diatribas, ambiciones de poder. La podredumbre que arrastran los va a destruir. Repudian la consulta porque no les conviene. Suben a la tribuna legislativa federal a exhibir su desesperación y a vituperar. En Tlaxcala, el otrora partido aplanador es ahora un cascaron vacío, timoneado por inexpertos incondicionales que seguramente lo llevarán a la pérdida de su registro. Los ambiciosos que ya “fueron”, sueñan cacicazgos para sus vástagos. Ponen alfiles buscando conservar reductos. Las militancias no cuentan, ahora menos. Importa el presupuesto y el poder.

EPILOGO: Próximos a la Navidad, las luces multicolores se han encendido ya por todas partes. Las despensas, sin lo mínimo, se surtirán. Que algo detenga la inflación y las reuniones multitudinarias para evitar contagios, porque si no, vendrá muy cruda la cuesta de enero, sumidos en la pandemia, con una escalada de precios que no deseamos, con carreteras plagadas de extranjeros y sin dinero en el bolsillo. Ojalá y a esto no lleguemos.

Los legisladores locales resultaron ambiciosos. Quieren disponer de obra pública para que tengan moches y prohíjen capital político. Pero esa no es su función.